Gestión sustentable: ¿para dónde vamos?   

gestion sustentable Evolucion mar 2016En primer lugar quiero agradecer la invitación del IARSE para contribuir como columnista en la primera edición de la publicación digital  Evolución. Mis reflexiones no representan la posición de Ethos (www.ethos.org.br), pero son temas sobre los cuales hemos dialogado internamente, con empresas y organizaciones.     Crecerán los desafíos para implementar una gestión sustentable en las empresas, en los emprendimientos, en las organizaciones e instituciones, que sea una alianza efectiva en pos de una sociedad justa y sustentable.

Hay evidencias de la responsabilidad objetiva de todos los impactos extremadamente negativos causados en la sociedad y el planeta.

Hemos tratado de crear mecanismos sociales, económicos y jurídicos para reducir, prevenir y sancionar la apropiación privada y la destrucción de bienes públicos, tales como los recursos naturales, las políticas públicas sociales y de garantía de derechos, entre otros.

¿Estamos teniendo éxito?

Desde cierto punto de vista, me parece necesario evaluar los procesos, mecanismos y herramientas que construimos con el fin de promover la implementación de la responsabilidad social empresarial con sustentabilidad en los negocios y en la sociedad.

¿Son ellas capaces de lograr su objetivo? No tengo respuestas, pero es una invitación a dialogar, desde el punto de vista de las empresas, con un único compromiso para encontrar convergencias y actuar colectivamente.

Un tema central en el campo de los desafíos es la participación efectiva de la sociedad en la definición de políticas públicas que generan y administran los bienes públicos. Por lo tanto, una gestión sustentable en las empresas e instituciones debería abrir el diálogo con todos aquellos que se ven afectados por sus permisos, sociales y económicos, para operar.

Creo en esta visión, a largo plazo, cuando las fuerzas productivas sean reguladas para externalizar positivamente o con neutralidad.

¿Utópico? Creo que no, porque no es posible la supervivencia de nuestra especie si continuamos en la dirección de la insustentabilidad. Y la escala de este desafío está en faz de crecimiento.

“UN TEMA CENTRAL EN EL CAMPO DE LOS DESAFÍOS ES LA PARTICIPACIÓN EFECTIVA DE LA SOCIEDAD EN LA DEFINICIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS QUE GENERAN Y ADMINISTRAN LOS BIENES PÚBLICOS”.

En este momento ¿qué hacer en el corto plazo?

En Brasil atravesamos una crisis de integridad en las relaciones públicoprivadas jamás vivenciada históricamente. Hay una crisis de confianza en la sociedad frente a la capacidad de las instituciones de cumplir su papel constitucional y republicano.

Empresas líderes, nacionales y globales, de sectores estratégicos de la economía como infraestructura, petróleo y gas y la industria de base, están protagonizando esta crisis; pero también tienen la oportunidad de erradicar el modelo de relación público-privada sustentada por el soborno, la corrupción y por la influencia política por medio del financiamiento privado de la misma política.

El mayor desastre ambiental de la historia brasilera, como se ha afirmado aquí, el alud de barro de Samarco y Vale, es el resultado de un conjunto de prácticas insustentables privadas y públicas, incapaces de prevenir y mitigar los riesgos o incluso rever el sentido de las operaciones de minería existentes.

La existencia de condiciones en las relaciones de trabajo análogas al trabajo esclavo en cadenas productivas estratégicas para las economías nacionales y globales, se profundizan en la explotación, violación de los derechos fundamentales de todos nosotros y responsabiliza objetivamente todos los eslabones de las relaciones productivas.

Las desigualdades sociales se han expresado, se han reproducido y se profundizaron en cuestiones de género y raza.

¿Qué hacer?

Creo que no habrá mejoría en nuestras civilizaciones y, por tanto, en nuestras sociedades, en nuestras instituciones públicas, colectivas y privadas, sin que suceda un sincero diálogo colectivo para construir un camino que apunte siempre a un futuro mejor, que busque no dejar a nadie atrás.

Hay urgencias sociales y económicas que necesitan de acciones inmediatas. Constituiría, sin dudas, una gestión sustentable: a) comprometerse concreta y públicamente con el diálogo y las acciones para superar la crisis económica y política; b) profundizar los mecanismos de integridad y transparencia en las empresas y en la sociedad; c) crear compromiso individual y colectiva en las relaciones sociales y de trabajo; d) invertir en educación de calidad para todos; e) crear control social sobre los riesgos sociales, ambientales y económicos, entre otros.

Sin ningún tipo de jerarquía, estas cuestiones exigen el desarrollo de propuestas concretas para responder las demandas inmediatas y promover la transición hacia una sociedad justa y sustentable.

“…NO HABRÁ MEJORÍA EN NUESTRAS CIVILIZACIONES Y, POR TANTO, EN NUESTRAS SOCIEDADES, EN NUESTRAS INSTITUCIONES PÚBLICAS, COLECTIVAS Y PRIVADAS, SIN QUE SUCEDA UN SINCERO DIÁLOGO COLECTIVO PARA CONSTRUIR UN CAMINO QUE APUNTE SIEMPRE A UN FUTURO MEJOR…”

Entiendo que en este momento una gestión sustentable es todo lo que puede ser capaz de influenciar en las decisiones necesarias para transformar lo que está ahí, en otros modelos de relaciones económicas y sociales, sustentadas por la transparencia, la mejoría de las condiciones de trabajo, la innovación, la productividad y la división equitativa del capital producido en la mejoría permanente de la calidad de vida de todos.

Hay caminos que están siendo tratados hoy en Brasil. En este sentido, invito a todos a conocer el “Compromiso para el Desarrollo”, firmado entre las principales organizaciones sindicales, los empleadores y la sociedad civil (https://www.facebook.com/compromissopelodesenvolvimento/). Claro que para avanzar se necesitan propuestas detalladas. Creo que aquí hay algunas sugerencias.

por Caio Magri. Sociólogo por la Universidad de São Paulo. Es el actual Director Ejecutivo del Instituto Ethos de Empresas y Responsabilidad Social y de UNIETHOS y el Presidente del Instituto Pacto Nacional por la Erradicación del Trabajo Esclavo-InPACTO. Fue Gerente de Políticas Públicas de Fundación Abrinq por los Derechos del Niño y Coordinador del Programa de Políticas Públicas para la Juventud de la ciudad de Ribeirão Preto/São Paulo. Integró en 2003 la asesoría especial del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva para el Programa Hambre Cero.

(fuente: file:///C:/Users/rodolfo/Documents/COMUNICACIÓN/Evolucion%20Revista%20RSE/Evolucion%20IARSE%20N%20-%2041%20-%20Edicion%20Marzo%202016.pdf)

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