Los informes de Sostenibilidad, en el punto de mira

La inminente trasposición en España de la Directiva de Información No Financiera y el lanzamiento de los nuevos estándares de Global Reporting Initiative han puesto los informes de Sostenibilidad en el punto de mira. ¿Qué ventajas aportan? ¿Qué dificultades entrañan? ¿Qué retos tienen por delante? Profesionales de la RSE de distintos ámbitos y organizaciones nos dan su respuesta a estas cuestiones.

La relevancia de determinados acontecimientos en torno a la Sostenibilidad, como la aprobación de los ODS o la Directiva Europea de Información No Financiera, han precipitado la actualización de las directrices de Global Reporting Initiative, las más empleadas a nivel mundial para la elaboración de informes de Sostenibilidad. A pesar de la corta distancia en el tiempo con la guía vigente hasta el momento -la G4-, la acogida de los nuevos estándares de GRI ha sido buena entre los profesionales de la RSE.

Para Vanesa Rodríguez, directora de Comunicación de la Red Española del Pacto Mundial, los nuevos estándares de GRI mantienen la esencia y contenido principales de los anteriores, pero su estructura renovada y su mayor flexibilidad permiten mejorar su comprensión y los acercan a un mayor número de empresas. Coincide con ella David Menéndez, director de Responsabilidad Social de Bankia, para quien “los nuevos estándares aportan una flexibilidad necesaria, pues permiten reportar aprovechando las ventajas de la experiencia y los indicadores de GRI pero pudiendo adoptar un marco diferente”. “Para Bankia, que publica un informe anual integrado, con una estructura propia, esta flexibilidad es una ventaja”.

También desde Endesa se muestran positivos ante el lanzamiento de los nuevos estándares: “Valoramos que la información solicitada no aumente, sino que la mejora resida en la forma de trabajar con los manuales y facilitar la comprensión de los mismos”. La proximidad de los nuevos estándares con la anterior guía G4, no obstante, desagrada a algunos. “La Guía G4 tiene poca trayectoria de implementación por parte de las empresas. Este cambio supone un esfuerzo para los equipos y departamentos implicados en la elaboración de los informes, que han tenido que realizar este ejercicio recientemente, en el momento que se produjo el paso de la guía G3 a la G4 hace tres años. Habría sido interesante esperar al menos hasta los cinco años de implantación para realizar la transición a las nuevas guías”, opina Ana Rodríguez, directora de Estrategia y Proyectos del Instituto Catalán de Oncología.

LAS DIFICULTADES DEL PROCESO DE REPORTING

La realización de los informes es una tarea ardua que requiere de la participación de toda la organización. Precisamente, la compilación de todos los datos e información es una de las mayores dificultades que encuentran los responsables de los informes a la hora de elaborarlos.

“La elaboración de un informe integrado es un ejercicio que, si bien se centraliza en la Oficina de Responsabilidad Corporativa, implica a toda la organización. Supone un ejercicio de mejora continua y de integración de la información financiera y no financiera de la entidad. A ello hay que añadir el proceso exhaustivo de revisión que realizamos de todos los datos a publicar. Por ello, la principal dificultad radica en la necesidad de compilación de toda la información en tiempo y forma”, afirma Beatriz Gómez- Escalonilla, directora de Responsabilidad Corporativa de Banco Popular. Coincide con ella Menéndez (Bankia): “Quizás una de las principales dificultades que encontramos a la hora de elaborar el informe es la dispersión y fragmentación de la información en las diferentes áreas de la compañía”.

Fátima Luna, jefa de Comunicaciones, Reputación y Responsabilidad Social de Pfizer Perú opina en la misma línea: “Lograr la recopilación de información en el tiempo planificado al inicio del proyecto es todo un reto pero aún mayor lo es la sensibilización de todas las áreas de la empresa sobre cuán valioso es su aporte para la elaboración del informe”.

Más allá de las dificultades, las ventajas del reporting no financiero para la organización son indudables. Según los expertos consultados, permite potenciar cada vez más los resultados y la mejora continua en la gestión con una perspectiva responsable. Además, las memorias constituyen herramientas útiles para evaluar año a año la situación o evolución de la entidad en materia de RSE y conocer por cada grupo de interés identificado cuáles son los principales riesgos y oportunidad. También contribuyen a aumentar el compromiso y la participación de toda la entidad en la integración de la RSE. “Afrontar cada año el reto de elaborar el Informe supone a la empresa un ejercicio de transparencia que obliga a cuantificar y valorar los resultados del propio desempeño, esto permite una gestión de la empresa de más calidad, por contar con una mejor información que permite visualizar puntos de mejora”, opinan desde Endesa.

LOS RETOS DE LOS INFORMES

¿Qué carencias tienen los informes actuales? ¿Cómo deberían evolucionar? Existe bastante consenso en este aspecto. La rigurosidad del análisis de materialidad de forma que se informe únicamente de lo relevante y se simplifique el informe es una demanda global. Incrementar el número de lectores es uno de los mayores retos. Para ello, de acuerdo con los expertos consultados, son necesarios informes más cortos, con formatos más atractivos, más interactivos y con un mayor equilibrio entre la información positiva y negativa.

“Tenemos que pensar en el informe de Sostenibilidad no como un documento, sino como una fuente de información, que gestionada nos ayudará a tomar mejores decisiones para multiplicar el impacto de nuestras acciones y dará respuesta a los grupos de interés y será un elemento para incrementar la fidelización a la compañía”, señala Miguel Laloma, director de Empresas en Fundación SERES.

Fuente: http://www.corresponsables.com/actualidad/comunicacion-responsable/informes-de-sostenibilidad-punto-de-mira

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