Vacaciones diferentes

(f) El receso de invierno es tiempo libre para los chicos, pero muchos padres continúan con sus obligaciones. Cómo organizar planes para toda la familia.

Llegan las esperadas vacaciones de invierno y los chicos disponen de tiempo libre, alejados de las rutinas escolares. Seguramente demandarán más atención de parte de sus padres, quienes deben aguzar su ingenio para cuidarlos y acompañarlos. Para los adultos no es tarea fácil: la mayoría continúa con sus trabajos habituales y además, hay que afrontar los altos gastos que suponen algunas salidas. Organizarse con otros padres, con abuelos y tíos, pensar actividades distintas, proponer juegos y salir de paseo por la ciudad, pueden ser algunas de las opciones que ayuden a equilibrar la diversión y el descanso.

A jugar

En vacaciones los chicos pasan más tiempo en casa y eso puede implicar un riesgo: que se queden “pegados” frente a la tele, la computadora, la tableta o la consola de video-juegos. Pero hay un mundo más allá de las pantallas y de los adultos depende que los chicos puedan conocerlo. Según el psicólogo Santiago Gómez, director del Centro de Psicología Cognitiva (CABA), las opciones alas pantallas son la práctica de deportes como juego recreativo, el aire libre, el cine y el teatro, salir y compartir momentos con amigos y visitar puntos de interés. Todas estas son actividades sencillas pero que, con la falta de tiempo de sienten los adultos y la sobrevaloración de la tecnología, se fueron perdiendo. Los beneficios de apagar los electrónicos redundarán en “crecimiento saludable, aprendizaje a través de ensayo y error, estimulación de la imaginación y fortalecimiento de la personalidad y la autoestima”, según Gómez.

Aunque las pantallas pueden favorecer el conocimiento, despertar la curiosidad y promover otras habilidades, poner un paréntesis en el uso que les dan los chicos da lugar a otros juegos, que los ayudan a elaborar situaciones de angustia, dominar y cambiar roles y elaborar nuevas asociaciones. “El juego es una herramienta de rescate, una mágica forma de crear instantáneamente con la imaginación mejores realidades que nos ayuden a comunicarnos, crecer, soñar, proyectarnos, escucharnos, ayudar y ayudarnos a ser mejores, estar juntos”, recuerda Beatriz Caba, profesora de Psicología y Ciencias de la Educación, con especialización en juego.

Muchas veces, los niños recurren a la tecnología porque es la opción que tienen a mano. En relación con tiempo libre y lo que los chicos hacen con él, la psicóloga Adriana López, de Momento Cero (CABA), una institución destinada a facilitar la crianza, remarca que “dependerá de la edad de los chicos que puedan ocupar su ocio con actividades creadas por ellos. Es importante tener en cuenta que el aprendizaje de estar a solas entretenido se va construyendo con ayuda de los padres, y no sólo en vacaciones”.

Mejores vínculos

El tiempo libre también genera espacios que se pueden aprovechar para fortalecer vínculos. “Es un momento ideal para organizar esos encuentros familiares que son más difíciles durante la época escolar. Las salidas con tíos, primos o abuelos son un buen modo fomentar y aunar aún más esa relación, siempre que haya interés por parte de estos familiares de pasar tiempo de calidad con los niños, opina Rosina A. Duarte, terapeuta especializada en Crianza y Familia.

Si hace mucho frío o resultan costosas las salidas, invitar a los parientes a casa es una excelente idea. Los mayores pueden transmitir experiencias y entre todos ir armando la historia familiar y compartir ratos placenteros.

Además, el receso escolar es una buena ocasión para reflexionar juntos sobre ciertos valores que como padres se quieren transmitir, generar experiencias nuevas como estar en contacto con la naturaleza para valorar el medio ambiente, delegar algunas tareas de la casa para que vayan adquiriendo responsabilidad, por supuesto según la edad de cada uno, y estimular actividades artísticas, la creatividad y el ingenio.

En el caso de los padres que trabajan, la realidad es que los niños demandarán su presencia al regresar y quizás hasta tengan ganas de salir si estuvieron todo el día en casa. Una salida a la plaza si el tiempo y el horario lo permiten, pasear un rato y tener un momento de calidad y disponibilidad serán algunos de los esfuerzos que se impondrán. Las opciones son pensar en que los padres se turnen para realizarlas, pedir ayuda a familiares o amigos para hacer durante el día alguna salida con los niños y sacarles el jugo a los fines de semana.

Fuente: Revista del Jardín – CLARIN.

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