Sólo 1,2 de cada 10 hogares logró reunir recursos clasificados como de sector medio a alto, según pudo observar Idelas-UCES con datos del Indec.
A partir de las estadísticas oficiales de Distribución del Ingreso por deciles de los hogares, el Instituto de Estudios Laborales y Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales calculó que al cierre del último trimestre de 2014 un 23% de los hogares era indigente; 32% pobre no indigente; 33% recibía un ingreso medio bajo, y 12% sumaban los estratos medio a altos.
Para llegar a esa estratificación de la sociedad, según nivel de ingreso, Idelas-UCES tomó como punto de partida la definición del Salario Mínimo Vital y Móvil que se agregó en la reforma constitucional de 1949: «la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia por su jornada laboral, para asegurarle la satisfacción de sus necesidades básicas, esto es alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y cobertura previsional». Constituye el verdadero umbral de pobreza.
Sobre esa base y siguiendo la clasificación que utilizó el director general de la Consultora Equis, Artemio López en el libro: La devaluación: Efectos sociales persistentes tras la salida de la convertibilidad, de 2005, Idelas-UCES asumió que una familia promedio constituida por dos personas adultas y dos menores de 10 años y que, según el Indec, consume el equivalente a 3,09 adultos, es indigente cuando no logra reunir al cabo de un mes el equivalente a un SMVM; pobre no indigente al que supera ese umbral de referencia pero no alcanza a percibir dos SMVM; medio bajo al que se ubica entre 2 y 4 SMVM; medio pleno de 4 a 8, medio alto de 8 a 32 y alto al que supera a 32 SMVM.
Según esos parámetros, en los últimos siete años, frente a un aumento estimado de la población en 2,7 millones, la legión en estado de indigencia que midió Idelas disminuyó en 950 mil personas, pero se elevó en 1,65 millones la de pobreza. También creció en 2,47 millones de personas la de ingresos medios bajos y en 610 mil la que percibió un ingreso medio. En cambio, bajó en 313 mil la que ostentaba recursos monetarios mensuales clasificados como medio alto y también bajó en 760 mil la de ingresos altos, esto es superior a 32 salarios mínimo, vital y móvil.
EN LOS ÚLTIMOS SIETE AÑOS BAJÓ LA INDIGENCIA EN 950 MIL PERSONAS, PERO CRECIÓ LA POBREZA EN 2,5 MILLONES
La indigencia y la pobreza en las provincias
Destaca el trabajo privado de Idelas que «el umbral del salario mínimo vital y móvil resulta muy elevado para la mayoría de los aglomerados urbanos del país, habida cuenta de que sólo 9 de 31 ha determinado a fines de 2014 una situación de indigencia inferior al 20% de los hogares. Fueron los casos de Ushuaia – Río Grande 8%; Río Gallegos 11%; Comodoro Rivadavia – Rada Tilly y Ciudad de Buenos Aires 14%; Gran Paraná 15%; La Rioja 16%; Rawson – Trelew 17% y Gran Catamarca y San Luis – El Chorrillo 18 por ciento».
EL UMBRAL DEL SALARIO MÍNIMO, VITAL Y MÓVIL RESULTA MUY ELEVADO DE ALCANZAR EN VARIAS PROVINCIAS
En el otro extremo, con más de 30% de las familias se ubicaron Posadas 33%; Corrientes 34%; Santiago del Estero – La Banda y Gran Resistencia 35%.
El cuadro aparece como más inquietante a la hora de cuantificar los casos con niveles de pobreza inferiores a 20% de los hogares: sólo 4: Ushuaia – Río Grande 10%; Río Gallegos 16%; Neuquén – Plottier 19% y Comodoro Rivadavia – Rada Tilly 20%. Luego le siguen Rawson – Trelew 21% y San Luis – El Chorillo 24 por ciento.
Fuente: INFOBAE (http://www.infobae.com/2015/06/09/1734014-mas-la-mitad-los-hogares-recibe-ingresos-menores-dos-salarios-minimo-vital-y-movil)