Tradicionalmente la gestión de los servicios de acceso al agua potable y los sistemas de tratamiento de aguas servidas han sido -según la legislación de cada país- una atribución de los organismos estatales o de las empresas privadas designadas para esta función. Sin embargo, la gestión se torna compleja en comunidades con poca infraestructura, como por ejemplo los asentamientos rurales o en los conos periurbanos de alta densidad poblacional y escasa presencia estatal. La gestión comunitaria tiene mucho para aportar en esa dirección y las innovaciones tecnológicas pueden ser medios muy valiosos para ese fin. En el Día Mundial del Agua vale la pena empaparse de estas novedades.
El 22 de marzo es el día mundial del agua, y gracias a los avances de los últimos años tenemos mucho que celebrar. En 2010 la ONU reconoció el acceso al agua y saneamiento como un Derecho Humano. Ese mismo año se cumplió -a nivel global- la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) relacionada al acceso a agua potable, medida a través del indicador: acceso a fuentes de agua mejoradas. Con todo, estos avances representan un pequeño paso respecto a los desafíos emergentes: La contaminación de las aguas superficiales, el deterioro de los ecosistemas, los efectos del cambio climático y la creciente demanda del recurso hídrico para usos agrícolas, hidroeléctricos e industriales, afectan la disponibilidad de agua para consumo humano en cantidad y calidad. Al día de hoy, un tercio de la población mundial todavía no cuenta con fuentes de agua potable y/o sistemas de saneamiento, y si consideramos la calidad del agua y el acceso sostenido a las fuentes, esta estadística empeora considerablemente.
La gestión comunitaria del agua
Se estima que en América Latina hay 30 millones de personas sin acceso a agua potable, y 110 millones de personas (más de un quinto de la población total de la Región) sin acceso a sistemas de saneamiento adecuados. La mayoría de estas personas habitan en zonas donde los servicios públicos tienen baja o nula penetración. Es por ello que la solución a esta problemática necesariamente debe incluir a las organizaciones comunitarias de servicios de agua y saneamiento (OCSAS).
Las OCSAS son asociaciones ciudadanas constituidas para asegurar el acceso a servicios de distribución de agua potable y de tratamiento de las aguas residuales en sus comunidades. Se estima que más de 70 millones de personas de comunidades rurales y periurbanas han estado resolviendo sus problemas de agua a través de más de 80.000 OCSAS. Por otra parte, estudios del Programa de Agua y Saneamiento, adscrito al Banco Mundial, aseguran que este tipo de gestión tiene el potencial de cubrir al menos a otros 18 millones de personas más si contaran con el apoyo y reconocimiento necesarios, pues a pesar del inmenso servicio que prestan (en la mayoría de los casos ad honorem) estas organizaciones aún son poco visibles y escasamente valoradas. Los marcos legales de las naciones por lo general son poco favorables, dando prioridad a los organismos estatales para ejercer esta misma función, aun cuando son burocráticos y poco eficientes, sobre todo para la distribución del servicio en el tramo final de llegada hasta los hogares.
Sin duda las OCSAS son una de las mejores opciones para las comunidades más alejadas de los centros urbanos. Pero aun cuando pueden ser mucho más eficientes que las entidades estatales, distan mucho de ser perfectas. Al ser constituidas únicamente por ciudadanos y no perseguir lucro por lo general adolecen de escasas habilidades técnicas, y su nivel de asociatividad con otras organizaciones similares (con propósito de aprendizaje e intercambio de conocimientos) es insuficiente. Y al no ser reconocidas por el Estado en su rol de intermediarias, tienen pocas oportunidades para acceder a procesos de fortalecimiento de capacidades que aseguren una mejor administración, operación y mantenimiento de los sistemas.
En este contexto, desde 2010 la Fundación Avina, junto con CARE International, y otras organizaciones aliadas, ha construido, validado y puesto en marcha el Programa Unificado de Fortalecimiento de Capacidades para OCSAS, que actualmente ofrece contenidos en once módulos y tiene por objetivo contribuir a lograr la funcionalidad, eficiencia y sostenibilidad de los sistemas comunitarios de agua potable y saneamiento en Latinoamérica, a través de la capacitación de los miembros que las componen.
DOCSAS: Herramienta de Diagnóstico
Uno de los módulos del programa, se denomina “Planificando el futuro de mi OCSA, a partir de su diagnóstico”, y ha sido asumido por varias organizaciones comunitarias a nivel de la región y por instituciones gubernamentales en varios países. El diagnóstico brinda la posibilidad de conocer la situación de las organizaciones, en distintas dimensiones: técnica, social, ambiental, económica, financiera, organizacional y política. A partir de la información obtenida es posible construir planes de mejoramiento adecuados al contexto local y generar procesos de monitoreo y evaluación de impactos.
