Redes sociales: ¿el espacio ideal para promocionar una “falsa felicidad”?

redes sociales falsa felicidadAfirman que subir fotos permanentemente podría traer consecuencias negativas

En un muro de Facebook:

21:45 – Gracias amor por esmerarte en la cocina después de un largo día de trabajo. Siempre tan dedicado! Te amo. (Foto del amor revolviendo una sartén con una cuchara de madera y un delantal atado a la cintura).

22:05- Qué rico! Gracias por prepararme mi plato favorito. Nadie lo hace como vos!!! (Foto de una pata-muslo con salsa de champiñón y puré).

Llega la respuesta. 22:15 – Vos te lo merecés. Gracias por tanto amor. Te amo.

Así como el vínculo que muestra esta pareja -que pretende verse idílico- muchos usuarios de redes sociales se esfuerzan en parecer felices y llevar vidas interesantes a partir de las fotos que comparten. O, por el contrario, dedican tiempo diario a mirar lo “espectacular” que la pasan los demás y a flagelarse con los “éxitos” ajenos.

Según un estudio desarrollado por la Universidad de Michigan, Estados Unidos, y de Gotemburgo, en Suecia, Facebook puede disminuir el bienestar de sus usuarios. Uno de los psicólogos que dirigió la investigación, Ethan Kross, explicó que esto se da por efecto de una comparación: los que miran suelen sentir que tienen una vida más aburrida, solitaria y menos atractiva que los que postean, aunque estos roles continuamente se inviertan.

El estudio se realizó a partir del seguimiento de 82 jóvenes adultos, activos usuarios de Facebook. Durante dos semanas se les enviaron cinco mensajes de textos a cada uno con preguntas relacionadas a su bienestar. Los resultados fueron contundentes: cuanto más tiempo pasaban en la red social, peor era su nivel de satisfacción personal.

El Gothenburg Research Institute llegó a una conclusión similar a partir del seguimiento de 1.011 personas. Con unos 24 millones de usuarios en el país, se podría decir que casi la mitad de los argentinos hojea diariamente un catálogo de vidas “idílicas” ajenas. Como resultado parecería bajarles la autoestima y la apreciación de su propia vida.

En este sentido, el cineasta noruego Shaun Higton subió un video ficcionalizado a Youtube que trata sobre “la falsa felicidad” en Facebbok y las frustraciones que ésto puede generar. El corto se llama “What’s on your mind?” (¿En qué estás pensando?) en alusión a la pregunta que la red social formula a sus usuarios. El video fue un éxito en la web y alcanzó 2.750.000 reproducciones en tan sólo tres semanas.

Ximena Díaz Alarcón, de la consultora de tendencias Tredsity, señala que, en relación a los hábitos de consumo de las redes sociales, con frecuencia aparece un deseo por consumir la vida “perfecta” de los otros y compararla con la propia. Y en cuanto a los posteos, plantea que “nadie es del todo auténtico en Facebook”.

“Si el sujeto siente angustia o tiene frustraciones, las redes sociales pueden ser una vía de canalización de esa neurosis”

Dice que entre las fotos preferidas para compartir figuran las de viajes, la participación en determinados eventos o el consumo de ciertos productos culturales: “Entre los 30 y los 40, aproximadamente, se busca trasmitir la imagen de un sujeto moderno y conectado. Es un aspiracional de esta época. Se valoran aspectos como la flexibilidad, la capacidad de experimentación y llevar una vida muy activa”.

Investigadores de la Universidad de Humboldt y de la Universidad Técnica de Darmstadt llegaron a la conclusión de que las fotos de las vacaciones son la principal causa de resentimiento. Según este estudio, el segundo motivo de envidia sería la interacción social ya que -señalaron- existe una tendencia a comparar la cantidad de felicitaciones de cumpleaños, como los “me gusta” o los comentarios que publican los contactos ante cada posteo.

La investigación se realizó sobre una muestra de 600 usuarios de Facebook. Otra de las conclusiones a la que llegaron los profesionales es que mientras entre los hombres existe una tendencia a la autopromoción de logros, las mujeres se centran en mostrar cuestiones referidas a su aspecto físico y a la vida social.

