En los últimos años, las motos alcanzaron una demanda histórica y el mercado se llenó de modelos de marcas provenientes de China e India. Aquí, una mirada a las ofertas en un rango de precios que va de $ 30.000 a $ 100.000
En los últimos años, la venta de motocicletas explotó a la par de la de autos. Al tiempo que aumentaba el volumen de vehículos en las calles, muchos decidieron ganar autonomía motriz subiéndose a motitos de todos los colores, tamaños y sabores. El año 2013 terminó con casi 900.000 nuevas motos, un récord histórico. En un panorama inflacionario, las motos fueron más accesibles. Y la demanda fue satisfecha con muchos modelos importados de China e India, aunque en los papeles figuren como producción nacional al ser ensamblados en el país.
Sin embargo, el mercado de motos es tradicionalista. El motoquero argentino reconoce como primeras marcas las cuatro japonesas (Honda, Yamaha, Kawasaki y Suzuki) y alguna otra de alta gama europea (BMW, Ducatti o KTM). Este maravilloso estado del branding se debe a décadas de productos confiables en las calles y a varias generaciones de argentinos motorizados por vehículos de calidad. Las marcas nacionales tradicionales como Zanella o Motomel nunca estuvieron en mejores condiciones para salir a competir.
Las motos que emergen en este panorama van de $ 30.000 a $ 100.000, las primeras como modelos de entrada a la gama media y las segundas, como última opción accesible antes de pasar a las de alta gama, según dictamina el impuesto que rige las compras de estos vehículos.
Entre las que comienzan la gama media, Zanella ofrece la RZ con ediciones Carenadas y Naked, ambas con motor de 220 cc y una potencia de 19 caballos de fuerza, que no le sobran ni le faltan. El modelo RZ 25R tiene el diseño de una moto deportiva, aunque no lo sea tanto. La Naked, con la misma mecánica, tiene una estética más a la moda, con la horquilla desnuda y la óptica flotante. En los dos casos, están muy bien los discos de las ruedas. Un punto a favor es la garantía, de dos años o 36.000 kilómetros, mucho más que el año que suelen traer las de origen japonés.
Gilera Argentina, con presencia en el país desde 1953, ofrece la G1 Naked, con chasis doble, motor refrigerado por agua de 250 cc y 25 caballos de fuerza, y frenos de disco dobles adelante y simples atrás, aparentemente efectivos. Las suspensiones son propias de algunos diseños más caros: monoshock atrás u horquilla invertida adelante. El mismo modelo también tiene una versión de «pista», llamada G1 Racing.
Siguiendo con los modelos de pista, Motomel representa en el país la marca italiana Megelli y comercializa el 250 R, con detalles de diseño interesantes: chasis multitubular de acero y un horquillón trasero que le da un aspecto muy deportivo, como sus caños de escape integrados debajo del colín. La moto viene carenada en colores blanco, rojo, negro y amarillo. El motor monocilíndrico de cuatro tiempos y 26 caballos alcanza y sobra para su peso de 123 kilos, casi cuarenta menos que la Gilera. Entra en el rango monetario de los 250 modelos más tradicionales, como la Honda Twister y la Yamaha YBR 250. Motomel ofrece una moto muy parecida a estas dos propuestas. Se llama S6, aunque con menos prestaciones.
Motomel también importa y distribuye en el país la marca surcoreana Hyosung, que comercializa los modelos GD 250N y GT 250R. En este caso, a pesar de que su cilindrada es igual, no comparten mecánica ni plataforma, y mucho menos diseño. La GT 250R es una moto de pista con un diseño que recuerda al de la Kawasaki Ninja, pero con una óptica frontal un tanto más original. Tiene doble freno a disco adelante, al final de una suspensión de horquilla invertida muy atractiva para una conducción deportiva. El motor es bicilíndrico en V y ofrece casi 27 caballos de fuerza; extraña que la caja sea de solo cinco marchas.
Por su parte, la Hyosung GD 250N tiene un motor monocilíndrico muy «vueltero» -con inyección electrónica y refrigeración líquida- que llega casi a los 28 caballos de fuerza y que con caja de seis velocidades dispone de un torque increíble. Es liviana gracias a su horquillón de fundición de aluminio y a su caño de escape «corto», ubicado debajo del chasis, hecho de aleaciones livianas. Este diseño permite que la Naked tenga la mayor parte de su peso situado bien al centro y bien abajo, lo que habilita una buena maniobrabilidad. El único punto en contra es su tamaño, más bien pequeño, y la incomodidad a la que debería someterse un acompañante en un asiento técnicamente testimonial. Para los solteros, se trata de una de las propuestas más acabadas del mercado.
Por Nahuel Coca
(fuente: http://www.conexionbrando.com/1782616-motos-de-gama-media)