(f) Las mujeres científicas, aún en desventaja
El sistema meritocrático de acceso, promoción y premiación opera en el medio científico a partir de ciertos sesgos arraigados y ciertas reglas no escritas que afectan negativamente a las mujeres
Si bien durante las últimas décadas ha habido innumerables iniciativas, estudios y declaraciones a favor de la equidad de género en todas las profesiones, las mujeres dedicadas a la ciencia en México y el resto del mundo aún están en desventaja con respecto a los hombres.
“El techo que pende sobre nosotras será invisible, pero se siente. Sigue estando ahí”, dice Ana María Cetto, investigadora del Instituto de Física de la UNAM.
En relación con la evaluación de la actividad científica, Cetto señala que no existe un solo ejercicio de ese tipo neutro: “La historia reciente de la ciencia está llena de casos que ilustran las bondades y las fallas de la evaluación y ponen en evidencia su falta de neutralidad”.
Y menciona, entre otros, el caso de Rachel Carson, la zoóloga estadounidense que desató una guerra contra los pesticidas con su libro Primavera silenciosa (1962) y que, a diferencia de Paul Hermann, químico suizo que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 1948 por haber descubierto el uso del DDT como insecticida para combatir la malaria, la fiebre amarilla y otras infecciones transmitidas por mosquitos, nunca recibió ese premio. “Es mas, hoy en día tampoco es considerada una auténtica investigadora cuyo trabajo tuvo un enorme impacto social y medioambiental, sino simplemente una divulgadora”.
Por lo que se refiere a la academia, la investigadora universitaria indica que es precisamente allí donde hay que buscar la verdadera razón de la lentitud del progreso de las carreras de las mujeres científicas.
“En estudios muy detallados se ha encontrado que tanto hombres como mujeres tienden a sobrecalificar a los hombres y subcalificar a las mujeres en una competencia, en particular cuando se trata de un campo no tradicional para ellas como la ciencia”.
Es decir, el sistema meritocrático de acceso, promoción y premiación opera en el medio científico a partir de ciertos sesgos arraigados y ciertas reglas no escritas que afectan negativamente a las mujeres.
En este mismo medio, el esquema de revisión por pares está muy extendido; de hecho, es el que se ha adoptado en las instituciones mexicanas. Sin embargo, en opinión de Cetto, es necesario revisar los mecanismos, procedimientos, criterios y parámetros de evaluación para evitar que sigan produciendo más distorsiones y reproduciendo prácticas que sin duda requieren corrección.
“Deben revisarse, teniendo bien presente qué quiere lograrse con ellos, hacia dónde queremos que se oriente la actividad científica y qué beneficios esperamos que aporte a la sociedad, no a los científicos”.
Como se sabe, la evaluación juega un papel preponderante en la asignación de becas, la contratación de investigadores, la aprobación de proyectos y la financiación y orientación de la ciencia.
“Por ello es de suma importancia que las mujeres científicas participen activamente, desde su propia perspectiva, en dicha revisión”. (RGA)
Aporte Patricia Aguilar
Fuente http://www.eluniversal.com.mx/cultura/68962.html