(f) GUIA PARA EJECUTIVOS: Qué tener en cuenta a la hora de elegir un seguro
El mercado ofrece cada vez más variantes de seguros personales y patrimoniales y se hace más complejo decidir qué conviene. Aquí, una guía exhaustiva sobre qué tener en cuenta a la hora de elegir una póliza y qué leer, en la ‘letra chica’. El Cronista entrevistó a una serie de ejecutivos para analizar el tema, cuyas principales aspectos se detallan a continuación:
En la novela El Lamento de Portnoy, de Philip Roth, el padre del protagonista comercializa seguros y su principal muletilla es “siempre es bueno tener un paraguas”. Si bien el seguro no evita los riesgos, ante un siniestro, da protección según las condiciones convenidas en la póliza. El seguro es “la forma más económica para procurar un amparo efectivo frente a los riesgos que acechan a una persona”, según sostiene un documento de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), ya que si, en vez de recurrir a la actividad aseguradora, se elige ahorrar por cuenta propia para paliar un posible siniestro, “no sólo se inmoviliza un capital mayor, sino que podría suceder que, al momento del siniestro, la suma ahorrada no fuera suficiente para cubrir el daño”.
Ahora bien, ¿cómo se construye una póliza y qué hay que tener en cuenta? Aquí, una guía para ejecutivos para sacar provecho este año de las coberturas y entender a fondo la ‘letra chica’.
En el ramo Patrimonial, la industria del Seguro agrupa riesgos homogéneos y calcula su tasa de prima pura, es decir, el volumen de siniestros dividido por la cantidad de asegurados. Si la aseguradora selecciona mejor el riesgo, la prima pura -es decir, el costo de la póliza- es menor. Por ejemplo: los autos se agrupan por marca, modelo y zona del país en el que se usará.
Análogamente, los seguros de Vida emplean tablas de mortalidad, a partir de las cuales se calcula la tasa de prima pura. En rigor, deberían pagar menos prima los jóvenes porque, a mayor edad, sube el riesgo de muerte; pero, en la práctica, se suele aplicar una prima única nivelada. Además, hay seguros de vida con ahorro o no (ver aparte).
Las aseguradoras trabajan con bases de datos de siniestros. Cuanta más información poseen, menor es el coeficiente de dispersión de riesgo, que es el riesgo asociado al desvío respecto de la tasa de prima pura y que se traduce en un extra que se le cobra al asegurado. Al calcular la tasa de “prima de tarifa” a la tasa de “prima pura” se le suman, además del coeficiente de dispersión de riesgo, las comisiones de los productores y los gastos de explotación, que dependen de la eficiencia administrativa de la aseguradora.
En paralelo a este negocio directo, hay otro indirecto, que es financiero y genera una renta adicional. Así, la industria del seguro genera un resultado industrial y otro indirecto o financiero. Sin embargo, una aseguradora no puede absorber riesgos sin límite. Por eso, la SSN establece encajes de primas y el capital mínimo que deben respetar las aseguradoras.
Aun comprendiendo estos rudimentos, elegir un seguro puede ser un dolor de cabeza. Por eso, a continuación, presentamos los principales puntos a considerar, según aconsejaron a Seguros Francisco Susmel, consultor de M. & M. Bomchil, y Pablo Curatella, subgerente de Seguros Generales de Mapfre Argentina, entre otros especialistas:
– ¿Cómo elegir la aseguradora y el productor?
El precio de la prima no es el único elemento importante para conseguir una buena protección, sino también el servicio del productor-asesor elegido y la reputación de la aseguradora.
– ¿Qué se debe buscar en una aseguradora?
Antes que nada, que esté autorizada por la SSN, que podrá tomar acción a favor del asegurado en caso de inconvenientes. Además, se puede consultar la información de cada compañía que difunde la SSN.
– ¿Qué se debe buscar en un productor de seguros?
Debe estar inscripto en el “Registro de productores asesores de seguro” de la SSN. Es importante consultarlos antes de contratar una cobertura.
– ¿Qué información es crucial que figure en el contrato?
Los datos del asegurado, beneficiario/s de la póliza, riesgos cubiertos, la suma asegurada y la forma de pago (en la mayor parte de los seguros, las coberturas quedan sin efecto por falta de pago). Es clave que la suma asegurada haya sido establecida correctamente y se establezca cómo actualizarla.
– ¿Conviene y se pueden negociar los términos o es un contrato de adhesión?
