La RSE y nuevas perspectivas en la gestión de la empresa

La RSE y nuevas perspectivas en la gestion de la empresaLa Responsabilidad Social Empresaria (RSE) ha evolucionado y en ese sentido han surgido nuevas posturas que sin duda enriquecen su comprensión:

  • La teoría de los grupos de interés marcó un antes y después en el tema. Así, comprender que la empresa no se encuentra aislada y que su quehacer está permanentemente vinculado no sólo con sus accionistas y clientes, sino que depende de las relaciones que detenten con grupos internos y externos, representa un cambio de visión significativo. Estos grupos con derechos sobre la empresa (o sin ellos), tienen necesidades de atención, precisamente porque las actividades de la organización pueden afectarles directa o indirectamente. Es tal la importancia otorgada a este tema que estudiosos sugieren abandonar la RSE a favor de la gestión de los grupos de interés.
  • Otro aporte pertinente es el tema empresa-sociedad dada la importancia de la empresa y su comportamiento en el devenir de las sociedades. Son muchos los enfoques encontrados, desde planos moralistas y filosóficos, orientación al cumplimiento económico y legal, aspectos sociales y ambientales, gestión de grupos de interés, gestión estratégica, ética, hasta contextualizar su alcance como aporte al desarrollo sostenible. Sin duda la postura de ganar-ganar Por María de Fátima León, Profesora e investigadora del Centro de Investigaciones y Desarrollo Empresarial de la Universidad de Los Andes planteada Porter y Kramer ilustran esta idea al expresar que empresa y sociedad se necesitan mutuamente. Por un lado, la sociedad necesita empresas que contribuyan a mejorar la calidad de vida y que influyan en su desarrollo a través de generación de empleo, riqueza, innovación y financiación de las políticas públicas que posibilitan los servicios a los ciudadanos. Por otro lado, las empresas necesitan de una sociedad saludable vista desde la perspectiva de la fuerza de trabajo, buen gobierno, funcionamiento de la ley, derechos de propiedad y regulación.
  • Asimismo, ha sido un aporte determinante las iniciativas que sobre RSE han desarrollado los organismos internacionales, creando normativas para la adopción de esta forma de gestión, pero más importante aún es el esfuerzo que realizan en función de alinearse. La tendencia es la homologación de las normativas facilitando la comprensión y aplicación en empresas y gobiernos.
  • El nuevo siglo trae la profundización de las posturas desarrolladas y emergen otras que apuntan hacia la vinculación RSE-desarrollo sostenible. En este sentido, la orientación socialmente responsable es un camino más que pertinente para alinear el comportamiento de las empresas hacia el desarrollo sostenible.

Nuevas oportunidades de negocio

Si vemos estos cambios como propulsores de estrategias empresariales, la consideración de la importancia de los grupos de interés ha dado lugar a metodologías de análisis y estrategias que facilitan su gestión. Por ejemplo, se recomienda considerarlos en función de su poder, legitimidad y urgencia1, segmentándolos en función de la combinación de estas variables. El poder es la facultad de imponer su voluntad. La legitimidad está relacionada con lo deseable, adecuado y permitido en el contexto normativo. La urgencia se refiere a la sensibilidad ante los retrasos y la importancia concedida a los reclamos. En la medida en que coincidan estos atributos, así será la importancia y vinculación otorgada.

También han surgido principios que rigen la gestión de los grupos de interés en función de lograr relaciones positivas2. En general, buscan reconocer las preocupaciones de todos los grupos y considerarlas en la toma de decisiones, así como mantener una comunicación abierta en cuanto a contribuciones, preocupaciones y riesgos que asumen debido a los vínculos que mantienen con la empresa. Asimismo, contemplan el trabajo cooperativo con otras entidades públicas y privadas para asegurar que los riesgos y daños generados por las actividades de la empresa se disminuyan o sean compensados adecuadamente.

