Innovación: la fórmula de los que se fijaron un objetivo más allá de las limitaciones

innovacion la formula dic 2015En el Malba, LA NACION y Strategy& reunieron a especialistas, empresarios y emprendedores, que destacaron la importancia de animarse a romper moldes

En tiempos en que se augura, avances tecnológicos mediante, un final certero de la mitad de los trabajos actuales y en que las ocupaciones exceden las fronteras del conocimiento que ofrecen las universidades, ¿cuán fascinante puede resultar ser contador? Javier Casas Rúa, que está al frente de la consultora PwC en la Argentina, afirma que puede ser más fascinante de lo que parece. «La innovación tiene poco que ver con la profesión de grado», dijo.

Sus palabras marcaron una de las tantas reflexiones que surgieron durante la jornada de innovación que LA NACION organizó en forma conjunta con Strategy&, una compañía de PwC. El evento desarrollado en el Malba el 3 de este mes reunió a especialistas, empresarios y emprendedores para debatir en torno de un lema: «Innovación: la fórmula de los que rompieron el molde».

En la apertura, Carlos Guyot, secretario general de Redacción de LA NACION, aportó una definición: «La innovación es una palanca para hacer crecer nuestras organizaciones», cualquiera que sea el sector en el que estén insertas.

Los oradores coincidieron en la importancia estratégica de la innovación para mantener la competitividad de las empresas. Hubo una variedad de enfoques: se habló de la gestión de procesos creativos, de nuevas empresas, de tendencias y de casos de éxito relatados por sus protagonistas. Además se detectaron sesgos que estancan a individuos y compañías en un conservadurismo capaz de destruir cualquier cambio.

El economista Sebastián Campanario, columnista de este suplemento, sorprendió al auditorio con un caso de innovación poco común en los escenarios: la pornografía. «La primera película pornográfica se filmó en la Argentina en 1907; el primer largometraje se hizo 85 años después», contó. El objetivo, además de despabilar al público en la primera charla de la mañana, fue señalar que en el país «hay mucha creatividad de base, pero algo pasa en el medio que hace que tengamos la menor tasa de patentes de América latina».

Se trata, según la teoría de Sendhil Mullainathan -el economista indio que parafraseó Campanario-, del «problema de la última milla». La solución, planteó, es crear un «ministerio de los detalles». Así se refirió a que existen grandes planes de largo plazo, pero hay pocos para resolver lo pequeño; esos que completan «los cinco que faltan para el peso».

En ese sentido, y en sintonía con otros de los expositores, mencionó algunas trabas culturales que afectan a la innovación. La aversión a perder fue la primera. «Al escribir Messi en Google, la primera frase que surge es ‘Messi es un perro'». El ejemplo del astro del Barcelona sirvió para fundamentar «la crueldad con la que tratamos al fracaso, que lleva a actitudes muy conservadoras», según Campanario.

El siguiente escollo para la innovación señalado por el especialista fue «el efecto cepillo de dientes». Explicó: «Todos tenemos una idea, que es la mejor y no queremos usar la del otro».

Claro que hay excepciones: de la Argentina surgieron cuatro de los seis «unicornios» (empresas valuadas en más de 1000 millones de dólares) latinoamericanos. Los casos de Mercado Libre, Globant, OLX y Despegar volvieron a aparecer en pantalla, como suele ocurrir cuando se habla de oportunidades y potencial del talento local. Pero, otra vez, como casos excepcionales.

La innovación puede surgir de quienes hayan emprendido en busca de «lunes felices». Sin embargo es también la receta que, por obligación o por voluntad, siguen las grandes firmas. Cualquiera que sea su talla, pensar más allá de los límites, out of the box, se ha vuelto un imperativo para las empresas. «La zona de confort se volvió zona de riesgo», resumió Campanario.

Fernando Zerboni, especialista en Negocios del Futuro de la Universidad de San Andrés, opuso a los modelos cerrados tradicionales de las corporaciones, la apertura de los actuales, como es por ejemplo la economía colaborativa, que habilita la cocreación.

Tal es esa apertura que los competidores ya no surgen necesariamente del mismo sector, sino que están por todos lados. Lo prueba, por caso, el modelo de Airbnb, que amenaza a la industria hotelera y que de tan disruptivo hasta quedó fuera del alcance de las variables económicas con las que se calcula el PBI norteamericano.

En la Argentina, la ciudad de Buenos Aires se ha convertido en una usina de ideas donde, según contó Mariano Mayer, ex director de Emprendedores porteño y actual secretario Pyme de la Nación, el ecosistema ya cuenta con el apoyo de unas 40 instituciones. Entre ellas, NXTP Labs, que invirtió en 160 start ups, precisó la representante de la aceleradora Marta Cruz. Mayer destacó además la matriz que crece en Córdoba y el incipiente desarrollo de Jujuy.

Barbie Store, creado en la Argentina antes de que se le ocurriera a Mattel; las impresoras 3D de Trimaker, y los desarrollos de Wolox fueron los casos de éxito destacados. Por el lado de los grandes que no descansan, 3M, Globant y el Grupo Newsan expusieron sus estrategias para no perder el ritmo en sus mercados.

El final feliz depende, según los voceros de PWC, de ligar la innovación a la estrategia de las empresas, en las que la cultura será determinante.

Luján Scarpinelli

 (fuente: http://www.lanacion.com.ar/1853559-innovacion-la-formula-de-los-que-se-fijaron-un-objetivo-mas-alla-de-las-limitaciones)

Lectura sugerida por Presidencia del CA – Muchas gracias María Belén Gomez por aportarla.

 

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