La póliza debe ser previamente aprobada por la SSN, por lo que su texto puede sufrir pocas modificaciones. En la práctica, la mayor parte de las contrataciones de seguros por parte de personas físicas funciona como un contrato de adhesión. Las modificaciones a los contratos o la adaptación a los pedidos o necesidades de cada cliente se hacen a través de los llamados endosos, que son adicionales a las pólizas pre impresas que, obligatoriamente, deben ser firmadas por la compañía y entregadas a los asegurados.
– ¿La letra chica es relevante?
Sí, puede dar lugar a sorpresas y es aconsejable que quien contrata un seguro tome conocimiento de cada una de las cláusulas de la póliza y, en particular, de sus endosos.
– ¿Qué particularidades tiene el contrato para una cobertura de Vida o Patrimonial?
La cobertura de Vida se suele establecer en beneficio de terceros -familiares del asegurado-, mientras que los seguros patrimoniales suelen ser en beneficio del propio asegurado. Además, los seguros de vida tienen un horizonte temporal de varios años, mientras que las coberturas patrimoniales suelen regirse por plazos anuales.
– ¿Cómo proceder en caso de que acontezca el siniestro?
Es clave notificar del siniestro al asegurador dentro de los tres días de conocido el mismo. Si no, el asegurador puede rechazar el riesgo. La notificación le permite al asegurador cumplir con las obligaciones con su reasegurador, manteniendo así la cadena de responsabilidades respecto de cada riesgo.
– ¿El contrato debe especificar cómo se ajustará el valor de la prima y del monto asegurado?
Sí. Las primas y las coberturas se establecen al momento de la negociación del contrato y de la emisión de cada póliza. Si bien están en vigencia las disposiciones de la Ley de Convertibilidad -restrictivas de los ajustes de precio en un contrato-, las partes pueden convenir revisiones periódicas y también mecanismos de variación.
– ¿Son válidos los contratos de seguros en dólares?
Sí. Pero el Poder Ejecutivo envió al Congreso una propuesta de nuevo Código Civil que volvería a colocar a las obligaciones en moneda extranjera en una situación parecida a la que rigió hasta 1991, cuando, al exigirse el cumplimiento del contrato en dólares, el obligado podía entregar el equivalente en moneda nacional.
– ¿Hay que recurrir a asesoramiento legal antes de firmar?
No necesariamente. El productor asesor ayuda al potencial asegurado (su cliente) a seleccionar el tipo de cobertura y la compañía de seguros. Pero, a medida que crece la complejidad de las pólizas o el importe en juego -tanto por el volumen de las primas como por el de la cobertura- puede ser aconsejable contar con asesoramiento legal previo a la contratación del seguro.
– ¿La póliza debe ser impresa?
Sí. Los medios de negociación, orales, telefónicos, por correspondencia u online, son válidos, pero la póliza emitida por escrito e impresa sigue siendo necesaria.
– ¿El contrato debe aclarar cómo se invertirán las primas abonadas?
No necesariamente. La forma en la cual las compañías de seguros invierten sus recursos es regulada en detalle por la SSN, la cual brinda a las compañías un menú, con proporciones máximas -y, recientemente, también con proporciones mínimas-, de cada una de las alternativas (plazos fijos, títulos públicos y acciones, entre otras). Por esa razón, en todos los seguros patrimoniales y en una parte importante de los seguros de vida, las pólizas nada dicen al respecto. Pero en muchas coberturas de vida, con ahorro, es común que las pólizas establezcan un menú detallado convenido con el asegurado. En estos casos, las compañías suelen remitir anualmente un informe sobre el contenido de las inversiones y el desempeño de la cartera. Los asegurados tienen la posibilidad de comprobar si la compañía se ajustó a las condiciones de la póliza.
– ¿A quién recurriría en caso de que se presenten diferencias entre las partes?
La SSN cuenta con un Departamento de Orientación y Asistencia al Asegurado (DOAA), que es un ámbito específico de atención y tratamiento de consultas, quejas y reclamos de los usuarios. La denuncia o presentación ante la SSN es gratuita y no requiere de gestoría ni patrocinio letrado. Además, la Asociación Argentina de Compañías de Seguros cuenta con la figura del “Defensor del Asegurado” para recibir las quejas y dudas de los clientes de las aseguradoras.
(fuente: Programa 100% SEGURO [info@cycweb.com.ar] 15/2/13)