La tecnología ayuda a reducir la brecha en el aseguramiento

En el presente informe de Geneva Association, Kai-Uwe Schanz (Asesor Senior) y Fabian Sommerrock (Secretario General Adjunto y Jefe de Insight) analizan las tecnologías modernas y digitales que pueden contribuir al sector de seguros para reducir las brechas en el aseguramiento tanto de los mercados maduros como de los mercados en desarrollo.

La brecha en el aseguramiento mundial es una de las cuestiones más acuciantes que enfrenta nuestra sociedad. Produce una grave falta de capacidad de recuperación social en muchos países en desarrollo y emergentes, donde hoy el seguro casi no cumple función alguna a la hora de mitigar las consecuencias de los desastres naturales o de pandemias, por mencionar sólo dos de los principales riesgos para la población. La mayoría de las veces, las pérdidas económicas siguen prácticamente sin estar aseguradas. Esta situación no se limita a los mercados emergentes: un ejemplo reciente es el devastador terremoto que afectó Italia central el 24 de agosto de 2016, donde alrededor del 90% de las pérdidas totales no estaban aseguradas.

Habida cuenta de esta situación, The Geneva Association analizó cómo las tecnologías digitales y móviles podrían contribuir a reducir las brechas en el aseguramiento tanto en mercados maduros como en mercados en desarrollo al mejorar el conocimiento, la asequibilidad y el atractivo de los productos y de las soluciones de seguros. Nuestro último informe de investigación presenta un examen a fondo de los más relevantes conceptos clave de la economía de los seguros, las estrategias de los especialistas y casos de estudio específicos. Los resultados se complementaron y validaron mediante 23 entrevistas a ejecutivos y expertos.

Experiencias Exitosas del Mundo Real

Los rápidos adelantos en el terreno de la conectividad, movilidad, computación en la nube, análisis de “grandes datos” (del inglés Big Data) y redes sociales podrían ser de gran ayuda para reducir la brecha en el aseguramiento. Existen diversas experiencias exitosas que lo corroboran. Pensemos en los avances en el ámbito de microseguros, facilitados por la tecnología móvil que beneficia a los clientes gracias a una drástica reducción de los costos de transacción en toda la cadena de valor, desde el marketing hasta la liquidación de reclamos. Un conocido proveedor de este tipo de soluciones es BIMA, que provee servicios de seguro y de salud por dispositivos móviles en mercados emergentes. Otra área en que la tecnología ha demostrado ser efectiva para reducir la brecha en el aseguramiento es el seguro del comportamiento, liderado, por ejemplo, por Discovery, asegurador de Vida y Salud de Sudáfrica, pionero en el uso de dispositivos de rastreo y monitoreo. Gracias a esta innovadora forma de aseguramiento se han sorteado obstáculos de larga data que no permitían que los mercados fueran eficientes, tales como el riesgo moral y la selección adversa. El seguro entre pares, ofrecido, por ejemplo, por Friendsurance, va en la misma dirección al mitigar el riesgo moral y el fraude en seguros. Por último, pero no menos importante, el seguro paramétrico -aprovechar la tecnología móvil y la meteorológica- puede dar lugar a adelantos en seguro Agrícola. Un ejemplo es el programa Kilimo Salama (Acre) en Africa Oriental.

“Veo cuatro grandes áreas en las que la tecnología ya ha ayudado a reducir brechas en el aseguramiento: primero, los seguros del Clima basados en coberturas paramétricas; segundo, la distribución móvil de microseguros; tercero, los puntos de ventas, tales como redes minoristas; y cuarto, el diseño y la venta de productos por Internet en mercados más maduros”.

Rolf Hüppi, Fundador, Presidente y CEO, ParaLife

Hacia la Cadena de Valor Virtual

Para poder cosechar estos beneficios en nombre de los clientes es necesario que las aseguradoras digitalicen sus actuales cadenas de valor (ver Figura 1). El efecto de la digitalización en toda la cadena de valor es generalizado e impregna las áreas de pre-compra, ventas y operaciones. En primer lugar, reformula la manera en que los clientes descubren y perciben la pre-compra de propuestas de seguros. En segundo lugar, las ventas mejoran a causa de los menores costos resultantes de la desintermediación y de la creciente conversión de potenciales clientes gracias a las soluciones personalizadas y a los canales de distribución física mejorados digitalmente. Tercero, la adopción de procesamiento directo puede hacer reducir drásticamente los costos administrativos. Sumado a los “grandes datos” y al análisis predictivo, la digitalización podría redundar en una baja sustancial del índice de siniestralidad.

