La gestión de los riesgos emergentes precisa de un análisis sólido y nuevos modelos de cuantificación

El nuevo informe elaborado por GUY CARPENTER identifica los riesgos virtuales (ciber), la tecnología, la longevidad y los daños y perjuicios por catástrofe como las principales amenazas a las que se enfrentan las compañías de seguros. El informe explica también cómo las aseguradoras y reaseguradoras pueden llegar a gestionar este tipo de riesgos.

“La aparición de riesgos globales en mayor número y con mayor complejidad está retando la forma en la industria aseguradora evalúa, analiza y gestiona estas nuevas exposiciones”, afirma Will Garland, presidente de Líneas Especiales del bróker para Estados Unidos.

Este informe recurre a datos de brechas para mostrar la dificultad de hacer una previsión de los riesgos emergentes. Es fundamental determinar la probabilidad de un suceso y, una vez que sucede, determinar su magnitud y las pérdidas que implica. Sin embargo, este tipo de información que se utiliza mucho en las catástrofes naturales, no existe para riesgos relacionados con el mundo virtual e Internet.

La dificultad de predecir catástrofes y de frenar la evolución tecnológica

Además, los riesgos tecnológicos están en permanente evolución, como es el caso de la nanotecnología y la tecnología química. El aumento de las aplicaciones comerciales para drones y otras innovaciones tecnológicas que minimizan la implicación humana aumentan a su vez los casos de utilización inadecuada e incorrecta. Según el informe, algo similar se detecta en cuanto a la longevidad, cuyos cambios son difíciles de predecir, y aquí el reto para las reaseguradoras y aseguradoras pasa por la imposibilidad de medir el riesgo, ya que no se pueden anticipar ni calcular su impacto.

GUY CARPENTER también apunta que los daños por catástrofes, que han aumentado sustancialmente en la última década tanto en número como en intensidad, plantean a las compañías riesgos para los cuales probablemente no contaban con provisiones suficientes.

Según Victoria Jenkins, responsable de Innovación Tecnológica para  Europa, Medio Oriente y África, “los riesgos emergentes necesitan ser considerados con cuidado y atención sobre todo en el proceso de atribución de reservas y disponer de capital para poder minimizar las eventuales pérdidas. Este tipo de riesgos pueden provocar una reacción en cadena que puede provocar daños a las compañías durante años  y llevarlas incluso a la insolvencia”.

(fuente: BDSAL – 16/9/15)