Grecia comenzó el domingo nuevas negociaciones con los inspectores internacionales que sentarán las bases de un tercer rescate al país por miles de millones de euros, en un momento de crecientes tensiones políticas en Atenas que podrían poner a prueba al frágil Gobierno de coalición bipartidista del país.
Tras la reunión durante al menos cuatro horas de funcionarios de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo –la llamada troika– con el ministro heleno de Finanzas, Yannis Stournaras, una fuente del Ministerio de Finanzas dijo que las conversaciones iniciales se centraron en un amplio abanico de temas, siendo uno de los principales la ejecución del presupuesto de 2013.
Varios altos funcionarios de Atenas hablan ahora de abandonar gradualmente el draconiano programa de austeridad que ha marcado el rescate del país y apuntan a que se ven indicios de recuperación económica tras años de profunda recesión. Pero también advierten que la recuperación aún no la nota el ciudadano griego medio y que el extremismo en el país va en aumento.
Está debatiéndose si Grecia tendrá que realizar recortes presupuestarios adicionales para cerrar el posible agujero presupuestario de entre 2.000 millones de euros y 4.000 millones de euros el próximo año –según estimaciones oficiosas– y el agujero fiscal previsto de entre 2.500 millones de euros y 4.000 millones de euros en 2015-16.
Del tamaño de ese agujero también dependerá la cuantía del tercer rescate a Grecia para ayudar a cubrir los pagos de la deuda del país y otros agujeros de financiación entre julio de 2014 –cuando finalizan los créditos europeos al país– y mediados de 2016, cuando termina la contribución del FMI al rescate.
El tamaño del tercer paquete es muy inferior a los 256.000 millones de euros en créditos de rescate ya comprometidos a Grecia. El motivo por el que el país necesita la nueva ayuda es una escasez de financiación adicional de unos 11.000 millones de euros para 2016, la mitad de ellos debido a que los bancos centrales de la eurozona se retractaron de un acuerdo previo de extender el vencimiento de la deuda estatal griega. Otra parte se debe a una inesperada recompra de bonos realizada por Grecia este año para reducir el peso de su deuda.
Diversos funcionarios en Atenas aseguran que Grecia se ha ganado el derecho de que se le otorgue cierto margen fiscal, ya que está ciñéndose a su crítico compromiso y probablemente logrará un superávit público primario en 2013, el primero en cerca de una década.
Fuente: Wall Street Journal (http://online.wsj.com/article/SB10001424052702303759604579093020962669530.html?mod=WSJS_mercados_LeadStory)