¿Cómo prevenir las visitas al taller y evitar el alto costo de los repuestos?

como evitar costos de tallerUn correcto mantenimiento del vehículo es vital para su buen funcionamiento y también para la seguridad. Aquí los tips para tener en cuenta

Llevar el auto al taller es un gasto imprevisto que sorprende, en general, a quienes usan su auto a diario.

Esto es más común entre quienes tienen vehículos usados con varios años de antigüedad, aunque en los 0km o vehículos seminuevos, al gasto en los service que periódicamente se debe realizar se le suman también muchos imprevistos que hacen que el mantenimiento sea realmente costoso.

Por ello, recudir las visitas al taller y ahorrar dinero se puede lograr con algunos minutos al mes. Un correcto mantenimiento del vehículo es vital para su buen funcionamiento y también para la seguridad.

Entre los «consejos» elaborados por algunos expertos de la industria se destacan:

Limpieza interior y exterior: Un auto sucio envejece prematuramente, no sólo estéticamente, también mecánicamente. La suciedad puede provocar que las gomas se estropeen, que los faros y el parabrisas se arañen reduciendo la visibilidad y el deterioro acelerado de piezas con rozamiento.

Niveles: En sólo cinco minutos se pueden revisar los niveles del vehículo y garantizar su correcto funcionamiento. Todos los puntos de control de los diferentes líquidos tienen un mínimo y el nivel debe estar por encima de éste. Algunos además tienen un máximo que no se debe sobrepasar. Los niveles a revisar son:

  • Aceite del motor: Para medir el nivel de aceite el motor debe estar frío y el coche en un lugar llano. Se saca la varilla indicadora, se limpia con un trapo o papel, se mete en su alojamiento hasta su posición original y se vuelve a sacar para ver hasta dónde marca. Debe estar entre el mínimo y el máximo. Si tuviésemos que rellenar, no se pueden mezclar diferentes aceites.
  • Líquido de frenos: Si el nivel está por debajo del mínimo tenemos que rellenar y el líquido debe ser del tipo que recomiende el fabricante, generalmente es DOT 4. Si el cambio de pastillas y/o zapatas está próximo y el nivel no ha llegado al mínimo, no conviene rellenar porque al cambiar éstas se saldría el líquido sobrante.
  • Líquido refrigerante: Muy importante no abrir el circuito de refrigeración con el motor caliente porque el líquido puede saltar y provocarnos graves quemaduras. Debe llevar anticongelante para evitar averías a bajas temperaturas y sólo se puede echar agua en momentos de urgencia.
  • Líquido limpiaparabrisas: Recomendable con anticongelante y jabón para mejorar su poder de limpieza.
  • Aceite de la dirección asistida: Sólo si es hidráulica o electro-hidráulica. La mayoría de los coches actuales llevan dirección asistida eléctrica y no tienen aceite.

Neumáticos: Comprobar presiones y estado de los neumáticos es clave para la seguridad. Se debe revisar que no tengan cortes, abultamientos ni un desgaste excesivo o irregular del dibujo de la banda de rodadura. El mínimo permitido para circular es de 1,6 mm. Se puede medir la profundidad con un profundímetro o simplemente comparando con los indicadores de desgaste que todos los neumáticos tienen en los canales de evacuación de agua de la banda de rodadura.

Limpiaparabrisas: La visibilidad es uno de los puntos más importantes para practicar una conducción segura y los limpiaparabrisas son aliados en muchos momentos donde ésta se reduce. Se debe revisar el correcto funcionamiento de todo el sistema limpiaparabrisas: los difusores de agua, los brazos y el estado de las escobillas del limpiaparabrisas. Las escobillas es conveniente revisarlas al menos dos veces al año, muchos modelos tienen testigos que indican el estado en que se encuentra la goma, pero ante la duda lo mejor es comprobar si barren el agua del parabrisas de forma efectiva. Se pueden cambiar en cuestión de minutos, pero hay determinados modelos en los que es conveniente realizar esta operación en un taller.

Luces: No es extraño que se haya fundido alguna de las bombillas del coche, podemos comprobarlo en sólo un minuto, aunque necesitaremos un ayudante para que pise el freno y poder comprobar las luces traseras. Cambiar las luces traseras es tarea sencilla, pero las de los faros delanteros se pueden complicar dependiendo del tipo de faro y del modelo de coche, hay casos en los que se hace necesario ir al taller.

Repaso visual general: No está de más revisar visualmente el vehículo por dentro, por fuera y el motor en busca de posibles piezas sueltas, rotas o pérdidas de líquidos. Con esta operación se pueden detectar inicios de averías importantes y hasta evitar accidentes.

(fuente: http://www.iprofesional.com/notas/210718-Cmo-prevenir-las-visitas-al-taller-y-evitar-el-alto-costo-de-los-repuestos)

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