Con el avance de la tecnología, los vehículos autónomos evitarán el 90% de los accidentes viales, además de ofrecer ventajas en términos de sustentabilidad, ecología y confort. Los pronósticos estiman que para 2030, la fase de desarrollo de plena autonomía vehicular erradicará el volante y la posibilidad de manipulación humana, tal como señala una publicación de Infobae.com
Un estudio titulado “El dilema social de los vehículos autónomos” realizado por tres científicos de las universidades de Massachusetts, Oregón y Toulouse efectuaron una encuesta online, en la que los participantes debían responder la siguiente pregunta: ¿a quién debe salvar un vehículo autónomo a los pasajeros o a los peatones?
El informe reveló que para la mayoría de los encuestados el auto sin conductor debería desarrollar un algoritmo utilitario. El software del piloto automático tendría que, en caso de un siniestro inminente, salvar al mayor número de personas. La ecuación, entonces, podría resignar la salud de los ocupantes del auto. Si los peatones en riesgo superan en cantidad a los pasajeros transportados, el guarismo debería optar por una maniobra que ponga en peligro la integridad física del conductor y sus acompañantes.
Esta dualidad se evidenció ante otra pregunta en la que los partícipes, en su gran mayoría, respondieron que no comprarían un modelo que estuviera programado para comprometer la vida de sus pasajeros.
Una posible solución a este dilema lo presenta la empresa de mapas digitales Here, adquirida por los fabricantes de autos alemanes Audi, BMW y Daimler, llamó “Humanized Driving” al algoritmo que contaría con la potestad de manejarse en forma aleatoria. De esa manera, se pretende emular el comportamiento que un conductor tendría, sin dejar de considerar el factor “azar”, según señala la nota de Infobae.com