(f) De la emergencia a un plan para la red vial
Impulsado por el incremento de la motorización, la actividad económica y el volumen de comercio, el sistema de carreteras argentino se enfrenta a un importante desafío: responder con adecuada capacidad y calidad al aumento de la circulación vehicular.
Por Lucio Castro y Paula Szenkman (*)
Lucio Castro
El mundo entero enfrenta un mayor uso de automóviles y, con ello, la necesidad de mitigar impactos como la mayor congestión, accidentes y emisiones, que generan externalidades negativas para la sociedad, y afectan la competitividad.
En el caso argentino, la problemática cobra particular relevancia ya que el sistema carretero transporta 94% del volumen total de cargas. Esto no solamente marca la importancia de este modo de transporte en el movimiento de los bienes, sino que también es síntoma de una matriz distorsionada. El ferrocarril solo transporta 5% de las cargas, aun siendo socialmente más eficiente en algunos tramos.
A su vez, si bien la cobertura de la red vial es relativamente amplia, cuenta con una alta proporción sin pavimentar, mantenimiento escaso y tramos de doble calzada insuficientes: mientras que deberían ser de 5.000 km, los tramos de doble calzada no alcanzan hoy los 2.000 km.
Es cierto que la inversión pública en la red vial se ha incrementado notablemente en los últimos años: aumentó ocho veces su participación en el Producto Bruto Interno (PBI), y pasó de ser 42% de la inversión total en vialidad en 2002 a explicar 97% en 2010. Al mismo tiempo, el peso de la inversión de los concesionarios privados se redujo de 39% a solo 2%, en un marco signado por el congelamiento de tarifas viales y el debilitamiento de los marcos regulatorios. Esta composición arroja algunas alertas sobre la calidad y sustentabilidad de la inversión.
En este contexto, alcanzar los requerimientos de capacidad y calidad del sistema carretero que contribuya con la competitividad del país se presenta como un desafío no menor.
Paula Szenkman
Financiamiento mixto
Es crucial avanzar hacia un plan de financiamiento mixto y gestión y conservación privada para ampliar la capacidad de los principales corredores viales del país y alcanzar los 7.000 km de autopistas o autovías para 2020. En este punto, es fundamental seguir criterios técnicos y económicos, y usar herramientas modernas de planificación integrada de la infraestructura, en paralelo a la implementación de proyectos de mejora ferroviaria, de las vías navegables, de desarrollo portuario y de mejora en los pasos de frontera.
La mayor parte de los corredores troncales que es necesario ampliar o mejorar son redes dadas en concesión por peaje. El resto puede ser añadido al momento de la renovación de las concesiones, lo que permite asegurar el mantenimiento y la calidad de los servicios.
Por su parte, el financiamiento puede provenir de los fondos específicos existentes, de aportes del Tesoro, de una contribución de los usuarios y también de organismos multilaterales de crédito.
La Dirección Nacional de Vialidad puede ser el ente que implemente esta política, que tendría que reforzar sus planteles técnicos y capacidad operativa. Además, sería necesario crear un consejo asesor integrado por especialistas independientes de reconocida solvencia, que vele por la eficiencia y transparencia de la ejecución.
El transporte es crucial para el desarrollo económico y social de nuestro país. Gracias a su capacidad de proveer movilidad a las personas y a los bienes, impacta directamente sobre la competitividad empresaria, la cohesión social, el medio ambiente y la integración territorial. Por eso, es fundamental desarrollar una estrategia nacional de transporte, que asuma los desafíos y las oportunidades que cada nodo del sistema presenta, para garantizar un sistema que no solo redunde en una mayor competitividad, sino también en una mayor equidad.
(*) Lucio Castro y Paula Szenkman, son director y coordinadora del Programa de Integración Global de CIPPEC (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), respectivamente.
(fuente: http://www.mercado.com.ar/notas/informes/374075/de-la-emergencia-a-un-plan-para-la-red-vial)