La puja comercial en los principales ramos del seguro

La Revista “Informe operadores de mercado” correspondiente a la segunda quincena de julio de 2017, publicó la opinión de Ernesto Levi, presidente dela Holando Sudamericana; Juan Carlos Lucio Godoy, presidente del Consejo de Administración de Río Uruguay Seguros; y con Juan Carlos Gordicz, Gerente General de ORBIS Seguros, sobre la fuerte competencia por precio que se da en varios ramos del mercado, y sobre la pérdida técnica, cómo revertirla y la urgencia en hacerlo.

La fuerte puja comercial entre operadores lleva la tasa en los principales ramos por debajo del piso técnico. Como la recaudación no compensa la siniestralidad, los resultados técnicos negativos persisten en cada balance trimestral desde hace años. Por ello, consultamos a los aseguradores sobre el impacto de la guerra comercial sobre la salud del sistema.

Juan Carlos Lucio Godoy, presidente del Consejo de Administración de Río Uruguay Seguros, definió: <<La puja comercial es inadecuada para el sector. No es una puja de tecnicismos sino de precios en donde los cinco dedos oscilantes, o el ´masomenómetro´, son los que deciden cada negocio.

Nadie podría decir que se está evaluando con un actuario cada prima y menos en un país con anómalos procesos inflacionarios que nunca permiten equilibrar ni balances ni resultados técnicos específicos. Todos debemos hacernos cargo de estos errores pues la forma de competir obliga a que todos incurramos en los defectos mencionados. También los intermediarios, quienes por una comisión de una póliza están dispuestos a sacrificar toda una comisión de una póliza están dispuestos a sacrificar toda una historia de relaciones con una empresa. Lo hacen cambiando de compañía y maltratando a aquellos que los han cubierto toda una vida, perdiendo por un negocio particular la seriedad tan necesaria en esta actividad>>.

El ejecutivo también hizo responsable de la situación a la baja cultura aseguradora: <<Dado el insuficiente grado de desarrollo de la cultura aseguradora en el país, para muchos un contrato de seguro es tener un papel al más bajo costo posible, sin preocuparse por la solvencia y seguridad de quien le protege la vida y los bienes. Esto sólo se revierte con educación y con cultura de la prevención, que se imparten sólo desde el Estado, que recibe los impuestos que tributa este sector y nada contrapresta para beneficiar a toda la población en este sentido>>

Ramos

Los ramos en los cuales la lucha comercial es más descarnada son Riesgos de Trabajo, Automotores, Caución, Granizo, e incluso, más recientemente, los Integrales para Hogar y Comercios.

Al respecto, Godoy señaló: <<Debido a la baja cultura aseguradora lo primero que se asegura es el auto. Y esto es grave en sí mismo en la Argentina, donde no existe costumbre de contratar un seguro por las personas que conducen sino por el bien material, el auto. El ramo automotor es el de más puja. Aquí sí que se puede ver lo más inverosímil en cuanto a la puja comercial, lejos de cualquier parámetro técnico. Esto se extiende a Granizo, ramo en el que, increíblemente, en algunas zonas aparecen diferencias del 100% en primas por el mismo predio cuando dos aseguradoras compiten por el mismo negocio. Aquí el tecnicismo se reduce a la mínima expresión y quienes pueden dar más fe de eso son los reaseguradores. Esto también ocurre en Integral de Comercio e Industria y otros más. Y desde el control del Estado poco se ha hecho para revertir esta situación, más que la vista gorda.

Además, hay que recordar que este país padece cimbronazos económicos enormes, descarriada situación en el Nivel General de Precios, y una justicia irresponsable que no entiende lo que es una ecuación patrimonial cuando dictan sentencia para pretender cambiar la vida con un fallo y hacer “solidaridad social” con primas insuficientes. Con todo esto se actuó con la idea de dejar hacer, y no para corregir los defectos de las políticas económicas que después las empresas debemos soportar. Desde la hiperinflación del 89, la toma de los depósitos en el 91, la convertibilidad, la fijación de un IVA equivocado al seguro que no se aplica sobre el valor que agrega, porque está mal determinado legalmente, más la crisis del 2001 y la inflación recurrente posterior, en una actividad de “Cola larga”, como es la nuestra, en 25 años nos pasaron las 7 plagas y el regulador sólo agrega más reservas y obligaciones a las empresas y ningún estímulo.  Esto agrava el contexto para la comercialización en el sector. Somos un sector muy diferente al resto, con juicios en la mochila de más de diez años, sin que sepan los gobernantes todos estos males, menos los legisladores que nada conocen de Seguros.

El sector asegurador necesita de una reflexión diferente que afronte el futuro dando soluciones al pasado>>.

Los resultados técnicos negativos

Según datos de la SSN, al 31 de Marzo del corriente año, el resultado técnico global del mercado fue deficitario en $ 10.488 millones. Esta cifra representa el 5,2% de las primas emitidas netas de anulaciones del período (Julio 2016 a marzo 2017): $ 202.172 millones.

