La competitividad y la infraestructura son algunas de las razones por las cuales la Argentina quedó última entre los países sudamericanos en el ranking de crecimiento de las exportaciones. Entre 2000 y 2012 las exportaciones argentinas crecieron 210%. Se elevaron desde un arranque de US$26.341 millones hasta alcanzar losUS$81.682 millones. Si bien la expansión fue fuerte, se trató de la más baja entre los países sudamericanos.
Lo notable es que la performance acotada no se debe únicamente al atraso cambiario o a los años recesivos. Incluso tomando en cuenta esas variables, el desempeño de las exportaciones locales está entre los más bajos de esta parte del mundo. “Al analizar diversos períodos se descubre que el país ha tenido una menor capacidad de inserción comercial que los otros países de la región, más allá del momento y el período”, sostiene el economista Marcelo Elizondo.
Mientras la Argentina aumentó sus ventas externas 210%, las de Brasil crecieron 343%, las de Chile subieron 316% y las de Perú se incrementaron 546% (ver infografía). La consultora DNI encuentra varios motivos que explican esta performance. Uno de ellos es la baja inserción internacional de las pymes. En el sistema productivo hay 440.000 pequeñas empresas, pero son sólo un puñado las que exportan. “La Argentina cuenta con pocas grandes empresas que exportan mucho y muchas pymes que exportan poco: sólo unas 90 empresas exportan más de US$100 millones al año”, resume la consultora.
A este dato puntual se agrega el impacto de un combo formado por un programa económico focalizado en el consumo más que en la inversión, las estatizaciones y los cambios regulatorios que afectan a las empresas, las regulaciones específicamente dirigidas al comercio exterior –retenciones, cupos, cuotas, prohibiciones–, la inflación, la creciente presión tributaria, el cepo cambiario, los límites al envío de utilidades al exterior y las diversas controversias internacionales que enfrenta el país. “Todo esto ha afectado la capacidad de desarrollo de programas de internacionalización a mediano y largo plazo”, dice Elizondo.
También el sector privado tiene su parte de culpa: para los analistas, faltaron estrategias comerciales, hubo poca innovación en productos y escaso desarrollo de alianzas internacionales estables y, además, la creación de mayor valor agregado fue tenue.
A estos problemas que fueron haciéndose más notorios en unos años que en otros se suma el cambio de ciclo en cuanto al diferencial que aportaba el tipo de cambio alto. El economista Dante Sica postula que “el mecanismo por el cual, a partir del tipo de cambio, la macro otorgaba a los sectores productivos competitividad vía precios, parece haber finalizado, con lo que se vuelve cada vez más crítico mejorar la productividad de todos los sectores. Además de atacar el atraso cambiario, también es necesario mejorar la competitividad estructural de las cadenas productivas”.
Esta pérdida de competitividad de las exportaciones se refleja particularmente en las economías regionales. Por ejemplo, para seguir vendiendo al exterior, las bodegas tuvieron que cambiar la composición de sus envíos: ahora exportan más vino a granel, un producto de menor valor agregado que incrementó su participación del 13% en 2010 a 41% el año pasado. En ese lapso, el vino embotellado vio reducir su share de 84 al 56%, según datos de abeceb.com. Traducida en divisas, esta tendencia a la reprimarización de las ventas al exterior del complejo vitivinícola implica que el valor promedio de la tonelada disminuyó de US$2.722 en 2010 a US$2.598 en 2012.
Para Sica, la performance de las exportaciones también se ve acotada por los costos que acarrea la infraestructura deficiente. “Hay temas estructurales que requieren de un diagnóstico y una estrategia de mediano y largo plazo que ataquen el ‘costo argentino’ vinculado a deficiencias de infraestructura vial, ferroviaria, portuaria y de telecomunicaciones”, señala. Para el director de abeceb.com, lo que se requiere es “una mirada que siempre ha brillado por su ausencia en nuestro país, pero que en la última década ha llegado a un punto traumático”.
Incremento de las exportaciones 200-2912:
Bolivia, 659 %; Perú, 546 %; Paraguay, 456 %; Colombia, 365 %; Brasil, 343 %; Chile, 316 %; Uruguay, 305 %; Venezuela, 220 %; Argentina, 210 %.
Fuente: IECO Clarín (http://www.ieco.clarin.com/economia/exportaciones-crecen-region_0_905309711.html)