Ante la inminente implementación del instituto de la Verificación Técnica Vehicular Obligatoria en uno de los principales parques de automotores de Latinoamérica, como lo es el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, vuelven a escucharse argumentaciones que desvirtúan la naturaleza y alcances de beneficio en materia de seguridad vial.
La “desvirtuación” parte de expresiones de políticos en cargos ejecutivos o legislativos (particularmente en el ámbito de la Pcia. de Bs .As.) que evidentemente desconocen o pretenden desconocer los beneficios de la implementación de esta verdadera defensa social en una materia que constituye la principal causa de muerte y lesiones no natural de nuestra sociedad: el siniestro vial, según un informe del ISEV.
A continuación, se detallarán las consideraciones y conclusiones del ISEV:
CONSIDERANDO QUE:
La Verificación Técnica Vehicular obligatoria y universal es una de las “defensas” que posee una sociedad para garantizar desde el Estado un mínimo de seguridad en la circulación terrestre.
Datos estadísticos internacionales indican que entre un 20 % y un 25 % de los siniestros viales –como causa directa- son originados por el vehículo, debido a “fallas mecánicas” del mismo. Desde el punto de vista de la accidentología se observa la participación del vehículo no sólo como causante, sino también como contribuyente atenuante o agravante de las consecuencias de dichos accidentes y su interacción con el hombre y el medio ambiental.
En el 2015, en la Pcia. de Buenos Aires, casi 2 de cada 10 vehículos verificados (17,8 %) evidenciaron defectos graves (por lo menos en alguno de los sistemas de seguridad) que los inhabilitaban para circular por el alto riesgo objetivo que presentaban.
Por cada dólar de costo (invertido) la sociedad obtiene un retorno (beneficio) entre 10 y 30 dólares en Costo Social Directo o, entre casi 2 y 5 dólares por Costo Social Total de la VTV. El costo promedio de cada siniestro vial grave (con lesionado grave o muerto) para el año 2015 fue de poco más de Cuarenta mil ochocientos dólares (U$S 40.808). El costo actual del trámite de VTV se ubica (hoy en la Pcia. de Bs.As.) en $ 615 (poco más de ¾ de un tanque de nafta super de 50 lts.). O sea U$S 42.
CONCLUIMOS QUE:
El planteo de algunos políticos, en cargos ejecutivos o legislativos, en los últimos días, de “suspender” el control de la VTV por causa del deterioro de la infraestructura es además de ABSURDO, totalmente CONTRARIO A LA SEGURIDAD VIAL, al considerar precisamente que, cuando se encuentra muy deteriorada acelera el deterioro de los vehículos y hace que algunos de sus sistemas (como ejes y suspensión, dirección o frenos) puedan aumentar la probabilidad de un siniestro. A las fallas de uno de los componentes de la trilogía vial (infraestructura) le sumaríamos el descontrol de otro, el vehículo.
Quien aporta el riesgo (vehículo) en ejercicio de un beneficio personal (conducir un automotor) debe circular con la responsabilidad de conocer el buen estado de su automotor y, lo que es más importante, con la tranquilidad de que quienes comparten la vía pública poseen la misma responsabilidad que él. Esto último sólo puede garantizarlo el Estado, a través del control.
La objeción económica al costo actual del trámite de VTV, no posee racionalidad alguna dado que equivale al costo de menos de un tanque lleno de combustible por año y, menos aún, frente a la relación costo/beneficio en el Costo Social Directo de la Siniestralidad Vial Argentina equivalente a valores de entre 1.5 y 2 puntos del PBI.