Estiman que la producción crecerá entre un 30 y 40% por efecto de la inflación, aunque no tanto por nuevas ventas. Se espera el repunte de la inversión privada y pública, sobre todo en real estate e infraestructura. Y reclaman terminar con la excesiva regulación de la actividad.
El sector asegurador cerró el ejercicio anual a junio de 2015 con un crecimiento de más de 10 puntos sobre la inflación. El volumen de primas emitidas resultó 40,82% mayor al de junio de 2014, alcanzando los 153,8 mil millones de pesos. El resultado final del período, aunque positivo en 10.941 millones (8,5% sobre primas devengadas), fue menor al del año anterior por la baja de la rentabilidad financiera, que venía de un 27,8% sobre primas devengadas en 2014 y llegó a un valor más normal (aunque también alto) de un 18,3% en 2015. La disminución del quebranto técnico fue una buena noticia: bajó a casi la mitad ubicándose en el 6,5% sobre primas devengadas.
Finalizando el primer semestre del ejercicio en curso, los operadores del mercado tienen nuevas cosas para decir, sobre todo tratándose de un período caliente con designación de nuevo Presidente de la Nación incluido. Estrategas consultó a los máximos ejecutivos de 30 aseguradoras para conocer sus expectativas de cara a un 2016 que traerá muchos cambios en la economía, madre y señora del compás al que marcha la industria del seguro.
CAMBIEMOS. A la hora de responder a nuestras preguntas, más de la mitad de los ejecutivos que participan de esta nota no sabían que Mauricio Macri resultaría electo como próximo Presidente de los argentinos. Por lo tanto, aclaramos que los conceptos volcados en esta página sobre sus expectativas para 2016 en materia económica y lo que esperan de la nueva administración del Ejecutivo, no se refieren a Macri en particular sino a un nuevo gobierno en general.
Dicho esto, vamos a los papeles. La inflación es un karma. Rompe todo: primas, sumas aseguradas, costos de los siniestros, costos operativos, costos judiciales. Lo dijeron los 30: la mayor preocupación es la inflación. Obviamente también lo es la alta judicialidad que afecta al sector, sobre todo en el ramo Riesgos del Trabajo y en la solapa RC Lesiones de Automotores. El cada vez más/mejor combatido fraude (¡atenti, caranchos!) y el escandaloso índice de robos de ruedas se suman a la lista.
Según los operadores del seguro, el primer semestre del año que viene será difícil para la economía doméstica, justamente por la inflación que será incluso más dura los próximos meses. Combinada con el ajuste previsible -entendido como necesario para sincerar algunas variables macro-, hace prever un primer tramo duro. Así, la producción de la industria crecerá por efecto inflacionario aunque no tanto por nuevas ventas, y llegará a junio de 2016 entre un 35% y un 40% por arriba de lo logrado a junio pasado. La expectativa es ganarle a la devastadora inflación, aunque sea por poquito. Es muy posible que los márgenes disminuyan porque los gastos aumentan a un ritmo que es imposible de imprimir en el traslado a precios.
Los resultados, técnico, financiero y final, del negocio, sin embargo, prometen llegar al próximo invierno sin grandes sobresaltos respecto de su performance a junio de 2015.
A mediano y largo plazo llegará el orden. Las medidas que se empiecen a tomar desde el 10 de diciembre marcarán un rumbo cuyos efectos llegarán retardados. Del nuevo gobierno los aseguradores esperan de manera unánime que haga lo que haya que hacer para bajar la inflación. También se piden mejoras para las economías regionales y la derogación de las retenciones al agro, que se ponga en marcha la industria, que se afloje con la presión impositiva que pesa sobre el sector asegurador (a lo que algunos agregan la eliminación del Impuesto a las Ganancias), mayor seguridad jurídica y reglas claras para todo el mundo, todo el tiempo. Finalmente, que se acaben las trabas a las importaciones y exportaciones, y que la Argentina vuelva al mundo, también están entre sus plegarias.
Basados en estas expectativas, asumen que irá llegando la inversión, primero privada (tal vez enfocada en real estate) y luego pública (sobre todo en infraestructura). Caución, Transporte y Agro son algunas de las ramas que se podrán lucir en este contexto y las aseguradoras miran el horizonte de ambas con buenos ojos.
Cuando todo se acomode, cuando la previsibilidad y la estabilidad lleguen ¿para quedarse? (posiblemente a partir de 2017), los seguros de Personas serán los protagonistas. Las coberturas con ahorro están listas para salir a tocar timbres. Las compañías de Vida y Retiro no dan ni un paso atrás en la gestión de incentivos fiscales, aunque nadie especula con que lleguen en 2016.
