¿Cómo tener un impacto global sin dejar de ser relevantes localmente? Seguro que todos hemos oído alguna vez eso de «think globally and act locally«, que traducido sería «pensar globalmente y actuar localmente». Suena bien y es bastante acertado, pero a la hora de ponerlo en práctica, la incertidumbre y los entornos cambiantes a los que el management se tiene que enfrentar convierten esa máxima en un cliché muy complejo de implementar.
Si uno planifica y toma decisiones sólo con información parcial y no detallada, corre el riesgo de forzar decisiones que sean difíciles de llevar a cabo a nivel local. Muchas veces se impone la «agilidad» sobre la integración como una sola compañía y esto hace que, de a poco, los resultados no acompañen. Y da lugar a un círculo vicioso que provoca más control e intervención de lo global sobre lo local. Ante situaciones como éstas, sería muy fácil culpar a los headquarters, pero también cabe preguntarse: ¿por qué las prácticas locales no logran generar confianza y proveer información adecuada a la casa matriz a la hora de planificar y decidir?
Se trata de lograr un balance óptimo entre lo local y lo global sin dejar de atender ninguno de los dos frentes. Para ello es necesario implementar una estrategia concreta y clara, así como servirse de un equipo de dirección que comprenda la idiosincrasia de los diferentes entornos, respetando la diversidad cultural de su gente sin dejar de ser coherente con los valores centrales de la empresa.
Accenture ha realizado un estudio sobre varias empresas multilatinas exitosas y hay algunas características que todas tienen en común y que se podrían sintetizar en su capacidad de adaptación. Se identificaron siete ventajas adaptativas: rápida capacidad de reacción, instinto de supervivencia, adaptación a la idiosincrasia local, sólido manejo del riesgo y la incertidumbre, fuerte liderazgo, flexibilidad y pragmatismo y habilidad para introducir innovaciones inclusivas.
Estas ventajas adaptativas vienen a su vez acompañadas por cuatro lineamientos básicos:
Este modelo de acción sólo puede llevarse a cabo a través de un enfoque equilibrado entre el pensamiento global y el regional. «Think glocally and act glocally«. La respuesta correcta está en el medio: el balance es la clave.
El autor es Director Ejecutivo de Recursos Humanos de Accenture para Europa, África y Latin América..
Por Gastón Podestá | Para LA NACION
(fuente: La Nación – 3/5/15)
Lectura sugerida por Presidencia del CA – Muchas gracias María Belén Gomez por aportarla.