Primer Torneo Gastronómico Provincial de Escuelas de la Modalidad Técnico Profesional

Es una experiencia que se desarrolla en colegios secundarios técnicos de Entre Ríos y que en esta oportunidad contó con el auspicio de Río Uruguay Seguros.

Del evento, que se desarrolló a fines de octubre en la Escuela de Educación Técnica 1 “Alférez de Navío José María Sobral” de Gualeguaychú, Entre Ríos, participaron las cinco escuelas de esa provincia que tienen la especialidad de Técnico en Gastronomía: la EET 1 Ana Urquiza de Victorica, de Concepción del Uruguay; la EET 3 Enrique Carbó y la EET 2 Almirante Guillermo Brown, ambas de Paraná; la EET 2 Olegario Víctor Andrade, de Gualeguay y la escuela anfitriona.

El jurado estuvo constituido por Leandro Bouzada de Argentina, David Isaac Rocha Vega de México, Claudia Isabel Andrade Monje de Colombia y Paola Andrea Borrero de Colombia. Leandro Bouzada –manager del restaurant Osaka– fue el Presidente del Jurado. “El nivel de los chicos es superlativo si evalúas la edad que tienen, manejaron técnicas que muchos cocineros profesionales de mi edad desconocen, como el helado frito, las espumas o conocimientos como el punto del pescado de río”. Bouzada dice también que le sorprendió la infraestructura del colegio para desarrollar la tarea docente: “Apenas entré me pregunté como hicieron para tener tres batidoras, tres minipimer, los fuegos, los hornos. Todo esto en la escuela pública me parece excelente”. En una escuela de oficios, el equipamiento es un recurso fundamental. En el caso de las escuelas técnicas públicas, es un recurso con historia: “En 2005 se crea la ley de educación nacional, –explica Sixto Roldan, rector del colegio– y se empiezan a generar los mecanismos financieros para reequipar las escuelas técnicas que en los noventa habían caído en el olvido”.

Cocinar para la equidad. En la ciudad de Gualeguaychú, todos conocen a la escuela anfitriona como “la ENET de mujeres”, como parte del folclore del lugar, porque durante muchos años fue la escuela técnica que enseñaba indumentaria y gastronomía y tenía un alumnado exclusivamente femenino. “Esta escuela se sacó de encima el estigma machista, se sacó el cartel que decía Escuela Técnica de Mujeres como parte de un trabajo de equidad de género. Y se impulsan esas dos enseñanzas para todo el mundo”, dice Sobrall. El inusitado auge de la gastronomía (y del turismo en la ciudad) funcionó como un motor inmejorable para que cientos de chicos se inscribieran en la remozada escuela.

El primer torneo tenía como eje las Entradas y eran ejecitadas por los chicos de cuarto año. El primer premio se lo llevó la: E.E.T. N° 2 de Paraná. En el segundo torneo, los protagonistas eran los chicos de quinto año, que tenían que ejecutar Guarnición y Plato Principal. En ese caso, el primer premio fue para los locales, la E.E.T. N°1 de Gualeguaychú. Los chicos de sexto y séptimo año también compitieron con la categoría Guarnición y Plato Principal y también en ambos casos ganaron los locales. El quinto torneo de Pastelería, ejecutado también por alumnos de séptimo año, fue para la E.E.T. N° 1 “Ana Urquiza de Victorica” de Concepción del Uruguay.
Al finalizar cada ronda del concurso, los chicos salían al patio, donde centenares de padres los esperaban para escuchar la argumentación de sus platos, aplaudirlos y, cuando se podía, probar alguna que otra delicia. Una modalidad educativa incipiente, que recién está calentando el horno.

Fuente: http://tiempo.infonews.com/nota/192092