Por su parte, la consideración de la relación empresa-sociedad ha motorizado iniciativas en favor de la comunidad que contribuyen a su vez en el desempeño de la empresa. Por ejemplo, en el marco de la RSE, los negocios inclusivos pueden también ser uno de los ejemplos de este apoyo a los pequeños empresarios locales que, más allá de las ganancias, contribuyen a la solución de problemas sociales, ambientales y culturales. Se trata de iniciativas que integran a las comunidades de bajos recursos en su cadena de valor, generando beneficios mutuos, participando como proveedores o distribuidores. Se genera empleo, ingresos, capacitación, productos y servicios, precios bajos, mejor calidad de vida e incremento de la productividad.

Es bueno también citar en esta reflexión lo común que resulta en las sociedades latinoamericanas que, ante deficiencias en la dotación de servicios públicos, educación o infraestructura, las empresas asuman tales problemas. En este caso la conexión empresa-comunidad ocurre como mecanismo de emergencia para no afectar el desempeño empresarial. Ahora bien, las inversiones sociales que se realicen deberían estar planificadas estratégicamente pensando en las sinergias que tales inversiones pueden aportar al propio negocio, propiciando programas institucionales que apunten al desarrollo de capacidades, generación de renta, educación, capacitación, formación de pequeños empresarios (que serán proveedores o distribuidores) protección de recursos naturales, entre otros. Se trata de compatibilizar objetivos mutuos: gana la comunidad, pero también lo hace la empresa.

“…LAS INVERSIONES SOCIALES QUE SE REALICEN DEBERÍAN ESTAR PLANIFICADAS ESTRATÉGICAMENTE PENSANDO EN LAS SINERGIAS QUE TALES INVERSIONES PUEDEN APORTAR AL PROPIO NEGOCIO”.

En cuanto a los organismos internacionales, su aporte sobre normativas, guías, asesorías y redes de intercambio, ha motorizado y vinculado a nivel mundial las diferentes iniciativas a nivel de empresas y gobiernos. Uno de muchos ejemplos que pueden citarse es la experiencia del Instituto Ethos en Brasil, programa adaptado a la realidad de la región, cuyo objetivo es fortalecer el movimiento de la RSE en América Latina y contribuir a la construcción de un único estándar de indicadores teniendo en cuenta los aspectos comunes y realidades específicas.

Desafíos pendientes

Aun cuando existen avances en materia de RSE, siguen siendo desafíos importantes los siguientes temas:

  • El papel de las universidades en la formación de los gerentes que dirigirán el destino de las empresas. Es primordial analizar la calidad de la formación que se imparte en las universidades, a los efectos de lograr profesionales socialmente responsables que guíen empresas con visión de desarrollo local sostenible.
  • Es un reto la concertación público-privada en pro de la RSE. Es imprescindible la reflexión y la internalización por parte de los entes gubernamentales de la importancia del desarrollo del territorio en un marco de RSE, lo cual debe fomentarse, no sólo con imperativos legales sino con estímulos y alianzas para el crecimiento conjunto.
  • Es tarea pendiente incentivar la cooperación de empresas con gobierno e instituciones de investigación (universidades, parques tecnológicos), que generen ambientes innovadores que permitan la investigación, desarrollo e innovación en el sector, transferencia de tecnología, programas de cooperación y asistencia, evaluación de tecnologías ecológicamente racionales y mecanismos y asociaciones de colaboración.

(1) Mitchell, R., Agle B. & Wood D. (1997). Toward a Theory of Stakeholders Identification and Salience: Defining the principle of who and what really counts. Academy of Management Review, 22 (4), 853-886

(2) Clarkson Centre of Business Ethics (2002). Principles of Stakeholder Management. Toronto, Canada: Clarkson Centre for Business Ethics, University of Toronto

por María de Fátima León Licenciada en Administración y Contaduría Pública (Universidad de Los Andes, Venezuela). Maestría en Gestión y Técnicas Superiores de la empresa (Universidad de Barcelona, España). Doctora en Economía Aplicada (Universidad de La Laguna, España). Profesora e investigadora del Centro de Investigaciones y Desarrollo Empresarial (Universidad de Los Andes), integrante del Grupo Investigación de las Organizaciones y de la Línea de Investigación del Mercadotecnia y la Responsabilidad Social Empresarial.

(fuente: EVOLUCIÓN IARSE evolucion@iarse.org)

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