Las ocho mentiras fatales para un emprendedor

(f) En el afán de conseguir capital, muchos ocultan información o exageran cifras. Cómo «ensalzar» a su empresa sin destruir la confianza de sus inversionistas

La prueba de fuego que tienen que pasar los emprendedores frente a los posibles inversionistas los lleva, en ocasiones, a cometer errores como ocultar información o exagerar las cifras. Con ellas, más que conseguir el apoyo financiero para su proyecto, podrían terminar por enterrarlo.

«En el afán de conseguir capital, los emprendedores tienden a llenarle el ojo a los inversionistas, lo que hace que sean sobreoptimistas con sus proyectos o quieran ‘ensalzar a su empresa'», dijo Hernán Fernández, socio fundador de Angel Adventures México a la web CNN Expansión.

Sin embargo, recomienda el medio, debe recordar que la verdad sale a la luz tarde o temprano. Si consigue que, de entrada, los inversionistas confíen en su proyecto, deberá comprobar lo que les dijo con estados financieros.

Evite caer en las mentiras y no rompa su confianza diciendo frases falsas como las que vienen a continuación.

1. No tengo competencia. Sea realista, y no sobrevalore su proyecto o minimice otros, pues por muy innovador que sea cierto producto o servicio, «no hay nada nuevo bajo el sol», afirma Fernández.

2. Mis ventas son millonarias. Con frecuencia, los nuevos emprendedores sin estados financieros auditados tienden a exagerar sus cifras. «Asegurar ventas altas lo único que provoca es que los inversionistas presionen al emprendedor a alcanzar esas metas para justificar que la compañía vale lo que pagaron por ella.

«Lo indicado es ser realista y hacer una planeación adecuada», aconseja Hernán Fernández en declaraciones a CNN Expansión.

3. Los riesgos son pequeños. La verdad es que la única forma de conocer el riesgo es a partir de un análisis del entorno y llevar a cabo el proyecto. Fernando Lelo de Larrea, socio de Venture Partners, sugiere no afirmar que la idea está probada, que el mercado es infinito y que la demanda crecerá, sin que se tengan evidencias de ello.

4. Confío en los números que tabulé en Excel. «Un emprendedor toma decisiones a futuro y si esas proyecciones están mal planteadas, no valen nada», sostiene Lelo de Larrea. Lo indicado es hacer un estudio de mercado y acercarse al consumidor para poder saber lo que quiere.

5. Otro fondo está interesado. El socio fundador de Angel Ventures México subraya que «entre inversionistas nos conocemos, nos reunimos, platicamos y comparamos proyectos, es algo que a veces pierde de vista el emprendedor».

6. Yo no alteré esos estados de cuenta. «Esto pasa mucho y como inversionistas tenemos que ser sensibles en el uso de los recursos, supervisarlos y administrarlos muy de cerca con los emprendedores», añade Ernesto Gómez, director comercial de Finmex, a CNN Expansión.

7. Cuando entren los recursos haré un gran equipo. Si las personas esperan la inversión para sumarse a un proyecto, dan el mensaje de que no creen en él.

8. Mi patente me traerá el éxito. Las patentes, como los ejecutivos «estrella» que se añaden a un proyecto, no marcan el buen desempeño de una empresa; sí lo hacen la innovación, el valor agregado, el plan de negocio, la reacción de mercado e incluso la suerte.

(fuente: IProfesional.com – 30/6/14)

 

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