Herramienta empresarial de la sociedad civil organizada

Herramienta-empresarial-sociedad-civil-organizadaLas cooperativas son sociedades de personas y empresas a la vez. Promotores y trabajadores asumen el riesgo de la iniciativa empresarial.

Las cooperativas son organizaciones promovidas por un grupo de personas que voluntariamente deciden asociarse para desarrollar una actividad empresarial que les ha de permitir satisfacer una necesidad común. Es el concepto de ayuda mutua. Sus promotores y trabajadores asumen el riesgo de la iniciativa empresarial. La viabilidad económica y financiera de la cooperativa depende del esfuerzo de sus socios y trabajadores para garantizar recursos suficientes.

Algunas cooperativas pueden estar constituidas por centenares de socios aunque domina la pequeña y mediana dimensión. Como cualquier otra empresa, pueden beneficiarse de subvenciones públicas, pero no están gestionadas directa o indirectamente por las instituciones públicas.

El significado formal de una cooperativa es asociación de personas. Las personas miembros de esta asociación son los socios de la cooperativa. Por su naturaleza jurídica de asociación de personas, las cooperativas son organizaciones que pueden gestionar su gobierno aplicando la regla de oro de la democracia económica: una persona un voto. Las cooperativas no tienen como objetivo principal la maximización de beneficios para su distribución posterior entre los accionistas. Para una empresa cooperativa, la reinversión del beneficio facilita la sostenibilidad económica y financiera del negocio.

Desde la Revolución Industrial

Los orígenes modernos del cooperativismo están asociados a la Revolución Industrial que tuvo lugar en Gran Bretaña en el siglo XIX. En esta primera época, las cooperativas de consumo son las grandes protagonistas. El fenómeno de la Revolución Industrial, del cual también participa Catalunya en la segunda mitad del siglo XIX, comporta una serie de cambios importantes tanto en la forma de producir como en la de consumir. Se producen migraciones de personas del campo a la ciudad. En este contexto, el cooperativismo de consumo surge como un instrumento de defensa de los trabajadores. El cooperativismo de consumo tuvo como objetivos primordiales facilitar la confección de una cesta de la compra y satisfacer necesidades básicas como son educación, cultura y sanidad a los trabajadores de las fábricas del textil.

Estas primeras manifestaciones del cooperativismo aportan los principios cooperativos. Los principios que deben inspirar el funcionamiento de cualquier manifestación cooperativa en cualquier parte del mundo son: adhesión libre y voluntaria; gestión democrática, una persona un voto; distribución limitada de los beneficios; los excedentes repartidos en proporción a las compras de sus socios y acceso a la educación para todos los miembros y trabajadores de la cooperativa.

El resurgir en salud y cultura

En Catalunya, el cooperativismo de consumo alcanzó su máxima expresión social, política y económica en el curso del periodo 1936-1939. El desenlace de la contienda civil española fue desfavorable al cooperativismo, fundamentalmente de consumo. La confiscación del patrimonio y el exilio de sus principales dirigentes provocaron que el cooperativismo en general y, en especial, el de consumo entraran en periodo de reflujo. En el curso de los años 60 del siglo XX el cooperativismo de consumo resurge en nuevos sectores de actividad económica como son salud y cultura.

Las cooperativas agrarias nacieron en los años 80 del siglo XIX en una situación económica y social difícil, a raíz de la crisis de la filoxera. De nuevo, el cooperativismo se utiliza como instrumento de defensa. Ahora son los propietarios de las pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas quienes optan por asociarse y crear un instrumento empresarial que es la cooperativa. La función empresarial fundamental del cooperativismo agrario es agregar la oferta para incrementar la capacidad de negociar el precio de venta de los productos agrícolas en una estructura de mercado oligopsonista (es decir, pocos compradores) con el objetivo de defender y potenciar el nivel de renta de los socios. Durante la dictadura franquista, el cooperativismo agrario se mantuvo en cada pueblo de forma discreta. Con la incorporación de la economía española en el ámbito del mercado único europeo, las cooperativas agrarias entran en procesos de fusión, creación de grupos empresariales y, en definitiva, en procesos industriales que facilitan que el producto agrario llegue al consumidor final y a los mercados internacionales.

Consolidar puestos de trabajo

Otra rama importante son las cooperativas de trabajo asociado. Una primera iniciativa data de 1842 cuando un grupo de trabajadores del textil en paro deciden adquirir una fábrica en crisis y solicitan la ayuda del Ayuntamiento de Barcelona. Aunque en el curso de la historia ha habido intentos de cooperativas de trabajo asociado,- el principal ejemplo es el grupo de cooperativas de Mondragón-, su desarrollo generalizado se consigue a finales de los años 70 del siglo XX cuando coinciden en el tiempo un proceso de transición política y una crisis industrial. La necesidad de disponer y mantener un puesto de trabajo explica que grupos de trabajadores emprendedores opten por crear un instrumento empresarial que les ha de facilitar consolidar su puesto de trabajo. En la actualidad el cooperativismo de trabajo asociado es el que registra un mayor número de cooperativas que operan principalmente en actividades relacionadas con todo tipo de servicios.

 

En un contexto de economía de mercado, se podría considerar las cooperativas como anomalías económicas; sin embargo, las cooperativas existen no solo por razones históricas y altruistas sino también porque representan la forma organizativa o de coordinación óptima para la provisión de ciertos bienes y servicios; sobre todo, cuando el mercado registra información asimétrica (compradores y vendedores no disponen de la misma información) y contratos incompletos.

 

Para ir terminando, volver a enfatizar que las cooperativas son sociedades de personas y empresas a la vez. Desarrollan una amplia variedad de actividades de producción y distribución que contribuyen a la democratización de la gestión económica. Las cooperativas son iniciativas empresariales al servicio de sus promotores.

Fuente: http://www.elperiodico.com/es/noticias/mas-valor/cooperativas-herramienta-empresarial-sociedad-civil-organizada-4844187

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