El Origen de las Frases Ilustres…

(f) «Hasta que las velas no ardan». En realidad quien utiliza esta frase no tiene la mas remota idea de su origen. Seguramente, también, de conocerlo no se usaría tan habitualmente, porque el origen es bastante oscuro.

La expresión nace en los prostíbulos. En las épocas en que no existía la luz eléctrica y los relojes eran objetos de lujo, la madama le entregaba al cliente una o varias velas, según lo pagado. Cuando se consumían, el turno había concluído, esto es, había sexo «hasta que las velas no ardan».

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