LIBERTAD. De las cuestiones específicas del negocio asegurador, la que más molesta es la embestida de regulaciones que afectan la libre actividad de la industria, sobre todo en materia de intervenciones sobre las inversiones de las compañías. Todos conocemos el unánime rechazo -recursos de amparo mediante- a la resolución SSN 39.517/2015 que obliga a las aseguradoras a vender parte de sus activos en dólares. Todos coinciden en que esto se debe acabar ya. Los directivos de las aseguradoras ya no quieren atajar penales.
En materia de normativa, los laureles se los lleva el Plan Nacional Estratégico del Seguro 2020-2012. Los ejecutivos reconocen a la administración de Juan Antonio Bontempo al frente del organismo, en tanto fue capaz de diseñar, consensuar y ejecutar en plan de largo plazo inédito para el sector y poner al seguro en la agenda nacional. Cruzan los dedos para que no se dé marcha atrás con este proyecto aunque piden cambios de forma (no de fondo) en algunos aspectos. Por ejemplo, todos aceptan que el Inciso K y el reaseguro local son loables, pero advierten serios problemas en sus implementaciones y auguran que las nuevas autoridades de la SSN podrán aportar soluciones en ese sentido. No les molesta tanto que les digan lo que tienen que hacer como que les digan cómo deben hacerlo.
La libertad también es reclamo y tendencia en el ámbito de los productores asesores y asegurados, pero entendida en términos de autonomía y portabilidad (dónde quiero, cuándo quiero). Todas las aseguradoras consultadas señalan a la tecnología como la herramienta clave para gestionar el negocio y los vínculos con el canal de comercialización por excelencia y los clientes. Las inversiones en sistemas son abultadas, la incursión útil en las redes sociales es el mayor desafío y la customización de los productos y servicios es cosa juzgada.
Pero hablando de desafíos, el Monte Everest de la industria es la lenta, compleja y absolutamente indispensable generación de una cultura de la previsión que resulte en una mayor conciencia aseguradora. Es el Padre Nuestro, el ABC, el principio y fin. Sin esto, todo lo demás no alcanza. Estado y mercado deben aunar esfuerzos para escalar esta mole. Lo que habrá que ver es si en 2016 los tubos de oxígeno alcanzan para llegar a la cima.
A continuación, Estrategas expone un resumen de los comentarios que acercaron los 30 ejecutivos consultados.
Juan Carlos Lucio Godoy, presidente del Consejo de Administración de Río Uruguay Seguros
«El futuro de la actividad económica general será mejor que el presente»
En mi criterio, el futuro será mejor que el presente en lo que hace a la actividad económica general del país. Mejorando algunas medidas y consiguiendo financiamiento para el Estado, se dará el oxígeno que hoy falta.
La producción a junio de 2016 se mantendrá similar a la de junio de 2015, aunque los datos del primer trimestre del ejercicio dan a la baja. Los principales motores del crecimiento siempre estarán vinculados a los commodities, que son la base de la Argentina. El turismo también será importante, basado en la cotización de nuestra moneda respecto del dólar. Si hay y se mantiene una devaluación controlada, las economías regionales se revitalizan, mantendrán empleos y beneficiarán al interior del país.
A junio de 2015 crecimos un 73,93% debido a que, entre otras cosas, incorporamos un nuevo sistema informático (SIS) que nos permitió incorporar un 50% más de productores en un sólo ejercicio, inédito para nosotros. Además de trabajar en la calidad y en la atención, incorporamos la comercialización hasta con el Smartphone. En este primer trimestre del ejercicio en curso, ya crecimos el doble que el mercado, manteniendo nuestra política de selección de riesgos y ajustes periódicos de tarifas.
En lo que hace a resultados, para mí el que más importa es el técnico, porque es el que da sustentabilidad. Como dirigente de empresa, no me hace gracia que sea el juego especulativo de las inversiones el que defina el futuro del seguro. Podría serlo en la coyuntura, pero no estructuralmente.
Siempre estuve de acuerdo con el Inciso K, porque es muy bueno que el sector apoye el crecimiento de la economía real del país. Lo que le pediría a los empresarios del sector es que se animen a generar proyectos propios y no invertir en proyectos de otros que se aprovechan de nuestra inactividad. Esa línea, Río Uruguay Seguros está encarando inversiones bajo este Inciso.
Fuente: http://www.revistaestrategas.com.ar/revista-588.html