(f) Vicios al volante…
Por Eva Gonzalez
Después de trabajar más de 2 años con expertos en seguridad vial, y después de 30 años de manejar decidí tomar un curso de manejo personalizado; En la empresa, me dieron un curso nivel 1 cuando ingresé y aprendí las cosas que estaba haciendo mal.
Bien, me encantan los autos, y me preocupa como manejo en situaciones extremas, y me animé a ir a una escuela de manejo. Como siempre, las mujeres somos minorías, así que fuimos 2 contra 5 hombres y nos defendimos bastante bien…
Para mí el curso de manejo es una alternativa indispensable, útil y sé que realizarlo no me convertirá en una conductora profesional, pero me ayudará a un manejo más completo.
Son pocas las mujeres que piensan en realizar un curso, pero es muy importante aprender lo que sucede por ejemplo cuando te adelantas en lugares prohibidos, no respetar las señales de tránsito y señalizar tarde, mal o nunca; Algunos de mis vicios más comunes son los de tomar la curva cerrada, poner el pie en el embrague para frenar, cruzar las manos en el volante o manejar con una sola mano, típico de la gente que maneja desde hace muchos años.
Específicamente si los que manejan en las calles y rutas hicieran cursos de manejo, corregirían vicios y gran parte de las falencias que tienen que ver con la poca importancia que le damos a la vida ignorando las señales de tránsito a diario.
Hoy mi compañera era una chica muy jovencita, Delfina, que su papá le pagó el curso para que haga un manejo responsable de cara al inicio formal de su vida automovilística. Si todos los padres hicieran lo mismo las calles serían otra cosa…
Mientras tanto, las estadísticas significativas explican en parte el alarmante promedio de muertos diarios que tiene nuestro país por culpa de accidentes de tránsito.
Con sólo cambiar la conducta agresiva que tenemos para desplazarnos, gran cantidad de las muertes podrían ser evitadas. Para eso una persona se educa en estas escuelas, porque adquiere de manera formal y pedagógica el conocimiento, en las diversas vivencias que implica el manejo.
El beneficio que supone adquirir conocimientos teóricos que quedan guardados por siempre en el disco duro de las personas, además internalizan el conocimiento de manera profunda, y por ende lo conservan a través del tiempo.
El mundo cambia, las rutas mejoran o empeoran, cada vez hay más vehículos en las calles, los hay muy viejos o muy modernos, la tecnología y factores como el paso del tiempo en el ser humano no son tenidos en cuenta a la hora de salir a manejar.
La experiencia que va sumando un conductor con los kilómetros de recorrido, contribuyen de manera decisiva a que una persona disciplinada y responsable tenga una clara ventaja sobre aquella que desde el inicio comenzó a manejar más por capacidad intuitiva que por una capacitación sólida de base.
La inversión lo vale, yo salí contenta y ahora tengo tarea para el hogar: hacer círculos con el volante, frenar y cortar curvas para empezar…
Estuvo divertido, lo recomiendo.
(Muchas gracias Eva)