Nuevo director dice que devolverá a OMC el rol que debe tener

El diplomático brasileño Roberto Azevedo fue designado oficialmente como nuevo director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en un acto en el que prometió trabajar con determinación para lograr que la entidad «recobre su rol y su preeminencia». 

Azevedo se comprometió a restaurar el papel de este organismo multilateral en la ceremonia de su nombramiento oficial por parte de los representantes de los 159 Estados miembros, reunidos en una sesión del Consejo de la OMC. «Voy a seguir trabajando con ustedes en este mandato, extremadamente exigente» prometió este diplomático de 55 años, representante de Brasil ante la OMC desde 2008. Azevedo, designado la semana pasada por consenso para reemplazar a partir del próximo 1 de septiembre al francés Pascal Lamy, de 66 años, recordó que había trabajado con la OMC en los últimos 15 años. «He conocido días mucho mejores. Me comprometo ante todos los miembros a trabajar con ellos, con una firme determinación, para restaurar el papel de la OMC y la preeminencia que merece y debe tener» aseguró. El brasileño tendrá como principal desafío relanzar las negociaciones de la Ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial y ayudar al desarrollo de las naciones más pobres. La Ronda de Doha fue lanzada en 2001 en la capital de Catar, con el objetivo de derribar barreras comerciales, que ha tropezado con las persistentes diferencias entre los países industrializados y emergentes, y también entre Estados Unidos, China, la Unión Europea e India. Azevedo llega a la dirección de la OMC en plena disputa comercial entre China y la Unión Europea. Estos dos importantes actores del comercio mundial tienen varios contenciosos y cada uno enfrenta dificultades económicas: recesión en Europa y desaceleración económica en China, acompañada por un debilitamiento de la balanza comercial. Para ser nombrado nuevo director general, Azevedo compitió con otro peso pesado del comercio internacional, el mexicano Herminio Blanco, de 62 años, que dirigió las negociaciones de México en el histórico acuerdo comercial norteamericano (TLCAN), firmado en 1994. El director general de la OMC no es elegido, sino nominado mediante un proceso de selección al que inicialmente se presentaron en total ocho candidatos, que fueron eliminados en sucesivas fases. Los dos finalistas fueron Azevedo y Blanco. El primer latinoamericano en ocupar el sillón de director ha prometido independencia de la OMC, cuya sede en Ginebra tiene vistas a las aguas del Lago Lemán. «No voy a defender los intereses de Brasil ni nada parecido, o la política comercial brasileña», dijo Azevedo recientemente a la AFP. En efecto, la elección de un representante de los países emergentes para dirigir esta institución lastrada por potentes antagonismos ha aportado algo de esperanza. «La OMC es capaz de ajustarse, de transformarse en función de las grandes evoluciones de la economía mundial, entre los cuales ese gran vuelco que hemos conocido en los últimos años y que la crisis ha acelerado, entre los países avanzados como Europa o Estados Unidos y los países emergentes», señaló la semana pasada el dirigente saliente de la OMC, Pascal Lamy.

Fuente: Ámbito Financiero (http://ambito.com/noticia.asp?id=688195)

 

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