CUANDO LAS FOTOS CONTRASTAN CON LA REALIDAD

Muchas veces lo que aparece reflejado en el muro de Facebook no se condice con la realidad que en ese momento atraviesa la persona que realiza esos posteos. En este sentido, la psicóloga Nilda Galina explica que en el conjunto de las imágenes que se comparten en las redes sociales suele entrar en juego el deseo individual: “Algunos desarrollan mediante las fotos que muestran la vida que les gustaría tener más que la que tienen. Pero la mayoría de las veces no hay un intento de engaño. Si no que es lo que les gustaría que fuera. Obedece a una fantasía personal”.

A su vez, la especialista observa que en la sociedad actual se fomenta un culto a la imágenes y entiende que ésto puede explicar lo que sucede en las redes sociales. “Las parejas se filman en la intimidad para después mirarse. La imagen a veces sustituye al contacto o a la palabra, por eso el furor de redes como Instagram. Algunos la priorizan por sobre la vivencia. Hay mucha cosa de vivir para la imagen que está muy promovida. Es un poco alienante, pero también resiente: no sabemos en qué va dar en el futuro”, dice.

El psicoanalista Roberto Consolo, presidente de la Escuela Freud-Lacan de La Plata, coincide en que la actitud de subir fotos permanentemente puede entenderse como una característica de época y señala que el fenómeno marca una ruptura del límite entre lo público y lo privado.

“En principio se producen identificaciones: si mis amigos lo hacen me siento autorizado a hacerlo yo también”, dice, y plantea que cada usuario de la red social puede tener distintas motivaciones: “Algunos están impulsados por el deseo de reafirmar algo que no tienen tan seguro, otros por estar enamorados de su imagen o por exhibicionismo puro”.

En relación a los observadores, el especialista considera que el solo hecho de mirar fotos ajenas no puede ser causal de angustia o frustración. “Lo que sucede es que si el sujeto siente angustia o tiene frustraciones, las redes sociales pueden ser una vía de canalización de esa neurosis”.

También la licenciada Galina considera que las redes sociales por sí mismas no son capaces de generar angustia o depresión. “Si el asunto es la comparación, se puede comprar en cualquier lado. El tema es lo que la persona puede estar buscando en eso que mira. Si alguien se la pasa viendo fotos ajenas lo más probable es que ya esté frustrado de antemano, porque de lo contrario no estaría ahí sentado”.

¿QUIENES SON LOS QUE MAS UTILIZAN FACEBBOK?

De acuerdo a los datos que arrojó el estudio “Comportamiento y redes sociales”, desarrollado por la Universidad York, de Toronto, los narcisistas son los que más utilizan Facebook. Encuentran en la red social un poder del que carecen en la vida real: la posibilidad de controlar completamente la imagen que dan hacia el exterior, tanto física como psicológica.

“Entre los 30 y los 40, aproximadamente, se busca trasmitir la imagen de un sujeto moderno y conectado”

“Muchos tienen la falsa creencia de que hay que estar mostrando la vida permanentemente porque si no es como que no la tuvieras”, dice el abogado Raúl Martínez Fazzalari, especialista en informática, y plantea que entre los jóvenes sucede algo particular: en el afán por sumar contactos porque eso “equivaldría” a mayor popularidad se muestran más.

“Cuando doy charlas en colegios secundarios los alumnos suelen decir que tienen unos 1.000 contactos. De los cuales verdaderamente conocen a 50. Esto supone un riesgo porque anuncian viajes, muestran sus casas, a su familia e incluso suben fotos en ropa interior. Y en realidad no saben quién está mirando esas imágenes del otro lado de la pantalla”, dice Fazzalari, y afirma que esto también suele suceder entre la gente grande, que muchas veces no contempla la posibilidad de perfiles falsos entre su lista de contactos.

(fuente: http://www.eldia.com/informacion-general/redes-sociales-el-espacio-ideal-para-promocionar-una-falsa-felicidad-87768)

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