Abordar el Riesgo Moral

Como lo demuestran muchos casos de estudio, la digitalización reduce la probabilidad de que un asegurado sea más descuidado, que actúe contra los intereses de otros asegurados, simplemente porque está protegido. Los “grandes datos” permiten fijar precios sobre la base de los riesgos, lo cual envía una poderosa señal al asegurado acerca de su propio grado de riesgo y, a la vez, probablemente aliente cambios en su comportamiento. En la actualidad la mayoría de las aseguradoras aun emplean métodos actuariales tradicionales y sustitutos para riesgos que se basan en generalizaciones; por ejemplo, primas que dependen de la edad y del género. Sin embargo, la tecnología moderna les permite a las aseguradoras medir los comportamientos individuales y en tiempo real de manera mucho más exacta, no sólo por dispositivos de monitoreo sino también por las redes sociales. Como tal, los “grandes datos” pueden contribuir a mitigar el riesgo moral para los riesgos que pueden ser controlados por el tomador y, por ende, hacer que los mercados de seguro funcionen más eficientemente. Sin embargo, la tarificación diferencial en los mercados de seguro podría llegar a suscitar inquietud acerca de la solidaridad social cuando los principales factores de riesgo escapan el control del cliente. Los seguros de Vida y de Salud son ejemplos obvios.

Otra interesante idea es que podrían usarse los “grandes datos” incluso para extender los límites de asegurabilidad, e impulsar nuevos tipos de seguro que hoy no son viables debido a las limitaciones de información y al riesgo moral. Pensemos, por ejemplo, en los sofisticados productos basados en índices, en los que el comportamiento individual y las incertidumbres que lo rodean ya no son un impedimento.

Eliminar Asimetrías de Información

En la era digital, las tradicionales asimetrías de información en seguros están destinadas a desaparecer, y tanto las aseguradoras como los tomadores se beneficiarán con mejor información y con fuentes de datos a un costo mucho menor. En este entorno, los “grandes datos” permiten realizar saltos cualitativos en lo que se refiere a clasificación del riesgo y hacen al seguro más atractivo para los riesgos “buenos”, cuya probabilidad siniestral se traduce directamente en precios individuales más favorables. Esos riesgos ya no deberán pagar una prima que refleje la probabilidad siniestral de toda la población, lo cual posiblemente no haya favorecido la compra de seguros en el pasado.

“Al usar indicadores de comportamiento como una forma más coherente de evaluar el nivel de riesgo, las aseguradoras podrían ampliar la cobertura de manera segura y responsable para llegar a muchas más personas, sin asumir riesgos desproporcionados y así reducir la brecha en el aseguramiento”.

David Shrier, Director Gerente, MIT Connection Science

Recortar los Costos de Transacción

Al bajar en primer lugar el costo de recolección y procesamiento de información, la digitalización le permite a las aseguradoras administrar, suscribir y fijar el precio de riesgos como así también liquidar reclamos de manera más exacta y eficiente. En los mercados competitivos, las aseguradoras deberán transferir los menores costos a sus tomadores en forma de menores primas de seguro. En general, la digitalización elevará la eficiencia de los mercados de seguro y beneficiará a los consumidores por los menores costos de transacción y de información. A medida que los seguros se vuelvan más asequibles, la revolución digital permitirá que se compren más seguros. Cambiará la economía de la auto-retención al tiempo que bajen los incentivos para incluir riesgos en los estados financieros de las personas, hogares o empresas.

Como ya se indicara, esto es particularmente relevante para los mercados de bajos ingresos, donde la tecnología -por ejemplo, una infraestructura de pagos móvil y confiable- puede facilitar el ofrecimiento de muchos tipos de seguro al reducirse drásticamente los costos de transacción.

“Desde el punto de vista de un país en desarrollo y de mercado masivo, la excesiva complejidad de los productos y la falta de flexibilidad en los canales de pagos se encuentran entre las principales razones para el infraseguro y la aun limitada relevancia del seguro. La tecnología móvil y digital puede atender ambas cuestiones y, sin duda, lo hará”.

Gustaf Agartson, CEO, BIMA

En general, se espera que las tecnologías modernas estimulen la demanda de seguros por tres grandes medios: asequibilidad, conocimiento y atractivo, según se muestra en la Figura 2.

Estimular la Asequibilidad, el Conocimiento y el Atractivo de los Seguros

La asequibilidad mejora a medida que el costo de producción del seguro disminuye de manera significativa. Como se explicó previamente, la digitalización permite realizar grandes ahorros en todas las áreas clave de costo: reclamos y liquidaciones de reclamos, adquisición y administración. Por consiguiente, las personas y las viviendas y también las empresas reexaminarán su manera de abordar la auto-retención y es probable que transfieran más riesgos a los operadores profesionales. Naturalmente, la digitalización de las cadenas de valor existentes exige inversiones cuantiosas a lo largo de varios años. Por lo tanto, pasará un tiempo antes de que se materialicen los ahorros de costos y las mejoras en la asequibilidad.

