España presentará esta semana un nuevo plan presupuestario para los próximos años que se centrará más en el crecimiento económico y que pondrá menos énfasis en la reducción del déficit, dijo el ministro de Economía, Luis de Guindos, en lo que supone la señal más reciente de que Europa está suavizando su agresiva postura a favor de la austeridad.
En declaraciones en una entrevista después de la cumbre del G20, en la que el crecimiento de Europa fue un asunto de gran preocupación, De Guindos dijo que el Gobierno español está negociando con autoridades de la Unión Europea la relajación de los objetivos de déficit a los que el país se ha comprometido para los próximos años. Estos objetivos requieren en la actualidad que España rebaje su déficit presupuestario por debajo del límite de la UE de 3% del Producto Interno Bruto en 2014.
La UE dio a España y a otros dos países un mayor margen en los esfuerzos de reducción del déficit el año pasado, y ha indicado que está preparada para hacer lo mismo este año. El Gobierno español presentará el viernes sus nuevos objetivos.
Esa decisión permitiría a España suavizar sus esfuerzos para recortar uno de los mayores déficit presupuestarios en Europa, con la esperanza de atenuar así la recesión en uno de los países con problemas más grande de la región. En los últimos meses, los problemas de la periferia europea han estado lastrando la economía de toda la región.
Bajo una mayor presión de la UE y de los inversionistas internacionales, el gobierno recortó el déficit público a 7% del PIB el año pasado desde 9% en 2011, pero las grandes reducciones del gasto y las subidas de impuestos tuvieron un gran impacto en la economía. La prolongada ralentización económica del país se profundizó y el desempleo superó el 26%.
«Lo que vamos a tener que hacer ahora es lograr un mejor equilibrio entre reducción del déficit y el crecimiento económico», dijo De Guindos, que añadió que la reducción del año pasado ha mejorado la confianza en la sostenibilidad de la cuentas de España. «El principal temor de los inversionistas internacionales respecto a España en este momento es el crecimiento económico», añadió.
De Guindos también dijo que una mayor integración del sistema bancario europeo podría ayudar a sacar a la región de sus problemas económicos.
«Hay una fragmentación de los mercados crediticios», dijo, «lo que significa que los impulsos de la política monetaria no se transmiten de igual forma» a lo largo de la región.
Indicó que las empresas de países como España e Italia tienen unos costos de financiación mucho mayores que las del norte de Europa, lo que aumenta los problemas de las economías más débiles. A pesar de que los programas de préstamos del Banco Central Europeo y su promesa de respaldar la deuda de los países con problemas han ayudado a relajar los problemas de financiación, las instituciones en el sur de Europa siguen teniendo una aversión al riesgo más considerable que las del norte.
La situación «mejoraría si hubiera un tratamiento común para los problemas bancarios», dijo De Guindos.
Los países de la UE están trabajando en una unión bancaria, que incluiría un nuevo supervisor de las entidades, una autoridad para las resoluciones bancarias y un programa común de garantía de depósitos, aunque el proceso avanza lentamente, en medio de desacuerdos entre los miembros del bloque.
El gobierno español dará también esta semana nuevos detalles de sus planes de gasto y recaudación para los próximos años. De Guindos dijo que no habrá nuevas medidas «significativas» de austeridad. Señaló que las medidas para contener el gasto en pensiones y subir el impuesto sobre el valor agregado se sentirán cada vez más en los próximos años, mientras que la vuelta al crecimiento económico ayudará a aumentar la recaudación fiscal.
De Guindos dijo que el gobierno prevé que el PIB de España se contraiga entre 1% y 1,5% este año y que el próximo registre un «ligero» crecimiento.
Fuente: Wall Street Journal (http://online.wsj.com/article/SB10001424127887323735604578438543385422494.html?mod=WSJS_mercados_LeftWhatsNews)