Hay que reconocer que el déficit técnico mejoró en el último año respecto a la medición de Marzo de 2016, cuando el resultado técnico alcanzó $ 13.596 millones. A valores corrientes dicha marca es un 23% menor a la  registrada a Marzo de 2017. En el mismo lapso, las primas emitidas avanzaron 31%.

La contracara es que los Resultados Financieros disminuyeron en el último año. A valores corrientes, los $ 37.986 millones de Marzo 2016 se redujeron a $ 35.800 millones a Marzo de 2017, un recorte de casi 6%.

De esta manera, el Resultado Final del Ejercicio sólo avanzó 3% entre 2016 y 2017. El Resultado del Ejercicio al 31 de Marzo de 2016 fue de $ 18.145 millones, mientras que al 31 de Marzo de 2017 totalizó $ 18.689 millones.

La Resolución N° 32.080 de la SSN, emitida en 2007, tuvo como objetivo establecer mecanismos para que las primas alcanzaran un piso técnico mínimo. Sin embargo, los resultados técnicos generales del mercado siguieron siendo negativos.

Sobre el grado de cumplimiento en el mercado de la Resolución 32.080, Godoy remarcó: “Por todo lo dicho, que configura un escenario en donde se trata de salvar la empresa todos los días, como el tecnicismo no existe, nadie puede cumplir estrictamente con el ideal de las Primas Suficientes y, por ende, los pésimos resultados negativos se van disimulando con ganancias financieras que, a su vez, son sólo inflacionarias. Es como el perro queriendo morderse la cola”.

En cuanto a RUS, comunicó: “Somos una de las empresas con menor pérdida técnica. Pero aunque perdamos negocios por precio, mirando  a largo plazo y mientras el Estado nada haga, hay que lograr las tarifas necesarias para no colapsar. Por eso nosotros tenemos un lema que dice ¨antes de ser grandes pretendemos ser la mejor¨. No hay libro en el mundo que diga que para ser bueno hay que ser grande. Preferimos sacrificar crecimiento a cualquier precio, que la vida de la empresa”.

El futuro cercano

Si el Gobierno logra dominar la inflación como pretende, y llevarla  a valores cercanos al 17% anual, pronto algunas inversiones financieras pueden ver reducida su tasa de rendimiento. Habrá que ver si la reducción de la siniestralidad acompaña dicho derrotero. Si no lo hace, puede ocurrir que la compensación de los resultados técnicos negativos por parte de la rentabilidad de las inversiones financieras no resulte tan adecuada para otorgar un resultado positivo al balance general del mercado.

De hecho, ya mencionamos que el resultado financiero se redujo 6% en el último año y que el resultado final avanzó sólo 3%, a valores corrientes, en un contexto en el que la inflación de los últimos 12 meses se ubica en torno al 25%.

Igual, hoy los resultados financieros continúan siendo elevados, y siguen compensando las pérdidas técnicas. Pero, ¿cuánto tiempo más se sostendrá esta situación? ¿Vierta reducción de los rendimientos financieros puede impactar negativamente en el balance general de las Compañías que no logren dominar la pérdida técnica?

Godoy, reconoció que “los resultados financieros siguen siendo la rueda de auxilio de muchas compañías y que eso no alcanza porque incluso ¨aburguesa¨ a una empresa en mejoras tecnológicas y técnicas aseguradoras, pues compensa con dinero lo que no resuelve con el rigor técnico”.

Y amplió: “El avance tecnológico es tan arrollador que las empresas que no se suban a la ola, en este aspecto así como en la mejora de la organización de la empresa, no serán compensadas ni técnica ni financieramente porque ningún Broker o PAS podrá trabajar con aseguradoras antiguas en mercados modernos. Más temprano que tarde están cambiando las herramientas, el software y la cultura de los compradores. Y no veo en esa sintonía a una parte importante del mercado asegurador que es naturalmente conservador. Somos un sector que esperamos la demanda de un producto y no sabemos que la oferta también puede crear la demanda. Esta idea tienen tantos siglos como la economía misma”.

Godoy, reiteró que reducir el déficit técnico del mercado es urgente, y puntualizó: “Mientras no se corrijan algunos temas como las cuestiones impositivas que son tremendamente irregulares (como el IVA, que es una suerte de Ingreso Bruto nacional para nuestro sector); flexibilizar las reservas que van en aumento de manera exagerada como si se quisiera concentrar al sector; promover el crecimiento de la cultura aseguradora y, en definitiva, desarrollar acciones que contengan y alienten al aseguramiento para tener una sociedad más protegida, todo seguirá igual.

Estas son las cuestiones que mejorarán técnicamente al seguro. Si no hay para adelante una corrección de largo pasado irregular argentino, no tendremos destino de superación y tampoco sabremos contribuir, como la Argentina necesita, a su desarrollo, que está en pañales”.

Fuente: Revista Informe Operadores de Mercado – N° 599 Buenos Aires 2° Quincena Julio 2017.