Las redes sociales y las herramientas móviles de comunicación permiten que el público tenga un mejor conocimiento del seguro, sus costos y beneficios como así también de los principales productos. Junto con una mayor asequibilidad, se espera que los mayores niveles de conocimiento constituyan un poderoso catalizador para incrementar la penetración de seguros particularmente en los países emergentes y en desarrollo.

Finalmente, la digitalización llega a pasos agigantados en lo que respecta a experiencia del cliente. Una comunicación sin complicaciones y más uniforme, combinada con una más favorable relación costo-beneficio de productos de seguro más personalizados puede aumentar significativamente el atractivo del seguro, lo cual, también en los mercados maduros, debería ayudar a acortar la brecha en el aseguramiento. En el Gráfico 1 se muestra el margen para tales mejoras sobre la base de la disparidad que se percibe entre las expectativas del tomador y las ofertas de las aseguradoras.

“Las insuficiencias del tradicional modelo de negocios del seguro son en gran medida autoimpuestas. En general, las aseguradoras no entienden a sus clientes. Lo mismo sucede con la manera de explicar sus propios productos y de recoger y usar datos de suscripción”.

Dennis Just, CEO del Grupo y Responsable de Cumplimiento, Knip AG

La Determinante Respuesta Regulatoria

Los reguladores, considerablemente inexpertos en las cuestiones digitales, tienen ante sí un desafío formidable: fomentar el desarrollo de tecnología financiera, mejorar los modelos de negocios tradicionales en el sector y facilitar los nuevos, sin dar lugar a las posibilidades de fracaso y a una pérdida de confianza pública, y encontrar un equilibrio entre la innovación y la seguridad. Más concretamente, los reguladores necesitan conciliar la protección aseguradora con el uso de los datos; deben definir el margen de diferenciación por precio que tendrán las aseguradoras en la era de los “grandes datos” y decidir el tratamiento que se dará a los no aseguradores que incursionen en la venta de seguros. La creación de “cajas de arena regulatoria” puede ayudar a que tanto los reguladores como las entidades reguladas adquieran experiencia en este territorio inexplorado.

Conclusión y Recomendaciones

La digitalización es una herramienta única para que las aseguradoras desarrollen productos y soluciones más asequibles, eficientes y dirigidas al cliente, y así incrementar el valor social del seguro. Sin embargo, para lograrlo -y adelantarse a nuevos competidores potencialmente disruptivos- es necesario que las aseguradoras abandonen su zona de comodidad. La imperiosa necesidad de digitalizar la cadena de valor seguramente presentará grandes desafíos, e incluso tribulaciones, para los actuales operadores; desde manejar conflictos de canal hasta implementar reducciones de personal en las funciones administrativas.

Las aseguradoras que hagan una virtud de la necesidad de cambiar no sólo salvaguardarán su actual lugar en las economías maduras y en desarrollo, sino que, como ya hemos expresado, también tienen mejores oportunidades de acortar brechas de larga data en una amplia gama de áreas, desde desastres naturales hasta cuidado de la salud. En definitiva, la tecnología moderna, con su propuesta de mayor valor y mejor experiencia con clientes, podría llevar a reformular completamente los beneficios y el papel del seguro y así lograr que el concepto de transferencia y gestión de riesgo cobren una relevancia inusitada.

No sólo las aseguradoras sino también los reguladores deben enfrentar el desafío de seguir el ritmo del cambio tecnológico. Necesitan hacer grandes inversiones en conocimientos digitales para entender los nuevos modelos de negocios. En general, los reguladores deben encontrar un delicado equilibrio: por un lado su misión es cerciorarse de que los tomadores estén adecuadamente protegidos también en el mundo de los seguros digitales. Al aplicar políticas de prevención en cuanto a déficits de seguridad, competencia desleal y comportamiento fraudulento, por ejemplo, los reguladores cumplen una función fundamental para que los clientes confíen en las formas digitales de producir y vender cobertura de seguros. Por otro lado, las medidas regulatorias precipitadas e intervencionistas podrían ahogar la innovación en seguros y poner en riesgo los muchos beneficios derivados de la tecnología.

Si bien la (r)evolución digital de la industria aseguradora recién ha comenzado, la tecnología ya ha ayudado a reducir la brecha en el aseguramiento. Entre los ejemplos mencionados en los estudios de casos presentados en este informe, encontramos el seguro climático basado en coberturas paramétricas, la distribución móvil de microseguros y el diseño y venta de productos por internet en los mercados más maduros.

Puede leerse este informe en la página Web: https://bit.ly/GATechGapReport

Traducción: Graciela Padilla

Fuente: http://www.mercadoasegurador.com.ar/articulos/blog_single/13

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