La ecología no es un lujo sino un elemento vital para el funcionamiento de la economía

(f) Aquí os dejo un comentario de una noticia que vi el otro día y que me pareció bastante interesante para que todos nos demos cuenta del valor oculto que la naturaleza nos ofrece y saquéis vuestras propias conclusiones. Es una entrevista realizada a Tony Juniper y publicada en la versión digital de El Mundo el pasado 4 de enero de 2014 titulada:

“La ecología no es un lujo, sino un elemento vital para el funcionamiento de la Economía”

El británico Tony Juniper (1960) ha sido activista, escritor, asesor de sostenibilidad y líder ambientalista, reconocido entre otras actividades por su trabajo como director ejecutivo de Amigos de la Tierra Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte y Vicepresidente de Amigos de la Tierra Internacional.

Juniper tiene obras sobre una gran variedad de temas, también ha trabajado como asesor especial del Príncipe Gales en el libro Harmony, y previamente (2008-2010) como Asesor Especial del Proyecto Selvas Tropicales del Príncipe.

En Armonia (Harmony), asesoró, junto a Ian Skelly, al Príncipe Carlos para escribir un libro en el que se pone de manifiesto cómo algunas prácticas específicas de la vida moderna nos han puesto en desacuerdo con la naturaleza, desequilibrio que se manifiesta a lo largo de nuestras vidas y que es el origen de la crisis que ahora amenaza nuestra civilización. Tanto en la arquitectura, la agricultura o la medicina, entre otras ciencias, hemos abandonado un sentido clásico del equilibrio y la proporción. La búsqueda de equilibrio en nuestras acciones nos devolverá a un mundo seguro, cómodo y limpio.

 

 

Una de sus obras más conocidas es ¿Qué ha hecho la naturaleza por nosotros? (What has nature ever done for us?), un libro lleno de historias impactantes donde intenta cuantificar todos los servicios que hace la naturaleza por nosotros y con el que pretende hacer cambiar la forma de pensar acerca de la vida, el planeta y la economía.

 

 

También ha colaborado con la Universidad de Cambridge en el Programa para la Sostenibilidad de Liderazgo. Juniper ha asesorado a varias empresas, incluyendo Danone, Interserve y Skanska, ayudando con sus estrategias de sostenibilidad.

 

 

Otra de sus facetas es la participación activa en política. Juniper ha trabajado con los principales partidos políticos del Reino Unido y en enero de 2009 fue seleccionado como candidato del Partido Verde por el distrito electoral de Cambridge, llegó cuarto con el 7,6% de votos, más del doble del porcentaje del Partido Verde.

 

 

Tony Juniper basa su defensa de la ecología en razones de eficiencia económica. De esta forma propone alcanzar un desarrollo sostenible mediante la Bioeconomía, una nueva rama del conocimiento que fusiona la Biología y la Economía y que pretende desarrollar una estrategia a largo plazo poniendo precio de mercado a los recursos naturales y a las funciones que realiza la Naturaleza, es decir, determinando en unidades monetarias cuánto costaría hacer el trabajo que ella hace gratis. De esta forma cuantifica la aportación anual de la Naturaleza a la economía mundial o, desde la perspectiva contraria, cuantifica el coste de los daños ecológicos.

 

 

 

Ofrecer estas grandes cifras, más allá de resultar sorprendentes y en algún caso escandalosas, tienen otra importante misión en la Bioeconomía, ya que concretar esta aportación económica es el paso previo necesario para que las empresas puedan “internalizar” los costes ecológicos que sumados a los costes de producción, nos daría el total del precio del producto.

