Una encuesta realizada en Australia a 600 trabajadores (y patrocinada por una compañía grande), mostró que uno de cada cuatro empleados almuerzan en sus escritorios: más del doble de los que hacen un esfuerzo para salir a comer al aire libre. Parece que el multitasking, la habilidad de hacer varias tareas al mismo tiempo tan difundido como dinámica de trabajo a nivel global, también incluye la comida. La falta de tiempo, la costumbre o la economía.
La Corte Suprema de California, EEUU, por su parte dictaminó a principios de 2012 que las empresas deben garantizar que los trabajadores se toman su (media) hora de almuerzo. Pero los empleados siguen siendo libres de decidir, y la mayoría elige comer con un tenedor en una mano y el mouse en la otra, o deglutir un sándwich a las apuradas para regresar a sus escritorios. Estudios científicos desde diversas perspectivas, sin embargo, lo desaconsejan:
Cinco razones para no comer en el escritorio:
Para llegar a esa conclusión, los investigadores intercambiaron sillas, teléfonos, computadoras, mouse y teclados de 90 edificios de oficinas en Nueva York, San Francsico y Tucson, antes de analizar el ADN de las bacterias para determinar el tipo y la cantidad que había. Si bien no fue una sorpresa descubrir que hay una población de gérmenes en el escritorio, sí sorprendió a los científicos que hay más bacterias en las sillas y en los teléfonos que en los teclados y mouse. También quedó demostrado que las zonas comunes como la cocina son un refugio para los gérmenes y las sobras del almuerzo transforman a las heladeras en espacios muy por debajo de una escala de limpieza aceptable.
Casi el 75% del personal de oficinas entre 21 y 30 años no se levantan para tomar un descanso, duplicando así las posibilidades de sufrir trombosis venosa profunda, mortal en cada vez más casos.
El Mirror inglés acaba de publicar unas cifras alarmantes: casi el 75% del personal de oficinas entre 21 y 30 años no se levantan para tomar un descanso, duplicando así las posibilidades de sufrir trombosis venosa profunda, mortal en cada vez más casos. El número de víctimas menores de 40 años aumenta rápidamente: un total de 3.798 personas murieron a causa de la TVP (trombosis venosa pulmonar) en 2010, según la Oficina de Estadísticas Nacionales. Una enfermedad que mata cuando los coágulos de sangre en las venas pasan a los pulmones y, sobre todo porque es asintomática en el 80% de los casos.
Sólo bebidas y caramelos
BHP Billiton, una minera con sede en Houston, EEUU, es una de las varias compañías que puso reglas estrictas sobre cómo los empleados tienen que usar sus escritorios de trabajo, incluyendo los alimentos que puede y no puede comer allí. Sí pueden consumir bebidas, chicles y “una cantidad razonable de caramelos” en sus escritorios, pero todos los demás alimentos están prohibidos y deben ser consumidos en áreas comunes específicas del edificio. Cada empleado debe además limpiar su propio escritorio al final del día: el teléfono, el monitor, el teclado y el mouse. La política, según anunció la empresa, “sirve para fomentar la seguridad y crear flexibilidad en el uso de los puestos de trabajo”, además de un beneficio para la salud.
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El ejemplo de los franceses
“Los franceses saben cómo tomar un descanso para comer”, contó Rachael Levy, estadounidense que vivió en Francia, en su columna en la revista Slate. Se alejan por lo menos durante 30 minutos del escritorio y comer en una habitación diferente o incluso afuera junto a otras personas, en un ritual saludable. En lugar de mirar a la pantalla de la computadora o un documento, la práctica les permite llevar el tenedor a la boca, masticar y saborear la comida. Incluso los niños franceses, que no siempre comer tan sano en los comedores escolares, al menos se toman el tiempo para disfrutarlo.
“La hora del almuerzo es una oportunidad para refrescar la mente y socializar con amigos y compañeros de trabajo”
“La hora del almuerzo es una oportunidad para refrescar la mente y socializar con amigos y compañeros de trabajo. Esos pocos momentos para respirar, salir sintiéndose refrescado y vigorizado. En el trabajo, el tiempo charlando con los compañeros puede llevar a grandes ideas y la polinización cruzada entre departamentos. Y si usted ha partido el pan con sus colegas en el almuerzo, sabe que va a ser más fácil acercarse a ellos en el ámbito profesional”, agregó.
Una sociedad cada vez más consciente de la salud, que se preocupa por comer bien y estar en forma, ¿tiene que poner atención –además de los alimentos– también en el lugar exacto que deberíamos comerlos? A propósito, otro estudio dice que los que no se toman la hora de almuerzo, trabajan gratis 16 días al año.
(fuente: lanacion.com.ar)