(f) La identificación de las fortalezas personales, el trabajo duro, la formación constante y una nutrida red de contactos profesionales, son algunos de los factores fundamentales para impulsar tu espíritu emprendedor.
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Quizás lo tuyo no son los números, pero sí el dibujo, la comunicación, el atletismo, la moda o la construcción de artefactos.
Con el comienzo del año, las personas solemos renovar nuestras metas y poner el foco en aquellos sueños o proyectos que aún aguardan en el tintero. En este sentido, si en este 2014 tienes la intención de comenzar tu propio emprendimiento o dedicarte a aquello que siempre has anhelado, te será de ayuda identificar cuáles son tus fortalezas y debilidades. Según los expertos, este es el primer paso para volverse un emprendedor exitoso. La formación, el trabajo duro y la autodeterminación, también harán la diferencia.
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¿Cuántas veces has conocido a alguien que fue brillante en la escuela pero fracasó rotundamente en el ámbito personal, o también aquellos “vagos” que con el tiempo resultaron triunfantes empresarios? Ya desde 1983 se sabe que existen múltiples inteligencias y que -contrariando a lo que se creía hasta mitad del siglo pasado- no solo la brillantez académica es un factor de destaque.
Quizás lo tuyo no son los números, pero sí el dibujo, la comunicación, el atletismo, la moda o la construcción de artefactos. Todos los seres humanos nacemos con ciertos dones que son identificables desde la niñez: la clave está en reconocerlos para luego desarrollarlos y mejorarlos hasta convertirlos en un verdadero arte.
Lo que sigue: formación y actitud positiva
Por supuesto que a la naturaleza hay que ayudarla. De esta forma, todos los conocimientos que adquiramos, en el campo del saber y del “saber hacer”, se convertirán en punto de destaque a nuestro favor. Al día de hoy, el mercado valora especialmente la experiencia del emprendedor (es decir, sus conocimientos prácticos), así como su actitud positiva, perseverante y proactiva.
Por último, también constituyen fortalezas los recursos que el emprendedor tenga a disposición. En este sentido, factores intangibles como la salud y la red de contactos profesionales, se pueden volver tan o más importantes que los recursos materiales (máquinas, establecimientos, vehículos, etc), o financieros (ahorros en dinero o capacidad de endeudamiento).
Y tú ¿Ya has identificado tus fortalezas?
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Fuente: Pro Universitarios
Autor: Universia Argentina
http://noticias.universia.com.ar – 10/01/2014