Dos años atrás, en siete de cada diez bienes siniestros las sumas por las que se había asegurado el bien eran menores a su valor real. Cómo evitar arribar a esta situación.
El ticket del supermercado suele ser el mejor reflejo de la inflación sufrida por cualquier economía. Sin embargo, hay situaciones en las que, inesperadamente el aumento generalizado de precios también influye. Según la “Memoria del Seguro 2013-2014” realizada por distintas Cámaras Aseguradoras de la Argentina, siete de cada diez siniestros se ven afectados por la situación de infraseguro.
“Hablamos de infraseguro cuando las sumas aseguradas por un bien son inferiores a los valores de reposición de los bienes en el mercado”, define Marcela Méndez, directora de la empresa tasadora Serinco. Esta situación, agrega, “puede darse al momento de la contratación del seguro, pero también puede ocurrir que inicialmente se contrate el seguro por un valor correcto, y que luego éste no se vaya actualizando y se produzca la distorsión”.
Al respecto, Méndez sostiene que a pesar de que se trata de un fenómeno recurrente, “el problema se agudiza en un contexto inflacionario como el que estamos viviendo desde hace unos año, porque la inflación distorsiona aún más los valores de los bienes haciendo que aumente la brecha entre valor asegurado y valor de reposición real”.
Si bien el perjuicio para el asegurado es directo, porque en caso de producirse un siniestro, es quien cobrará su indemnización en función de una suma asegurada que resulta inferior al valor de reposición del bien en el mercado, el cliente no es el único afectado. Según Méndez, “las compañías aseguradoras también se ven perjudicadas al recibir denuncias y demandas ante las asociaciones de consumidores o en la justicia, tanto en lo económico como en lo comercial, al desprestigiarse así la marca de la compañía”.
Legalmente, las empresas proveedoras del servicio están obligadas a indemnizar solamente por el valor asegurado. Por ello y para evitar sufrir de un infraseguro, la directora de Serinco recomienda recalcular el costo de reposición de los bienes asegurados como mínimo una vez al año. “Para los inmuebles, el cálculo consiste en determinar cuál sería el costo de reconstruir la propiedad bajo la hipótesis de una destrucción total de la misma”, dice. Y añade: “Para las maquinarias y bienes muebles en general debe realizarse un estudio de mercado para determinar cuál es el costo de volver a comprar la máquina o una similar para reponerla”.
(fuente: http://boletines.latinoinsurance.com/infraseguro-el-lado-b-de-la-inflacion-que-puede-convertirse-en-un-dolor-de-cabeza/?more=1)