SEGUROS DE PERSONAS: Coberturas educativas todo por crecer

Una nota publicada en el Diario El Cronista señala que en el siglo XXI, el conocimiento es uno de los activos más importantes. Por eso, en muchos países, aumenta la tendencia a asegurar la educación de los hijos. Es decir, contratar pólizas que les permitan concluir los estudios, más allá de la vida de sus padres.

En la Argentina, tal vez por su amplia tradición de educación mayoritariamente pública (más del 70% de la matrícula asiste a escuelas estales), no hay aún una gran cultura aseguradora de la educación. Sin embargo, poco a poco, escuelas con cuotas medias y altas están empezando a incluir en los aranceles un seguro de continuidad de estudios, como ocurre en los Estados Unidos, México y Colombia.

Se trata de seguros que, en caso de muerte del padre o la madre que paga el arancel, sostienen los estudios de los niños y jóvenes. La aseguradora liquida en una sola cuota y por adelantado la totalidad del pago para que termine sus estudios en esa misma institución.

El Instituto Pestalozzi en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, tiene ese servicio. Se llama “garantía de continuidad de estudios” y cubre, en caso de muerte o incapacidad, al responsable del pago de la cuota de la escuela, desde que inscribe a su hijo en el jardín de infantes y hasta el último año del secundario.

Desde Sancor Seguros explicaron a Seguros que ese servicio se contrata desde las escuelas. El producto se llama Estudio Seguro, los destinatarios son los padres de alumnos que asisten a colegios pagos. Se asegura a “la totalidad de los padres de los alumnos, es decir, no es de contratación optativa.

En tanto, el broker AON Risk Services ofrece dos tipos de seguros. Uno destinado a las familias. Es la beca escolar que contrata directamente el padre, que coloca como beneficiario al colegio, destinatario del pago de la escolaridad completa del hijo en caso de su fallecimiento. También, ofrecen el modelo tradicional, de seguro de vida colectivo para todos los padres de una escuela.

En el país, algunos bancos, como el Hipotecario, tienen un seguro educación, pero se trata de un seguro de vida simple, cuyo monto, en caso de morir el asegurado, puede ser destinado para pagar la educación de los hijos.

El profesor universitario y ex director de Gestión Privada de la Ciudad de Buenos Aires, Gerardo Suárez, opina que los seguros contratados por las escuelas son “muy buenos. En su experiencia como director del Colegio Jesús María, “hubo un caso de una nena de sala de cinco que perdió a la mamá muy joven y se le pagó hasta terminar el secundario”.

Sin embargo, los especialistas coinciden que aún el fenómeno en la Argentina es muy acotado. “Lo tendrá alrededor de un 2% de los colegios de todo el país”, precisa Alfredo Fernández, Secretario Legal y Técnico de la Asociación de Entidades Educativas Privadas de la Argentina (ADEEPRA).

“Sólo unos pocos de los colegios no subsidiados tienen este tipo de seguros. En el país, la educación privada tiene una larga trayectoria de hacerse cargo con una beca de la situación de un niño que atraviesa esa desgracia”, apunta Fernández. Es que la ley no permite a un establecimiento privado dejar fuera de la escuela durante el ciclo lectivo a un chico cuya familia no pague la cuota, por ningún motivo. Legalmente, toda la educación es pública, sea de gestión privada o estatal.

El costo de la prima, mensual, se basa en el arancel y la cantidad de años que le resten al niño. Según Fernández, el costo varía entre los $ 20 y $ 50 mensuales. Hoy, estos seguros incluyen sólo muerte o incapacidad de los progenitores. Entre 1998 y 2002, sin embargo, hubo ofertas que llegaron a prever desocupación. Hoy, estas coberturas son riesgosas, ya que 40% de la población está activa pero trabaja en negro, con lo cual no es posible comprobar la desocupación real de un padre.

(fuente: http://www.100seguro.com.ar)

 

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