HISTORIA DEL CINTURON DE SEGURIDAD

(f) Cuando uno está convencido que algo es correcto, muchas veces termina olvidando el por qué de eso que hace sistemáticamente “de memoria”. Es bueno entonces parar, detenerse, ver un poco al pasado, preguntar… Quién? Cuándo? Dónde? Por qué? Cómo? Me interesa que escuches una linda historia 

El 17 de julio de 1920 en Härnösand, Suecia nació un niño que llevó el nombre de Nils Bolhin y lo dejó escrito en la historia para siempre. No importa a lo que te dediques, no importa si sos ama de casa, no importa si te compraste recién el auto y lo vas a empezar a usar ahora, porque este ingeniero llamado Nils Bolhin que murió en Septiembre de 2002, está presente cada vez que te subís a un auto y te colocás como corresponde el cinturón de seguridad.

Con poco más de 30 Años ya había diseñado asientos eyectables para aviones de combate durante la década del 50, pero en 1958, lo contrata Volvo para trabajar en materia de seguridad vial. Por esos años (1956) Ford ya había trabajado sobre los cinturones de seguridad de dos puntos, pero no brindaban toda la seguridad que los vehículos de ese entonces requerían, es por eso que Bolhin llegando 1959 “crea”, “inventa” el cinturón de seguridad de tres puntos (tal cual el que vas a usar vos, cuando subas al auto la próxima vez), él mismo lo diseñó y lo interesante de esta historia es que tanto este señor, como Volvo, al tener la patente en el año 62, de este revolucionario invento, automáticamente la liberaron, de manera que absolutamente toda la industria automotriz pudo usarla libremente tal como ocurre hoy en día a nivel mundial. Fue tan revolucionario ese invento tan “simple” que desde el 68 todos los vehículos fabricados en América cuentan con este tipo de cinturones, claro está, que la tecnología a avanzado y hoy contamos con cinturones inerciales, que se activan ante la desaceleración del vehículo y cada vez son más los vehículos que traen cinturones de seguridad pirotécnicos, que propician que el cinturón funcione de la misma manera, pero activándose de manera tal que ni siquiera te genere una lesión en la zona de la clavícula (el hombro). “Era sólo una cuestión de encontrar una solución que fuera sencilla, eficaz y podría ser puesto cómodamente con una mano.”, esto que parece tan evidente fue el fundamento que el mismo Bolhin dio, al explicar el por qué del invento. Parece increíble que algo tan sencillo, fuese tan eficaz, se hace difícil saber cuántas vidas ha salvado este maravilloso invento, pero se estima que no menos de un millón.

La verdad no sé si este cuento se lo podrás contar a tu hijo, no hay ni princesas, ni ogros, ni villanos, solamente hay un héroe. Creo igualmente que es de esas historias que vale la pena, detenerse, oir (o leer en este caso), reflexionar y bueno, quizás no tenga que decirte que uses el cinturón de seguridad porque la ley lo indica, sino espero que uses el cinturón de seguridad primero para protegerte y segundo… Creo que es una buena manera de brindarle homenaje a este Sueco llamado: Nils Bolhin.

Una historia para leer, twittear y compartir (Quizás salvamos una vida)

(Fuente: http://www.xn--mamasynioseguros-eub.com.ar/nota.php?id=72#sthash.KSLdwVhA.dpuf – Por Axel Dell’ olio)

 

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