Los colaboradores son más eficientes y productivos en medida en que se tiene en cuenta tanto la satisfacción económica como la emocional.
El capital humano de toda compañía es el motor principal para lograr su desarrollo y crecimiento. Cada uno de los colaboradores es quien impulsa el logro de los objetivos. Por eso resulta esencial contar con equipos de trabajo que estén motivados.
Motivar implica diseñar estrategias que aporten a mantener encendido ese motor que cada miembro de la empresa tiene, siendo ésta la función principal de todo líder.
Para lograrlo debemos ser creativos y recurrir a diversas herramientas, ya que a cada persona la motiva algo diferente.
Estas acciones tienen que abarcar tanto la satisfacción económica como la emocional -reconocimiento, acompañamiento, mentoring, escucha-, ya que es en la combinación de ambos contratos que vamos a lograr desarrollar equipos eficientes y con un alto nivel de productividad.
¿Qué deberíamos tomar en cuenta para incentivar a nuestros equipos de trabajo con el objetivo de favorecer el crecimiento del negocio?
Todo miembro de una empresa debe saber cuál es el objetivo del lugar donde trabaja, debe conocer hacia dónde apunta la compañía, y cuáles son las metas a nivel global.
Al comunicarlo favorecemos a que nuestro equipo se sienta parte de ese objetivo, generando compromiso e implicancia.
Esto es tener a la persona indicada en el puesto indicado, obteniendo seguramente un mejor desempeño y una mayor sinergia entre sus competencias, sus habilidades y el rol en que se desempeña.
En este punto también es esencial comunicar los objetivos y desafíos del puesto para que el colaborador pueda apropiarse de ellos.
Siguiendo lo mencionado anteriormente, tenemos que participar a nuestra gente de las decisiones que se toman ya que esto genera mayor compromiso en la búsqueda de resultados.
Es importante mantener reuniones con el equipo de trabajo, donde puedan expresar sus opiniones y sientan que las mismas son escuchadas.
Es uno de los puntos más difíciles de todo líder y se relaciona con la capacidad de delegar funciones a sus colaboradores.
El delegar implica brindarle al supervisado libertad de acción al momento de desarrollar sus tareas.
Eso no quiere decir que debemos dejarlos solos, sino acompañarlos desde una distancia óptima para que el otro se sienta libre de buscar alternativas.
Es muy importante trabajar en un ambiente que propicie la confianza entre todos los miembros de un equipo, tanto entre pares como con los líderes.
Incluso como líder se debe intervenir frente a los conflictos para resolverlos, ya que parte de la responsabilidad de generar un entorno de confianza implica que los miembros puedan expresar lo que piensan y si hay discrepancias resolverlas como equipo, orientados al logro de los objetivos.
Más allá de comunicar los objetivos del puesto es necesario brindar a nuestra gente nuevos desafíos, algo que les resulte atractivo, donde puedan hacer su aporte de valor y sentirse satisfechos por los logros alcanzados.
Toda organización debería tener establecido un plan de carrera previsto para cada posición de la estructura y que sea conocida por quien desempeña la posición.
Se trata de una proyección de desarrollo donde la persona pueda posicionarse en una línea de tiempo conociendo los próximos pasos que puede dar dentro de la organización.
Premiar a tu equipo por el cumplimiento de un objetivo, por alcanzar una meta. No es necesario que se traduzca en grandes premios o que implique costos elevados, sino que se puede realizar mediante acciones mínimas, como un almuerzo, una tarde libre, etc.
Es esencial generar políticas flexibles, especialmente en empresas medianas que tienen la posibilidad de conocer las necesidades de cada empleado, aplicando políticas que impacten realmente en el bienestar de su gente.
Es un factor clave para motivar y retener al talento de cada equipo, y tiene que estar acorde al mercado y a las responsabilidades de cada puesto.
Forma parte central de la propuesta de valor, junto con el paquete de beneficios, aportando a la satisfacción del empleado.
Tener equipos motivados es todo un desafío y para esto es esencial conocer a nuestros colaboradores de modo tal que nuestras acciones generen un impacto positivo en cada uno de ellos.
Trabajar con un equipo motivado es la única manera de superar las exigencias del mercado y alcanzar los objetivos del negocio.
Por Brenda Lafranconi, gerente de Recursos Humanos de San Martín Suárez y Asociados.