Llegó la vuelta al cole y el traslado de los chicos es nuestra responsabilidad. Suelen viajar en autos propios o ajenos, en combis o micros escolares. Sin embargo, no siempre damos real importancia a cómo lo hacen y los riesgos que esto implica.
En los vehículos particulares el número de niños por auto queda librado al azar y no respeta el cupo máximo de pasajeros que tiene homologado el automóvil. Ni hablar de que se coloquen el cinturón y mucho menos de que se usen las sillitas de seguridad correspondientes a su peso y edad.
En cuanto a las combis y micros escolares, esta situación empeora. A lo recién planteado se le suma que los chicos suelen viajar parados y hasta deambulando por la unidad, muchas veces sin el cuidado de un mayor.
Es muy importante verificar que estos transportes escolares sean seguros y cuenten con los permisos y elementos de seguridad necesarios. Seamos conscientes, los niños son doblemente víctimas por no saber y no poder decir “no me estás cuidando, no me transportás adecuadamente para preservar mi vida.”
Fuente: CESVI Argentina.