 

 

 

El principio de internalización de costos ambientales se formula por primera vez en 1992, en la Cumbre de la Tierra organizada por la ONU en Río de Janeiro. Así, en su Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo se emplaza a las autoridades nacionales a que fomenten la internalización de los costos ambientales desde la perspectiva de que “quien contamina, paga”. Sin embargo, Juniper le da otro sentido más allá del meramente reparador de las externalidades que produce la actividad productiva y propone que las empresas inviertan en el mantenimiento del medioambiente en razón al beneficio que de él extraen, es decir que internalicen los costes ecológicos. El principal obstáculo con el que se encuentra esa teoría es la determinación concreta del beneficio que la Naturaleza reporta, y ese problema es el que Juniper quiere solucionar con sus cálculos.

 

 

Veamos algunos ejemplos:

 

– Se estima que dos terceras partes de los cultivos dependen de la polinización. Juniper ha estimado su coste y como resultado concluye que en USA la polinización de las abejas equivale a 124 millones de dólares al año.

 

– La reducción de las poblaciones de buitres en la India, como consecuencia del envejecimiento producido por la utilización de antiinflamatorios con el ganado, por un desgraciado encadenamiento de distintas circunstancias, ha supuesto 48.000 vidas humanas y un coste de 30 mil millones de dólares.

 

– Los océanos aportan aproximadamente 21 billones de dólares al año en su triple función de suministrador de alimentos, sumidero de CO2 y generador de oxígeno a través del plancton.

 

 

Con su Bioeconomía Juniper pretende concienciar al mundo de la necesidad de cambiar el paradigma que considera la ecología como un lujo, algo de lo que se preocupan, en tiempos de bonanza, aquellas clases medias que tienen sus necesidades básicas cubiertas, o algo que lastra la competitividad. Más bien al contrario, la Naturaleza aporta riqueza, desarrollo económico, pero en la mayoría de las ocasiones no se valora porque su disfrute no supone coste alguno. Solamente se tiene en cuenta su valor cuando se pierde y es necesario pagar por lo que anteriormente era gratis.

 

 

 

En el fondo da la impresión que Tony Juniper, tras luchar toda una vida por la defensa de nuestro ecosistema, ha tirado la toalla y asume una visión pesimista del ser humano, convencido que este únicamente reaccionará movido por su interés económico. En lugar de apelar a la ética para defender el planeta, apela al desarrollo económico, al beneficio. Opta por el coste y el precio que miden utilidad y mercado, frente al valor que la ética otorga a la Naturaleza.

 

 

 

Juniper entiende que son los gobiernos quienes deben incorporar estos criterios de desarrollo económico desde su visión a largo plazo, ya que las empresas están sujetas a los resultados inmediatos.

 

 

 

Las tesis defendidas por Juniper tienen muchos detractores, fundamentalmente quienes desde la ética denuncian lo dramático que resulta que se pongan en el mismo plano 48.000 vidas humanas víctimas de la rabia transmitida por los perros salvajes de la India, que los costes de 30 mil millones de dólares que esas pérdidas humanas han supuesto.

 

 

 

Sin embargo, la realidad es tozuda y no se aprecian cambios sustanciales en las políticas medioambientales. Las últimas Cumbres Mundiales organizadas por la ONU han empañado el optimismo surgido en Río en 1992 y confirmado en el Protocolo de Kyoto de 1997 para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero. Tras una cumbre sin alcanzar acuerdos sustantivos en Johannesburgo 2002, se sucedieron los fracasos de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático celebrada en 2009 en Copenhague que dejó sin prórroga el Protocolo de Kyoto.

Es en este contexto donde parece imprescindible cambiar de discurso ante la evidencia de un cambio climático que puede suponer que la humanidad no pueda preservar su hábitat. Por este motivo Tony Juniper se plantea como objetivo difundir la idea de que nuestro entorno natural es parte de la riqueza necesaria para seguir progresando económicamente, consciente que la única forma de hacernos reaccionar es apelando a nuestra cartera.

(fuente: http://www.diarioresponsable.com/portada/ultimas/17377-la-ecologia-no-es-un-lujo-sino-un-elemento-vital-para-el-funcionamiento-de-la-economia.html) publicación española

 

 

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