El aparato productivo de las economías del mundo en su conjunto no encuentra la fórmula para retomar el camino del crecimiento.
La economía mundial aún no encuentra el camino de retorno a la expansión robusta y sincronizada. Con cifras preliminares para el tercer trimestre del 2015, el PIB mundial acusa un magro aumentó de 2.5%, uno de los niveles más bajos, después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la posguerra.
Si bien las economías desarrolladas y las emergentes han trazado una tendencia de desaceleración en el periodo de referencia, los principales problemas de esta dinámica mundial derivan de la pérdida de fuerza de la actividad económica de Estados Unidos y la reducción en el ritmo de crecimiento de China, donde la transición de un modelo sustentado en las exportaciones al del fortalecimiento y ampliación de su mercado interno está impactado a las economías tradicionalmente proveedoras de materias primas.
La reducción en el ritmo de comercio es sin duda un indicador importante del dinamismo de la economía global.
La caída en las exportaciones al tercer trimestre del 2015 revela la difícil situación por la que están atravesando algunas economías emergentes; tal es el caso de Colombia, que acusa una caída de 41.6 por ciento. Le siguen Rusia, con un retroceso de 36.8%, y Brasil ,con 20.4%; retrocesos que no obstante la fuerte depreciación de sus divisas, no han podido ser atenuados.
La depreciación de 68% del rublo frente al dólar acusa ya la magnitud del impacto en lo que algunos analistas llaman “guerra de divisas”. Brasil, cuya divisa ha sufrido también los embates de la volatilidad financiera, acumula una caída de 61.2%, y Colombia 52.5 por ciento.
En las ventas al exterior, México es de las economías que mejor la ha librado. El retroceso de 5% en el primer trimestre refleja también la recuperación de la economía de Estados Unidos, aunque también el proceso de normalización monetaria de ese país ha implicado una depreciación del peso frente al dólar de 26% en el tercer tercio del año.
A todo este entorno de volatilidad e incertidumbre se le suma la etapa de inestabilidad que se vive en las economías de Latinoamérica, con una contracción económica de 0.3% anual en el penúltimo tercio del 2015, porcentaje que se explica por el difícil panorama en Brasil, cuya economía se encuentra sumergida en una periodo recesivo; sólo Rusia, de las economías importantes, se encuentra en un peor escenario.
Entre las buenas noticias que podrían destacarse en este panorama, sobresale que la zona euro y Japón ganaron tracción en el tercer trimestre, pero la debilidad del comercio exterior podría mermar la actividad económica mundial en el cierre de año.
El resultado final del 2015 dependerá en buena medida de la coordinación en los movimientos de los bancos centrales, toda vez que para algunos, la normalización de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos es un evento que ya ha sido descontado por el mercado.
Rodrigo A. Rosales
Fuente: El Economista (http://eleconomista.com.mx/economia-global/2015/11/10/nuevos-jinetes-economia-global)