En Villa Carlos Paz crece el rechazo a la decisión del intendente Esteban Avilés de cancelar la concesión del servicio de agua potable y cloacas a la Cooperativa local
En Villa Carlos Paz crece el rechazo a la decisión del intendente Esteban Avilés de terminar con el servicio cooperativo de agua y cloacas. En esa ciudad cordobesa presta ese servicio hace 53 años la Cooperativa Integral (Coopi). Desde la cooperativa aseguran que se trata de una decisión arbitraria y basada en el odio de Avilés hacia esa organización social.
El subgerente de la Cooperativa, Rodolfo Frizza, defendió la calidad y el carácter inclusivo del servicio y opinó que el objetivo es hacer con empresas privadas lo que no se puede hacer hoy. También apuntó a una intención de desarmar experiencias cooperativas exitosas.
“Esta acción que pareciera muy propia de Carlos Paz se enmarca en el contexto nacional que tenemos. Este avance terrible del liberalismo que estamos viviendo necesita desarticular uno de los sectores organizados que queda y con alguna escala en la vida económica del país, que es el cooperativismo. Además de eso, estamos ante una acción propia de un intendente que, desde hace 8 años, trabaja para destruir a la Coopi. Y una de las maneras de hacer eso es sacarle el 85% de su vida y su economía, que es el servicio de agua. Un servicio que prestamos desde hace 53 años, ya que la Coopi fue creada para brindar el sistema de agua”, puntualizó.
“El servicio se guía por una máxima: que a nadie le falte el agua en Carlos Paz“, agregó y resaltó que “el agua es un bien humano que no puede faltarle a ninguna persona”.
Consultado sobre el anuncio del intendente de bajar la tarifa del servicio — que no ha tenido aumentos desde diciembre, a pesar de la inflación — y mantener el trabajo de los empleados, Frizza dijo que se trata de “demagogia y mentira”.
“No creo que el intendente haya realizado un solo número ni un sólo análisis. Y, respecto de los puestos de trabajo, el gran precarizador no puede hablar de garantizar puestos laborales y buenas condiciones de trabajo. Acá hay una decisión de los trabajadores: nadie quiere ser trabajador del municipio“, agregó. La planta municipal está compuesta, en su mayoría, por monotributistas y contratados, y solo 300 son planta permanente.
“Esto es una decisión irracional fundada en el odio a la cooperativa y en la necesidad de tener las manos libres para que lo que no se puede hacer con la cooperativa, se pueda hacer con los privados”, afirmó Frizza y se refirió a las obras hídricas irregulares que ha impulsado el municipio.
Ante la situación de discriminación dispuesta desde la municipalidad, hace un mes, la Cámara en lo Contencioso administrativo, ordenó al Ejecutivo local que no podía excluir a la Coopi de las licitaciones.
(fuente: redaccion@prensacooperativa.coop)