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La jerarquía de arriba hacia abajo como modelo organizacional llega a su fin
Lo que se viene en el futuro es un modelo de gestión de negocios basado en la premisa de que las empresas deberían ser vistas como organismos vivos.
Nadie podrá sorprenderse de que el título de estas columnas, «Miradas», implique una variedad de lecturas. Son testigos de ello los comentarios a posteriori, donde se verifica que lo que se redacta tiene una versión multiforme que nace en el acto individual de leer. El interés y la atención que recibe depende de cada uno en particular y es muy saludable que sea así, porque si tuviera una solidez inalterable, sería como tirar un ladrillo sobre la cabeza de cada lector.
Es posible simplificar la complejidad mencionando dos vertientes manifiestas: las que se refieren al corto plazo («por qué mi jefe me hostiga») que recibe mayor cantidad de comentarios, a favor o en contra, y aquellos temas de horizontes más lejanos en los que la pregunta volverá a surgir, pero en décadas posteriores. Sirva como ejemplo la reciente exposición del sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga en el Coloquio de IDEA, que causó revuelo por sus crudas descripciones sobre las situaciones de pobreza, quedando invisibilizada la perspectiva de 40 años que alertaba, descartando la solidaridad y apelando a la racionalidad.
En esta línea de prospectiva a largo plazo encontramos un texto de Frederic Laloux Reinventando las organizaciones: Una guía para crear organizaciones inspiradas por la siguiente etapa de la conciencia humana (Traducción de Anna Molas Closas en factorhuma.org). Afirma allí que ya están contados los días para la caída de la jerarquía de arriba hacia abajo como modelo organizacional dominante. Se trata de una revisión de los últimos 10.000 años y sus cuatro modelos organizativos, que clasifica por colores.
Rojo. Primeras formas, basadas en el poder personal, focalizadas en el corto plazo. Actualmente, las mafias, las bandas callejeras.
Ámbar. La conversión de nómades cazadores en campesinos asentados en territorios, que da inicio a la burocracia para planificar a largo plazo. Hoy la Iglesia Católica, el ejército y agencias gubernamentales.
Naranja. La Revolución Industrial. Las organizaciones son vistas como máquinas que necesitan ser manipuladas y controladas por sus líderes, como son las multinacionales.
Verde. Surgida de la organización Naranja, a partir de la segunda mitad del siglo XX mediante el mayor nivel educativo, a partir del cual se pone énfasis en el empoderamiento, pero se mantiene el sistema jerárquico porque los líderes conservan el poder de delegar.
Éste es el rasgo común de todas las etapas: la presencia de los jefes. Según Laloux, «las organizaciones son expresiones de la visión del mundo predominante en su tiempo», pero anuncia la llegada de una nueva etapa, la organización «verdeazulada». Es un modelo de gestión basado en la premisa que las organizaciones deberían ser vistas como organismos vivos, con sistemas adaptativos complejos en vez de máquinas.
Pregunta Laloux: «¿Qué pasaría si pudiéramos crear organizaciones donde el poder no fuera una función para estar al mando y por lo tanto no hubiera jefes?». Y agrega: «Las compañías tradicionales están diseñadas para alinear sus recursos y resolver sus problemas del día usando la inteligencia individual de sus empleados más experimentados y brillantes. De este modo, las voces de abajo no cuentan casi nada. Es una de las razones porque las encuestas de satisfacción laboral apuntan que menos del 30% de los empleados se sienten comprometidos con el trabajo».
En la Argentina, se ha desarrollado mucho, con mayor o menor éxito, la experiencia de empresas autogestionadas. El mayor desafío, tanto para éstas como las de diferente color, es sacarse de encima los 10.000 años anteriores.
