Tras la aparatosa caída de Enron en 2001, y el escandaloso colapso de Parmalat en 2003, los accionistas, proveedores y trabajadores empezaron a presionar para que los reguladores exigieran mejores procesos de gestión del riesgo (risk management) a las empresas. Más de 10 años después, y con un fuerte crecimiento de la disciplina, seguimos viendo un nivel de conocimiento muy desparejo en el universo empresario.
El 22 de octubre pasado, en el marco del primer workshop del Centro de Risk Management del IAE Business School, hicimos una encuesta entre los casi 100 directivos presentes. Las respuestas nos permiten conocer mejor el estado del risk management de las empresas en la Argentina.
Casi dos tercios de los presentes declaran ocuparse de la gestión de sus riesgos, y conocer el término Enterprise Risk Management (ERM). Casi la mitad de las compañías que gestionan sus riesgos tiene un director de Riesgos o Chief Risk Officer (CRO por sus siglas en inglés) o alguien que coordine los esfuerzos en ese sentido. Dos tercios de los CRO dependen del directorio o del CEO, y el tercio restante del director de Finanzas. A medida que crezca la concientización respecto de la importancia del risk management, este porcentaje irá creciendo y veremos más CRO dependiendo directamente del directorio.
Por otro lado, más de la mitad de las empresas que manifestaron gestionar sus riesgos declaran tener un set de políticas específicas al respecto. Risk management se ocupa tanto de la generación de beneficios por el hecho de aprovechar la volatilidad favorable como de la limitación de las pérdidas por la volatilidad desfavorable.
Para que un modelo de gestión de riesgos funcione adecuadamente, es necesario que:
1- Los directivos tengan plena conciencia de la importancia de la gestión de riesgo.
2- La compañía tenga un sistema formal que permita coordinar los esfuerzos individuales. El cambio cultural sin el sistema formal genera frustración y descontento; el sistema formal sin cambio cultural genera burocracia inútil.
Más de la mitad de los presentes asocian la gestión del riesgo a estrategia; poco más de un tercio a control de gestión, y el resto a auditoría.
Además, más de la mitad de las empresas que declararon hacer gestión de riesgo manifestaron tener un mapa de riesgo. La identificación de los riesgos constituye el primer paso del proceso de risk management; sin éste todos los esfuerzos posteriores resultan estériles. Necesitamos recordar que el mapa de riesgo no se compra, se confecciona internamente y en equipo. Es una parte fundamental del proceso de cambio cultural que se genera con respecto al reconocimiento de la importancia del riesgo en la mente de los directivos de la compañía.
Por eso solemos insistir en que no hay una persona que pueda hacer el mapa de riesgo por sí sola, ni lo podemos comprar a un consultor externo; el proceso de descubrimiento de los riesgos es un trabajo en equipo, y el proceso es casi tan importante como el resultado final. Un consultor puede ayudar a confeccionar el mapa asegurando la integridad del proceso y su resultado final, pero nunca podrá hacer el mapa por sí solo.
Entre las empresas que manifestaron tener un mapa de riesgo, la gran mayoría dijo que fue realizado por el management. Más de la mitad de éstos lo hicieron sin la ayuda de un consultor externo; unos pocos casos manifestaron que el mapa fue confeccionado por un gerente en particular o por el directorio, y un porcentaje casi insignificante dijo que fue hecho por un consultor externo.
La interpretación de los resultados requiere cierta cautela debido al sesgo en la composición de la muestra.
Los empresarios y ejecutivos encuestados están en la base de datos del Centro de Risk Management del IAE Business School; la mayoría ha tenido un contacto formal con programas en los que destacamos la importancia de la gestión de riesgo, por lo que ya tenía un cierto grado de conocimiento formal de los conceptos del risk management moderno.
Esto hace que las respuestas probablemente difieran de las que podría haber generado una muestra más representativa del universo empresario argentino. Debemos tener precaución con la tentación de extrapolar los resultados a la totalidad de la población empresaria argentina, en donde probablemente la mayoría de las pequeñas y medianas empresas no estén interesadas ni conozcan los fundamentos de la gestión de riesgo.
De cualquier manera, y a la espera de una encuesta más extensa, prevista para 2015, estos resultados nos permiten conocer algo de la situación del risk management entre las empresas argentinas.
Por Lorenzo Preve | Para LA NACION
Director del centro de Risk Management del IAE
Lectura sugerida por Presidencia del CA – Muchas gracias María Belén Gomez por aportarla.