Responsabilidad Social Corporativa (RSC) y Comunicación son departamentos que tienen que ir de la mano en una empresa socialmente responsable. De hecho, en muchos casos, el dirse (directivo de responsabilidad social) es el propio dircom (directivo de comunicaciones).
Gritamos que «lo que no se comunica, no existe» y, es lo que pasa con la RSC: no la comunicamos bien o directamente es una cuestión que se nos olvida ejecutar porque no lo sabemos comunicar.
La transparencia es una palabra que cada vez tiene un mayor protagonismo en nuestras vidas. La sociedad quiere hechos y, ahí debemos estar los dirses para adelantarnos, y no sólo elaborando un Plan de Responsabilidad Social para una empresa, pyme o autónomo, sino también para colaborar con el departamento de Comunicación y poder realizar acciones estratégicas que nos lleven a difundir -en los medios especializados, principalmente- nuestras acciones de RSC.
Hace algún tiempo, leía en la web de «Marketing Directo» que nos encontrábamos en la era de la «ultra transparencia», situación que según decía el portal web, había provocado que las empresas se tomaran cada vez más en serio, la incorporación de valores a sus prácticas. Valores que deben poner en práctica también los empleados y ser el pilar de funcionamiento de la empresa.
Un dirse nunca debe obviar que, realizar acciones de responsabilidad social en su empresa o entidad, aporta beneficios económicos. La RSC debe llegar a convertirse en el nuevo marketing del Siglo XXI. Un marketing y una comunicación social, donde impere el deseo por sensibilizar sobre las necesidades de nuestro alrededor.
(fuente: http://diarioresponsable.com/opinion/24253-la-comunicacion-social-del-siglo-xxi)