Imaginarnos dentro de 20 años es un ejercicio apasionante y necesario. Sin embargo, no deja de ser una tarea para nuestra creatividad.
Este ejercicio, aplicado a la logística, nos llevaría a pensar una red de almacenes no propietaria (integrada por depósitos de fábricas, centros de distribución de operadores logísticos o distribuidores y almacenes de clientes), con amplia versatilidad de uso y flexibilidad en la utilización de las empresas, más como consolidadores de mercadería en tránsito, que como almacenadores.
Un sistema donde no habrá división clara entre dadores de carga y prestadores del servicio logístico, ya que todos pueden ser potenciales compradores y vendedores de capacidad de almacenamiento, en función de la capacidad de sus instalaciones.
Hablamos de una especie de «crowdsourcing de almacenamiento logístico», con alcance local-regional. Todo complementado por sistemas de funcionamiento inteligente y autónomo para la operativa interna, autoelevadores robots con movimiento de mercadería a través de pistas magnéticas y guías láser, tecnología de estiba y picking automatizados por cintas transportadoras y elevadores de carga y control de ejecución mediante un comando inteligente de asignación flexible de la operación en depósitos, con comunicación Wi-Fi y en tiempo real.
En resumen, esta proyección que puede parecer una película de ciencia ficción, no resulta nada futurista.
El mundo logístico se orientará a la formación de redes de complementariedad operativas y de información, con operadores cada vez más eficientes, ágiles y flexibles, y con el desarrollo de sistemas inteligentes de seguimiento y trazabilidad de la performance de gestión, que permitirá la sustentabilidad competitiva del sector.
El autor es especialista en supply chain management y docente de IAE Business School.
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1969268-imaginar-el-futuro-un-ejercicio-apasionante-y-necesario