Infraseguro en comercios e industrias: ¿Quién es el responsable?

Es un dato que debería alarmar a todos los involucrados del mercado: de acuerdo con informes de importantes firmas dedicadas a la inspección de riesgos y a estudios de peritajes de siniestros, en nuestro país la cartera de seguros de property tiene un infraseguro de alrededor del 70%.

Los mismos expertos consultados sobre esta cuestión argumentan que existen diferentes causas por las que el cliente termina contratando un seguro que está lejos de resguardar adecuadamente su patrimonio. La más habitual es que al reducir el valor de la suma asegurada por debajo del valor real del bien asegurable, obviamente reducen el costo de la póliza. Esto nos refleja el gran abismo de la cultura aseguradora local: el seguro, lejos de ser una inversión, es considerado un gasto, y bastante duro para el bolsillo del asegurado, como este mismo suele reclamar. Por supuesto esto lleva a la enorme contradicción de que una empresa prefiere arriesgarse a hacer frente con su patrimonio por el daño que sufran sus bienes en lugar de abonar un poco más por una póliza que sea adecuada al valor de sus vienen a proteger.

Si a todo esto sumamos que la siniestralidad de Incendio en property es del 66% (según datos de la revista Estrategas del número de mayo de este año), entonces sin dudas el efecto del infraseguro es de mayor gravedad.

Ahora bien: estamos de acuerdo en que es el asegurado el que toma la decisión final de contratar una póliza por una suma asegurada que no refleja el valor de sus bienes. Pero, ¿qué grado de responsabilidad tienen el resto de los actores de esta cadena? En primer lugar, las aseguradoras realizan inspecciones de las instalaciones que el cliente pretende asegurar, por lo tanto es la primera en saber qué suma asegurada debe incluir la póliza. En segundo lugar, en la mayoría de los casos las empresas cuentan con un PAS o un bróker que lo asesoran en la contratación de sus seguros, especialmente en los de mayores sumas aseguradas (Integral de Comercio, Incendio, Todo Riesgo Operativo). Así todo, existe un consentimiento para permitir el infraseguro del cliente.

Claro que cuando llega el momento del siniestro y la aplicación del cálculo de la prorrata impacta en la indemnización que el cliente termina percibiendo (recordemos que mediante esta norma, en un infraseguro del 70% el cliente recibirá el 70% de la indemnización que le correspondería por el daño sufrido), llega el momento de repartir culpas: que la compañía emitió la póliza a sabiendas de que la suma asegurada era inferior al valor del edificio, o que el productor o el ejecutivo de cuenta no le explicó cómo funciona la prorrata y demás argumentos por el estilo (algunos de estos, lamentablemente, habitualmente verdaderos). Ante esta potencial problemática, muchos productores, luego de aconsejarle al cliente sobre la importancia de asegurar correctamente su bien y que aún así el mismo desista, optan por hacerle firmar al asegurado una constancia de que es consciente de que está infrasegurando sus bienes. A pesar de que puede parecer una medida extrema y que suele producir asperezas en la relación PAS-asegurado, a veces tiene el efecto de que el cliente piense con más cuidado sobre el valor que le terminará otorgando a la suma asegurada de su póliza.

Sería importante que todos los actores del mercado tomen consciencia junto con el asegurado de los daños que produce el infraseguro, no solamente en la industria del seguro sino en todo el contexto económico. Muchas empresas (especialmente pequeñas) han tenido que cerrar sus puertas por no contar con el resguardo suficiente para hacer frente a un siniestro de alto impacto. Y es que, curiosamente, el infraseguro es bastante más alto en las pymes que en las grandes compañías, siendo que las que más dificultad tienen para remediar el daño de un siniestro son las empresas de rango bajo-medio. Una paradoja habitual que está en manos de la labor conjunta de aseguradoras e intermediarios revertir (y por supuesto, en el propio cliente) para que la póliza de seguro sea considera lo que realmente es: no un gasto más como los de cualquier otro proveedor, sino un ahorro, una inversión para un resguardo ante un evento adverso del que ninguna empresa de cualquier rubro y envergadura está exenta de sufrir.

(fuente: http://profesionaldeseguros.wordpress.com/)

 

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