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Las mujeres, postergadas en el mutualismo
En Córdoba, sólo el 3,4 % de las mutuales es presidido por mujeres. También los hombres ocupan el 83% de los cargos de conducción en las cooperativas. Media sanción para un proyecto que propone el 30% de cupo femenino.
Los primeros brotes de cooperativismo en Argentina aparecieron en el último tramo del siglo XIX, favorecidos por el arribo de inmigrantes europeos a estas costas.
Ellos fueron quienes sembraron la simiente de la economía social en el campo de la producción agraria, del consumo y de los créditos solidarios.
El movimiento creció con vigor y el 20 de diciembre de 1926, el Congreso de la Nación sancionó la ley 11.388. La norma estableció el régimen legal de las sociedades cooperativas que estuvo vigente hasta la sanción, en 1973, de la ley 20.337, que rige en la actualidad.
El senador socialista Mario Bravo fue el autor del proyecto que sintetizó una serie de antecedentes en la materia y definió el espíritu que caracteriza al espacio desde entonces: democracia interna, asociación libre y voluntaria, indivisibilidad de las reservas sociales, no tener por finalidad la propaganda de ideas políticas o religiosas y el fomento de la educación, entre otros valores.
La práctica cooperativista, primero y la mutualista, más tarde, se profundizó y aumentó su caudal en tiempos de crisis como alternativa de preservación y creación de empleo, donde las mujeres reivindicaron en muchos casos su función de sustento familiar, sobre todo en las economías regionales.
Lejos de la conducción
Por caso, en Córdoba, sobre 438 mutuales vigentes, sólo 15 están presididas por mujeres, lo que equivale apenas al 3,4 por ciento del total, según un informe del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).
Los datos coinciden con los resultados preliminares de un trabajo realizado este año por el Observatorio de la Comisión de Género de la Confederación Argentina de Mutualidades (CAM).
En el sector cooperativo la realidad no es mejor.
Un relevamiento del Inaes y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación demuestra el predominio abrumador del género masculino en los cargos de conducción de las entidades solidarias.
El trabajo señala que los hombres poseen la presidencia en el 89,1 por ciento de las 13.750 cooperativas tradicionales activas en el país, el 79,4 por ciento de la función de tesorero y el 83,4 por ciento de la de síndico.
En lo que respecta a Córdoba, donde hay 1.223 cooperativas tradicionales vigentes (los hombres representan el 83,3 por ciento de las autoridades titulares de conducción y el 87 por ciento de las gerencias, por encima de la media nacional (81,1 por ciento).
En relación con los sectores de la economía social donde los varones prevalecen de manera más contundente, el agropecuario marcha a la cabeza con el 92,4 por ciento de los niveles gerenciales, seguido por el de servicios públicos (88,1 por ciento) y el hotelero (81,8 por ciento).
Proyecto de ley
Con el propósito “de promover el acceso de la mujer en espacios de debate y dirigencia política y social, reivindicando la importancia del género femenino y combatir la asimetría en el diseño de instituciones sociales y democráticas”, la Cámara de Diputados de la Nación acaba de dar media sanción a un proyecto de ley.
La iniciativa introduce modificaciones a la ley 20.337 para asegurar el 30 por ciento de la representación femenina en los órganos de administración de las cooperativas en el país.
El proyecto pertenece a la diputada nacional por Córdoba Soledad Carrizo (Unión Cívica Radical) y fue girada al Senado para su tratamiento en el período ordinario de 2017.
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Nota enviada por el Foro Cooperativo Chab Informatica
