La incorporación de personal calificado suele restringirse a la retroalimentación dentro del sector, dejando de lado el ingreso de ejecutivos y profesionales provenientes de otras industrias. Cómo dar el primer paso.
Sea cual fuera nuestra opinión sobre el Nuevo Código Civil y Comercial (CCC), sería desventurado no reconocer que el anterior, vigente desde 1871 (con la excepción de parciales modificaciones), fue elaborado para dar soluciones jurídicas a una sociedad que dista de la de hoy en unos 144 años de cambios profundos. Basta pensar en las innovaciones tecnológicas, compárese el telégrafo eléctrico que propugnó en su época Vélez Sarsfield con los medios de comunicación del siglo XXI. Huelga perpetuar el debate: el CCC entró en plena vigencia este mes.
El sector de seguros está siempre en movimiento, ya sea por las fluctuaciones de la economía, la creación de nuevas pólizas o la sucesión de hechos inesperados. Según lo indican los datos de la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN), en el último año, el sector experimentó un crecimiento cercano al 40% y las perspectivas se mantienen positivas, aun en año electivo.
Este mismo progreso se replica en las búsquedas laborales, las cuales son el claro reflejo de que la actividad no cesa y se mantiene activa. Sin embargo, por parte de las empresas, la incorporación de personal calificado, con experiencia y capacitación técnica, suele restringirse muchas veces a la retroalimentación dentro del sector, dejando fuera la posibilidad del ingreso de ejecutivos y profesionales provenientes de otras industrias.
En referencia a los puestos de alta gerencia, son muy requeridos los perfiles sólidos que puedan evidenciar flexibilidad ante los cambios y actitud proactiva frente a los constantes desafíos que presenta la industria. Aunque existen algunas excepciones exitosas, la orientación general del sector, en lo que respecta a los niveles de cúpula, es a no incorporar profesionales que no provengan de funciones y empresas de tamaño relativamente similares.
Tratándose de una actividad de servicios con reglas y restricciones específicas, sería viable el ensayar con talento que provenga del mundo genérico de servicios financieros cuyos profesionales cuentan con preparación y experiencia que podría agregar valor diferencial, lo que ayudaría a generar nuevas posibilidades de incrementar los ingresos de la actividad y la innovación en el rubro.
Reticentes
Algunas compañías presentan aún hoy ciertos pruritos a darle oportunidad de ingreso a la alta gerencia proveniente de otros mercados, tal vez impulsados por los hábitos y costumbres característicos que la industria arrastra de décadas anteriores. Esto ralentiza la incorporación de nuevas formas de manejo gerencial y, por tanto, disminuye las posibilidades de innovación.
No existen “recetas genéricas” y cada caso debe medirse en función de los requerimientos específicos del puesto y las competencias gerenciales existentes en las personas sugeridas para hacerse cargo del desafío. Sin embargo, dada la falta de toma de decisiones respecto a sanear la industria imponiendo normas estrictas de capitalización, hace que hoy existan esquemas, remuneración y regulación que vienen de años, lo que posiciona al sector lejos de los más aspiracionales para ejecutivos y profesionales talentosos, que normalmente son atraídos por sectores más dinámicos.
El ser disruptivo en una actividad donde todos parecen “saber y conocer” lo que hay que hacer es una posición donde es entendible la resistencia a dar el paso para quebrar el status quo. Sin embargo, dada la dinámica cambiante de los negocios, siempre hay habilidades o conocimientos que incorporar. Es en el servicio donde se perciben agregados de valor entre aseguradoras.
(fuente: Boletines Latinoinsurance [boletines@latinoins.com]- Boletín de Noticias No. 3449)