El positivo por Ébola de una auxiliar de enfermería en España ha vuelto a suscitar algunos interrogantes sobre las claves de esta enfermedad.
El positivo por Ébola de una auxiliar de enfermería en España que atendió a los religiosos Manuel García Viejo y Miguel Pajares, primer contagio de la enfermedad fuera de África, volvió a suscitar algunos interrogantes sobre las claves de esta enfermedad contagiosa y con un alto índice de mortalidad.
¿Cómo se contagia el Ébola?
El Ébola es una enfermedad que transmiten a los humanos los animales salvajes (monos y murciélagos de la fruta, especialmente estos últimos, que son las especies consideradas huéspedes naturales del virus). Entre personas, el contagio se produce únicamente por contacto directo con sangre, líquidos orgánicos o tejidos de las personas infectadas.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad?
Los primeros síntomas del Ébola son fiebre repentina y alta, debilidad intensa y dolor muscular, de cabeza y de garganta, seguido de vómitos, diarreas, erupción cutánea, funciones renal y hepática alteradas e intensas hemorragias internas y externas.
¿Cómo se diagnostica una persona contagiada?
Una vez que se comprueba que un paciente presenta síntomas compatibles con la enfermedad (especialmente fiebre alta y persistente) se lo somete a análisis de orina y saliva.
Los exámenes más comunes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son pruebas de: inmunoadsorción enzimática (Elisa), detección de antígenos, seroneutralización, reacción en cadena de polimerasa con transcriptasa inversa y aislamiento del virus mediante cultivo celular. Las muestras de los pacientes infectados tienen un enorme peligro biológico y deben tomarse en condiciones de máxima protección.
¿Cuánto tarda en manifestarse?
El periodo de incubación varía de 2 a 21 días, aunque generalmente los síntomas aparecen entre los 5 y 10 primeros días tras el contagio.
¿Cómo actúa el virus?
El virus altera un tipo de células llamadas «endoteliales» que recubren la superficie interior de los vasos sanguíneos y la coagulación. Al dañar los vasos sanguíneos las plaquetas no son capaces de coagular, y los pacientes sucumben a un shock hemorrágico que deriva en una pérdida muy grave de sangre.
¿Hay cura para el Ébola?
No existen tratamientos específicos ni vacunas fiables que hayan dado resultados positivos concluyentes en humanos. La esperanza son unos cócteles de anticuerpos que fueron probados con éxito en monos y experimentalmente en algunas personas, el más conocido de ellos es el ZMapp.
La producción a gran escala de estos medicamentos, que resulta muy lenta, es el principal reto en estos momentos, ya que se dispone de muy pocas unidades. Otra vía de investigación que se está probando es el tratamiento con plasma de convalecientes que superaron la enfermedad. La OMS autorizó la investigación con ocho tratamientos experimentales y dos vacunas.
¿Cómo funcionan los anticuerpos?
El cuerpo humano tiene la capacidad de generar por sí mismo los anticuerpos para combatir el Ébola al igual que cualquier otra infección, aunque el problema es que el avance del virus dentro del organismo hasta resultar mortal es tan rápido que el cuerpo no tiene tiempo de generar las defensas.
Los anticuerpos o inmunoglobulinas son grandes proteínas capaces de reconocer determinadas moléculas invasoras y adherirse a ellas bloqueándolas.
¿Siempre resulta mortal?
La fiebre hemorrágica del Ébola es una de las enfermedades más mortíferas para el hombre, con una tasa de mortalidad del 25 al 90 por ciento.
¿De dónde viene el nombre?
Ébola es el nombre del río próximo a la aldea de Yambuku (República Democrática del Congo) donde se detectó el primer brote epidémico de la enfermedad en 1976, de manera casi simultánea a otro en Nzara (Sudán).
Fuente: La Vanguardia.