Los indicadores utilizados en el diagnóstico fueron tomados de una herramienta de gestión de desarrollo comunitario creada por la Fundación Paraguaya. Luego fueron validados a nivel regional, considerando siempre -como condición sine qua non- la necesidad de adaptarlos a los diferentes contextos locales. Posterior a esta validación se trabajó en alianza con Benetech(organización no gubernamental que desarrolla y utiliza tecnología para crear cambios sociales positivos) y la Confederación Latinoamericana de OCSAS para su transformación en una herramienta digital.
Actualmente DOCSAS es accesible desde varias plataformas. El uso de la tecnología, está contribuyendo enormemente en la medición de los niveles de gestión de las OCSAS, brindando información en tiempo real y generando la posibilidad de intercambiar aprendizajes con organizaciones similares a través de una plataforma virtual. La herramienta es de acceso libre y puede ser descargada desde Google Play (DOCSAS ODK), en cualquier equipo que utiliceAndroid. Para acceder la herramienta desde la web, se utiliza este acceso: https://ona.io/docsas (se requiere un usuario autorizado. Favor contactar con marin.rolando@gmail.com para solicitar apoyo. El equipo de Acceso al Agua de la Fundación Avina está disponible para orientar igualmente la aplicación de DOCSAS[1]).
La recolección de datos, es muy sencilla y amigable, quedando siempre disponible la opción de utilizar el formato impreso para la toma de datos en campo para luego procesarlos en una oficina a través de los accesos virtuales.
Los datos a nivel regional, son almacenados en una plataforma desde donde existe la posibilidad de revisarlos, visibilizarlos en mapas, compararlos y descargarlos. Dicha plataforma es accesible a través de este link: http://docsas.herokuapp.com/surveydata/docsas/.
Algunos resultados iniciales
La herramienta fue presentada oficialmente en el marco del VI Encuentro de Gestión Comunitaria del Agua, realizado en Olmué – Chile, en septiembre de 2015. A partir de ese evento se han realizado capacitaciones y pruebas sobre el funcionamiento de la herramienta en 5 países, y ya se cuenta con sólida información de al menos 300 OCSAS en la Plataforma.
En marzo de 2016 se firmó el acuerdo entre Fundación Avina y el Servicio Nacional para la Sostenibilidad de Servicios de Saneamiento Básico – SENASBA, para la aplicación de la herramienta dentro de los procesos del sector en Bolivia. Anteriormente, en Paraguay se aplicó la herramienta en diferentes regiones del país, con el aval de las instituciones de Gobierno.
La expectativa hacia el año 2017 es que al menos el 25% de OCSAS de 10 países latinoamericanos, hayan realizado el diagnóstico de sus organizaciones y servicios, lo hayan registrado en la plataforma y se constituya en una herramienta de gestión, facilitando procesos de planificación, seguimiento y medición de impacto.
La potencia del uso de aplicativos como DOCSAS es que no sólo señalan al propio sector qué competencias institucionales deben ser reforzadas y mejoradas –y cuáles otras no- sino que al Estado, que entre sus políticas de agua y saneamiento puede apoyar y fortalecer nítidamente a quienes se ocupan de generar la provisión de estos bienes a las comunidades rurales y urbanas de menor densidad poblacional, le permitirá identificar claramente qué diseño de instrumentos de gestión debe hacer para ayudar a que el abigarrado mundo de las OCSAS se consolide plenamente.
Hipótesis de Avina en torno al acceso a agua
La articulación y complementación entre Innovación Social e Innovación Tecnológica contribuyen de manera efectiva a la transformación social y potencian la gestión y sostenibilidad de los sistemas comunitarios de agua. Los procesos planificados que se derivan de un buen diagnóstico y el fortalecimiento de capacidades locales para la operación, mantenimiento y administración de los sistemas de agua comunitarios, contribuye directamente al mejoramiento de los servicios, la salud pública de la población y el ejercicio del derecho humano al agua.
En América Latina, actualmente se siente un mayor apoyo y visibilidad, hacia la gestión comunitaria del agua para el consumo humano, y existen las condiciones, experiencias y herramientas para que los procesos de fortalecimiento de capacidades locales de OCSAS, se traduzcan en una multiplicación de soluciones de agua que complementen los esfuerzos estatales para alcanzar la cobertura universal que plantea el Objetivo #6 de Desarrollo Sostenible para los próximos quince años.
[1] Consultas al correo accesoalagua@avina.net
(fuente: http://www.avina.net/avina/incontext-77-mas-alla-del-mercado-y-el-estado-las-organizaciones-comunitarias-aseguran-la-mejor-distribucion-del-agua/)