Juan Verde: «La economía va hacia un modelo sustentable; puede cambiar la velocidad, pero no la dirección del cambio»

 

El presidente de la Fundación Advanced Leadership y asesor político, lamenta que Trump haya convertido a EE.UU. en un país negacionista del cambio climático.

«El mundo va a ser más ecológico, y la economía va a ser así más competitiva», dice el politólogo español Juan Verde, presidente de la Fundación Advanced Leadership, una ONG dedicada a la formación de líderes con sede en Washington. Y agrega que podrá variar la velocidad a la que se avanza, pero no la dirección. Verde es asesor de empresas, gobiernos e instituciones en temas de estrategias de sustentabilidad. En Estados Unidos fue colaborador de Hillary Clinton durante la última campaña electoral, y ahora lamenta que, con Donald Trump en el poder, el país del norte se haya convertido en negacionista del cambio climático. Pero advierte que las transformaciones para ir hacia un esquema de producción económica basado en el respeto por el medio ambiente, se dará más allá de ese tipo de decisiones.

Advanced Leadership organiza un congreso de economía verde, cuya segunda edición en la ciudad de Córdoba (la primera fue en diciembre pasado), se desarrollará en octubre próximo. La meta del evento «es identificar y formar a 300 agentes de cambio, que sean líderes de opinión para la Argentina». El «costo» que tiene participar implica asumir el compromiso de ofrecer, en un año, diez conferencias para concientizar sobre la necesidad de adoptar formas responsables de producción y consumo. «Se logran 3000 conferencias en un año y eso tiene un impacto transformador», dice Verde. Para intentar ser seleccionados (el camino comienza ingresando en www.economiaverde.org), los postulantes deben cumplir con tres requisitos básicos, según Verde: «Gozar de credibilidad en la sociedad; estar muy comprometidos con el medio ambiente, particularmente con el concepto de economía verde, y ser buenos comunicadores».

Verde dice estar convencido de que el sector empresarial tiene que involucrarse de manera especial en los temas de sustentabilidad, y no sólo porque eso sea lo correcto, «sino porque la economía verde tiene sentido desde el punto de vista de la competitividad y de la rentabilidad». Y señala que «la Argentina llega un poco tarde al baile», respecto de lo que ocurre a nivel mundial.

-Dice que nuestro país llega tarde, ¿qué condiciones debieron darse y no se dieron? ¿Considera que la causa es el cortoplacismo en las políticas públicas?

-No lo digo con connotación negativa, porque ahora está la gran oportunidad. El costo de las placas fotovoltaicas, por ejemplo, bajó un 80% en los últimos tiempos, y la energía eólica es hoy absolutamente competitiva y no lo era antes. La Argentina no ha invertido en nuevas fuentes de energía sostenible, no ha apostado por la eficiencia energética, mientras que otras economías están más avanzadas. No entro en cuestiones políticas, pero que creo que faltaba una visión a largo plazo. El año pasado el Gobierno hizo una licitación en la que esperaba US$ 1000 millones de inversión y fue un absoluto éxito; se superó esa cifra. Apostar por la eficiencia energética significa que la Argentina va a tener electricidad a menor costo y va a importar menos petróleo; que va a disminuir su dependencia de mercados internacionales y su déficit energético.

-¿Y cuál cree que es el grado de responsabilidad de las empresas en cuanto a empezar a usar en sus espacios y en sus procesos más energías de fuentes limpias?

-Es un poco lo del huevo y la gallina. En mi opinión es importante tener primero el marco regulatorio para que las compañías puedan tomar decisiones. Creo en el libre mercado y la economía verde se basa en el libre mercado. Porque la eficiencia energética es absolutamente más competitiva que otra forma tradicional y, siendo así, el empresario va a elegir siempre la opción más competitiva.

-Más allá del tema de la energía, las prácticas sustentables en los procesos productivos, ¿entran en tensión con la meta de mayor rentabilidad inmediata? ¿Cómo se resuelve el conflicto?

-Entran en tensión si se entienden dentro de un modelo de producción tradicional, de acumular todo lo que se pueda en muy corto plazo. Yo creo que los empresarios son inteligentes y racionales. La firma Hava Media hizo una encuesta en 27 países y llegó a conclusiones muy interesantes: el 92% de los consumidores, si les dan a elegir entre un producto o servicio ecológico y uno que no lo es, va a elegir el que sí es, a iguales condiciones.

-Esa opinión que está en las encuestas, ¿se verifica en la práctica en las decisiones de compra?

-A nivel mundial, y sin excepciones, la respuesta es sí. Pero hay que matizarlo, porque si a una persona no le das a elegir, no va a poder optar por lo más razonable. Primero hay que tener la opción, y eso tiene que ver con las políticas de los gobiernos y con los incentivos. Los combustibles fósiles hoy están absolutamente subvencionados por los gobiernos en su distribución, transporte, extracción… en toda la cadena de valor. Si le quitás las subvenciones y dejás que las renovables compitan en igualdad de condiciones, la gente va a elegir lo más responsable y saludable.

-Hay un sector especialmente complicado con los temas no sólo medioambientales, sino también a veces con el respeto por los derechos humanos, que es el textil. Las grandes empresas de indumentaria, ¿van hacia un cambio?

-Creo que, si bien el sector está avanzando, está muy lejos de donde debería estar. Deja mucho que desear a nivel mundial por el uso de químicos altamente contaminantes en las líneas de producción, y por la mentalidad de la moda barata, de ropa para usar y tirar al poco tiempo. Es una visión cortoplacista, pero ya hay ejemplos de otra cosa, como la marca de Stella McCartney que ha sido un éxito porque encontró un nicho: moda de alto diseño pero consciente con el medio ambiente. Si das a elegir, la gente quiere sentirse bien no sólo con la ropa que se pone ,sino también con la decisión de compra. El sector textil todavía está en pañales en cuanto a donde debería estar.

-¿Cree que se podrá cumplir hacia 2030 con los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados en el marco de Naciones Unidas?

-La elección de Trump [de apartarse del Acuerdo de París sobre compromisos frente al calentamiento global] pone en cuestionamiento si vamos a llegar a las metas. Creo que Estados Unidos está en el lado erróneo de la historia. Pero la sustentabilidad es un tema de velocidad y no de dirección. El mundo va a ser más ecológico y responsable y la economía va a ser más competitiva; es lo que la gente quiere y eso no cambia, va a ocurrir. A qué velocidad, esa es la cuestión.

Fuente: La Nación

Comments are closed.