Un estudio concluyó que «no existen suplementos mágicos ni alimentos prohibidos». La clave está en modificar las conductas a la hora de comer
Una vez que se adquiere un hábito saludable, requiere poco esfuerzo mantenerlo
La mayoría de los especialistas coinciden en que no existen los suplementos mágicos ni los alimentos prohibidos. Para lograr el peso ideal, sin generar perjuicios en el organismo, es clave mantener una estrategia: el cambio en los hábitos y conductas a la hora de la alimentación.
En la actualidad, el único objetivo parecería ser el alcance del peso ideal a costa de cualquier dieta o sacrificio. Error. Cegarse en el propósito de tener un cuerpo envidiable y perfecto sin ningún control médico o asesoramiento profesional llevará a tomar decisiones equivocadas que repercutirán negativamente en el organismo y la estabilidad emocional.
La revista científica Plos One publicada por la Public Library of Science de Estados Unidos dio a conocer recientemente una investigación del doctor Ahmed El-Sohemy, profesor de Ciencias de la Nutrición en la Universidad de Toronto, Canadá. El estudio analizó los datos de más de 1.400 personas, y concluyó que la dieta conocida como «dieta del grupo sanguíneo» (Blood Type Diet), no tiene ningún fundamento científico.
El doctor Peter D’Adamo, en su libro Los grupos sanguíneos y la alimentación, explicó que «esta controversial dieta proclama que un régimen de alimentación ajustado a un tipo sanguíneo específico mejora la salud y previene el riesgo de enfermedades crónicas». El libro fue traducido a 52 idiomas y lleva más de 7 millones de ejemplares vendidos.
En la misma línea, otro médico y profesor de la Universidad de Ottawa en Canadá, Yoni Freedhoff, escribió The Diet Fix, en donde da a conocer «por qué fallan las dietas y cómo hay que hacer para que a la gente les funcione. En su libro, el Dr. Freedhoff reconoció que «la vida moderna conduce a ganar peso, en parte por la culpa de la comida chatarra y el sedentarismo. Hay que saber sobrellevar los siete pecados capitales de la dieta: hambre, sacrificio, fuerza de voluntad, restricciones, ejercicio extenuante, búsqueda de la perfección y rechazo por las comidas».
Una vez que se adquiere un hábito saludable, requiere poco esfuerzo mantenerlo
El Dr. Freedhoff también afirmó que si se quiere adelgazar sin causar daños permanentes al organismo, lo importante es cambiar de hábitos y recordar que las dietas que se padecen no son la solución, porque exigen un esfuerzo permanente. Según el especialista, «no somos capaces de mantener el mismo nivel de sacrificio durante toda la vida: la fuerza de voluntad es un «músculo» con mucha fuerza pero poca resistencia; puede realizar grandes esfuerzos, pero, con el paso del tiempo, se cansa y acaba cediendo».
Las palabras de Freedhoff reflejan una única forma de adelgazar, y es a través de un cambio rotundo en los hábitos cotidianos.
«El gran enemigo de las dietas es el tiempo»
«Las grasas no son el enemigo y no existen los suplementos mágicos ni los alimentos prohibidos», afirmó el nutricionista, quien dijo que «lo realmente importante es la variedad y la moderación en la alimentación. Intentar cumplir con las comidas diarias y acompañarlas de un ejercicio moderado durante toda la vida».
En el final de su libro, Freedhoff concluyó en que lo importante en una dieta es «llegar al mejor peso mediante un equilibrio entre nuestro objetivo de alcanzar un peso ideal y la voluntad para lograrlo. En otras palabras, la estrategia perfecta: un cambio de hábitos y conductas».
(fuente: http://www.infobae.com/2015/11/24/1771662-la-mejor-dieta-cambiar-los-habitos-alimenticios)