El banco central de EE.UU. las subió en un cuarto de punto porcentual y prevé otras tres alzas en 2017.
La Reserva Federal de Estados Unidos subió el miércoles en un cuarto de punto porcentual la tasa de interés de corto plazo y prevé hacerlo en forma más acelerada de lo proyectado durante el próximo año ante los signos de un desempleo bajo, una inflación en alza y un repunte del crecimiento económico.
“Nuestra decisión de elevar las tasas debe ciertamente ser entendida como una reflexión de la confianza que tenemos en el avance que ha realizado la economía” y se espera que lo siga haciendo, dijo la presidenta del banco central, Janet Yellen, durante una conferencia de prensa en Washington.
La entidad indicó que la tasa de fondos federales, el tipo de referencia, aumentará en un cuarto de punto porcentual para quedar entre 0,5% y 0,75%, una decisión que también sube el costo del financiamiento tanto para las personas como para las empresas.
La Fed resaltó que divisa una perspectiva más brillante para la economía y anticipa un alza de 0,75 puntos porcentuales en 2017, probablemente en tres incrementos de un cuarto de punto cada uno. Se trata de un ritmo más veloz que las dos alzas contempladas en septiembre para el año entrante, en un cambio de parecer en el que han incidido factores como el desempleo, que acaba de llegar a sui nivel más bajo en nueve años, y la posibilidad de que el gobierno del presidente electo Donald Trump recurra al estímulo fiscal, mediante recortes de impuestos y aumentos del gasto, para apuntalar la economía, dijo Yellen.
Los siguientes pasos de la Fed dependerán de varios factores.
El triunfo del candidato republicano en las elecciones de noviembre ha impulsado las expectativas del mercado de que la reforma impositiva que delineó y las promesas de gasto que hizo podrían estimular tanto el crecimiento como la inflación.
La decisión de la Fed también consolida la separación de la trayectoria de la economía estadounidense de la del resto de las mayores economías del mundo.
Este año, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, así como los bancos centrales de Brasil, Corea del Sur e India, han reducido las tasas de interés. Algunas entidades incluso las han dejado en territorio negativo en un esfuerzo por acelerar la inflación y el crecimiento.
El banco central estadounidense señaló en un comunicado difundido después de una reunión de dos días que el alza de un cuarto de punto tuvo lugar “a la luz de las condiciones del mercado laboral y la inflación, tanto ocurridas como previstas”, una señal de que estima que la economía está muy cerca o ya llegó al pleno empleo, el nivel más bajo que puede alcanzar la desocupación sin desatar presiones inflacionarias.
La Fed sigue esperando aumentos de tasas “graduales”, subrayó el comunicado, si bien las proyecciones mostraron que los funcionarios del organismo contemplan un alza más acelerada en 2017 que antes.
El banco central prevé que la tasa de fondos federales se ubique en 1,4% a fines de 2017, 2,1% a fines de 2018 y 2,9% para la misma fecha de 2019, según las previsiones de 17 funcionarios. Tal ritmo implica tres incrementos de un cuarto de punto al año durante los próximos tres años o nueve alzas en total. En la proyección de septiembre, en cambio, el banco central contemplaba dos aumentos durante el año entrante.
El organismo enfatizó en su mensaje la fortaleza del empleo y reiteró su postura de que “los riesgos de corto plazo a la perspectiva económica están más o menos en equilibrio”. Agregó que sigue de cerca los indicadores de inflación así como los acontecimientos de la economía global y los mercados financieros.
El anuncio, que era ampliamente esperado, no fue bien acogido por los mercados. El Promedio Industrial Dow Jones, que se aproximaba a superar la barrera de los 20.000 puntos, terminó cayendo 119 unidades, o 0,6%, para quedar en 19.792,53, en su peor jornada desde octubre. Algunos analistas advirtieron que los aumentos más rápidos de las tasas de interés pueden amenazar la racha alcista del mercado, que ha sido impulsada por las políticas expansivas del banco central. El indicador Standard &Poor’s 500 y el Índice Compuesto Nasdaq cerraron con retrocesos de 0,8% y 0,5%, respectivamente.
“Por ahora, las tasas de interés están bien”, manifiesta James Bianco, presidente de Bianco Research LLC. “Cuando suban a 3%, sin embargo, empieza a doler y eso es lo que está haciendo que el mercado lo piense dos veces”, opina.
El dólar, en cambio, se fortaleció puesto que las alzas de tasas aumentan su atractivo para los inversionistas que buscan una mayor rentabilidad. El WSJ DollarIndex, que mide el desempeño de la divisa verde frente a 16 monedas, saltó 1% el miércoles. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense también aumentaron, lo que refleja una caída de sus precios, que se mueven en la dirección opuesta. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años alcanzó 2,523%, su mayor nivel desde septiembre de 2014.
El banco central considera que la economía estadounidense es lo suficientemente robusta para dar un nuevo paso en el camino de alzas de tasas que comenzó hace un año y dejar atrás las políticas de crédito ultrabarato.
El organismo subió la tasa de fondos federales en un cuarto de punto en diciembre del año pasado, después de mantenerla en cerca de cero durante siete años en los que EE.UU. atravesó una crisis financiera, una recesión y una recuperación titubeante.
El aumento de tasas entró en efecto el jueves. El banco central también aumentó la tasa que cobra por los préstamos de emergencia, lo que se conoce como la ventanilla de descuento, en un cuarto de punto porcentual para dejarla en 1,25%.
Las tasas de interés bajas han sido “muy buenas” para el negocio, reconoce Eduard Van Loenen, presidente de la casa de crédito hipotecario First Portland Mortgage Corp., de Portland, Maine. “Hemos tenido un lindo viaje, probablemente desde inicios de los 90”, dice.
—Riva Gold y AaronKuriloff contribuyeron a este artículo.
Fuente: Por
HARRIET TORRY
Wall Street Journal (http://lat.wsj.com/articles/SB10789036009651324788104582497501309599804?tesla=y)